"La gente prefiere la paguita a trabajar", con estas palabras saltaba a la fama diez años después José Eugenio Arias-Camisón. Ya lo hizo con motivo de la ley antitabaco de Zapatero. Ahora decía no encontrar mano de obra para poder servir las mesas del Asador Guadalmina.
"A raíz de toda esta absurda polémica, hemos encontrado a un camarero", afirma el empresario. Añade que, aunque "no puede empezar hasta el 1 de septiembre" le va a "contratar para todo el año", como ha afirmado a EL ESPAÑOL de Málaga.
Hace unas semanas, el hostelero pedía mano de obra y rápidamente le respondieron desde el Sindicato Andaluz de Trabajadores acusándole de explotador: "Contra mí no tiene nada que hacer. Nos vamos a ver en los tribunales", respondía en un vídeo.
Según confirmó a este periódico, Trabajo nunca le ha sancionado: "¿Tú crees que voy a tener a 23 personas fijas trabajando aquí cobrando 900 euros?". Ahora habrá una más. En una semana se incorporará el ansiado camarero que tanto, según afirma, le ha costado encontrar.
Pero Camisón no tiene sólo un frente abierto. A su cruzada antirrojos hay que sumarle su cada vez más activa vida pública. Este fin de semana publicaba una foto en la que se jactaba de su cercanía a Santiago Abascal, líder de Vox: "Rojillos, se que esta foto os va a joder, por eso la publico. ¡Viva España!".
Además, también denuncia que ha tenido que pagar más del doble de luz que en julio de 2020: "Las familias españolas arruinándose, y el psicópata de la Moncloa aún de vacaciones", afirmaba.
Por otro lado, en sus publicaciones, el empresario afirma haber recibido dos correos electrónicos amenazantes. En los correos le desean una muerte "lenta y dolorosa" y que tanto él como sus clientes "revienten por Covid-19". Unos mensajes que están firmado por "un rojo de mierda".