Comida en una de las casetas de la Feria de Málaga.

Comida en una de las casetas de la Feria de Málaga. Adrián Gámiz

Málaga ciudad

Ni camperos a 20 euros ni frituras a 50: casetas para comer en la Feria de Málaga sin dejarte un ojo de la cara

El Real de Cortijo de Torres está repleto de casetas donde el precio de la comida está al alcance de la mayoría de visitantes.

21 agosto, 2024 11:51

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La de Málaga es una Feria llena de contrastes. De día, invade el Centro Histórico, con miles de personas conquistando sus rincones; de noche, toma posiciones en el Real de Cortijo de Torres, donde el rugir de los cacharritos se alía con el bullicio de todos los que buscan descanso o el frenesí en sus numerosas casetas. Ese contraste se hace también evidente cuando de comida se trata. 

Lo ocurrido en los festejos de este año, como en ediciones anteriores, confirman la existencia de empresas que tratan de hacer su particular agosto a costa del bolsillo de los consumidores. Pero el mapa de Cortijo de Torres está repleto de una oferta gastronómica tradicional y más que asequible para la inmensa mayoría de visitantes. 

Frente al campero a casi 20 euros o la fritura de verano a 50, alternativas en las que se paga lo justo y necesario para disfrutar de un buen plato. Sirvan de ejemplo tres casetas bien conocidas y populares del Real: La Solera, la Peña Carnavalesca El Conservatorio y Casa de Álora-Gibralfaro. Nombres a los que pueden sumarse otros muchos, dando ejemplo de que en la celebración, la más importante de la ciudad, se puede y se debe comer bien sin dejarse un ojo de la cara.

Peña Carnavalesca El Conservatorio.

Peña Carnavalesca El Conservatorio.

Es particularmente interesante la carta de la Peña Carnavalesca El Conservatorio. En este espacio del Real se puede comer un plato de calamares fritos, de adobo de pintarroja, de pulpo frito o de rosada frita por apenas 8,5 euros. Si prefieres optar por una tortilla de patatas, que sepas que te va a costar 4 euros y si añades unas berenjenas fritas o unas croquetas, suma otros 5 euros por plato.  Y el campero de pollo, a 4,5 euros.

Lo económico de la propuesta de esta peña no se limita a la comida, porque beber resulta también relativamente económico para los tiempos que corren. Tomarte un refresco te sale a 2 euros, una jarra de cerveza de 1 litro está a 7 euros y si prefieres rebujito, la cosa sube a 9 euros. Un vaso de mojito cuesta 4,5 euros.

La Solera es otra de las alternativas manejables. Aunque con precios algo superiores a la de la Peña Carnavalesca El Conservatorio, las cifras no son desmesuradas para ser Feria. A modo de ejemplo, aquí podemos encontrar croquetas ibéricas y lagrimitas de pollo por 8 euros; pimientos fritos por 6; un campero de pollo completo está a 6 euros (sube a 7 con el especial beicon), el cazón y los boquerones al limón ("solo al mediodía") están a 10 euros. El litro de rebujito está a 6 euros y la botella grande de Cartojal, a 11 euros.

En la Peña Casa de Álora la cosa es parecida, aunque la carta es algo más reducida. El comensal puede encontrar en ella lomo en manteca por 8 euros; mismo precio que se paga por unos nuggets y unas croquetas; los pimientos y la berenjena frita están a 6 euros. En cuanto a las bebidas, son ciertamente económicas. Una cerveza, un refresco o un tinto de verano, a 1,5 euros; la botella de Cartojal, a 8 euros.

Son solo tres ejemplos de casetas que apuestan por precios módicos, al alcance de casi todas las familias que acuden a los festejos. Ejemplo del contraste propio de una celebración de esta magnitud.