Las obras del tejado de la Catedral han cambiado la historia de Málaga, literalmente. La cata de los suelos en los que se iba a instalar la grúa para subir los materiales para llevar a cabo estos trabajos y que determinaría las características y el estado del subsuelo, ha mostrado que la ocupación del centro de la ciudad se remonta muchos más años atrás de los que había conocimiento hasta ahora.
“Hemos encontrado restos de entre 4.500 y 5.000 años”, explica Juan de Dios Ramírez, director de los sondeos arqueológicos. En este sentido, explica que todo empezó porque la instalación de una grúa podía afectar al subsuelo, puesto que exigía una gran cimentación.
Por ello, la Junta de Andalucía solicitó que se llevara a cabo una cata antes de instalar esta infraestructura. Y así fue como les llegó la tarea de documentar los restos, determinar las características y el estado del subsuelo. Lo que no se esperaban es que al indagar bajo el cableado de la zona, iban a cambiar la historia de la capital de la Costa del Sol tal y como se conoce.
Tras semanas de trabajo, Ramírez ratifica que han documentado “una estratigrafía completa desde la época actual hasta principios del tercer milenio”. Con este hallazgo cambia por completo la historia de Málaga porque “la ocupación más antigua que había detectada en el casco histórico se remontaba al bronce final en la zona de San Pablo de la Trinidad, al otro lado del río, y ahora han encontrado restos de Calcolítico”.
Gracias a esto, “la antigüedad de la capital de Málaga se ha remontado a bastante tiempo atrás”, remarca el arqueólogo que añade que en el interior de la provincia sí se encuentran asentamientos que corresponden a esta misma época, pero en el Centro de Málaga esto nunca había pasado.
Cuatro metros y medio de profundidad es lo que estos profesionales han excavado. En cada paso que avanzaban, daban un salto en el tiempo y encontraban una ocupación diferente, al igual que diferentes objetos. El bronce final era la época más antigua conocida hasta el momento, pero aparte de esta época también han logrado localizar “una continua ocupación” de la época fenicia y también de la época púnica, romana con piletas de salazones, al igual que han localizado una ocupación bizantina, también vinculada al área portuaria de almacén.
Además, tras las ocupaciones fenicia, un poco más abajo, encontraron la más antigua hasta la fecha: la del Calcolítico. Eso sí, Ramírez remarca que “había muchas piletas, pero todo lo que había debajo lo habían arrasado para crear una cimentación firme que se asentara bien”.
Entre los hallazgos resalta esas piletas romanas, ya que bajo ellas han documentado dos instancias más, “lo que nos ha dado gran riqueza en esta intervención porque nos ha permitido bajar a esos espacios donde no estaban afectados”.
Recipientes, cuencos, orzas, evidencias de fauna que determinaban que en esa zona habían vivido personas porque no eran materiales arrastrados son más de los hallazgos de esta excavación que va a pasar a la historia.
En este punto, el arqueólogo sostiene que esto es lo que han hallado en una pequeña parcela, pero están seguros de que en calle Molina Larios, en la zona del Sagrario al Norte y por calle Cañón podría haber restos como los que han encontrado. Aunque afirma que habrá niveles “mucho más arrasados que otros” porque habrá “puntos que no le afecta ninguna edificación a lo largo de esos períodos y otros en los que se conservarán los restos”.
Este hallazgo va a ser contado. Los expertos están llevando a cabo las labores de inventario y el estudio de los materiales para finalmente realizar una publicación y permitir que la población conozca mejor la historia de la ciudad.