Nuevos números para la Nueva Rosaleda de Málaga. El alcalde, Francisco de la Torre, ha informado este martes que la inversión que podría requerir la ambiciosa remodelación del estadio de Martiricos podría alcanzar, de inicio, los 230 millones de euros, sensiblemente por encima de los números manejados cuando en los primeros meses del año pasado se anunció la operación.

El regidor, que ha participado en el programa Ser Deportivos, ha puesto sobre la mesa esta cifra económica y ha asegurado el compromiso de las tres administraciones propietarias del campo (Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Diputación provincial) por afrontar el esfuerzo económico necesario para ampliar La Rosaleda, garantizando la capacidad mínima exigida por la FIFA para ser sede del Mundial de 2030.

Y ello resulta clave en un momento como el actual, en el que el deseo del mandatario local de disponer de la colaboración privada no está asegurada. Precisamente, el encontrar empresas dispuestas a apostar por el proyecto, permitiendo que La Rosaleda se convierta en una especie de Arena multiusos, es uno de los retos de los últimos movimientos municipales.

Morph

Ya es oficial: Málaga será una de las sedes del Mundial 2030 con La Rosaleda completamente renovada

Con ese propósito, recientemente ha adjudicado a la consultora internacional CBRE la elaboración de un estudio en profundidad para analizar el potencial de este equipamiento deportivo y las opciones que tiene de ser atractor de fondos privados.

En cualquier caso, De la Torre ha asegurado que las tres instituciones públicas implicadas en la iniciativa están "mentalizadas" para hacer frente a los mencionados 230 millones en el supuesto de que no haya operadores privados. El plan es que el campo, que pasaría a disponer de al menos 45.000 asientos, esté lista para finales de 2029, en la víspera del campeonato mundial.

En función de la existencia o no de actores privados, la actuación final podrá ser de mayor envergadura. En este sentido, hay que recordar que el deseo expresado por De la Torre es el dar forma a una especie de mini Estado Bernabéu, de manera que las futuras instalaciones sean de "gama alta", con sistema de césped deslizante y cubierta retráctil.