El Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos estuvo registrando a inicios de esta semana el domicilio que Sibora Gagani, la joven desaparecida desde 2014 y su expareja, Marco Gaio, compartieron durante su noviazgo en Torremolinos. El motivo de que los agentes acudieran a la vivienda no fue otro que por la confesión espontánea que Marco realizó en uno de los pasillos de comisaría con la presencia de los agentes de la Policía Nacional.
Al ver una imagen de Sibora en un tablón, le dijo a la Policía que él fue quien la mató y que posteriormente la emparedó en la casa donde ambos vivieron, según ha confirmado el delegado de Gobierno de Andalucía, Pedro Fernández. Cuando los agentes le pidieron que firmara lo que había dicho, este se negó. No ratificó su declaración ni delante de la Policía ni frente al juez.
En declaraciones a la prensa en Granada, Fernández ha explicado que el presunto asesino hizo esas declaraciones "de forma espontánea, sin la presencia de su abogado ni la autoridad judicial" y que posteriormente cuando ya estaba su abogada presente se retractó.
"Lamentablemente en muchas ocasiones hay personas que están en prisión preventiva y van diciendo una serie de cosas al margen de la presencia de su abogado o la autoridad judicial o bien a terceras personas en prisión", ha apuntado Fernández, que también ha dicho que el propio Marco también les ha detallado que pudo utilizar ácido para hacer desaparecer el cuerpo.
Es por este último motivo por el que los agentes volvieron al domicilio mencionado en busca de cualquier tipo de rastro químico que ayude a esclarecer lo sucedido, ya que el primer registro no prosperó.
"Son unos hechos reprochables y deplorables", ha apuntado Fernández, que ha añadido que la Policía "lógicamente" tiene que seguir todas las pistas para comprobar si hay algún tipo de indicio que pueda permitir saber qué ha ocurrido con Sibora Gagani.
La abogada
Su abogada ha asegurado este miércoles a EFE que a Marco R. no se le preguntó durante su declaración ante el juez nada sobre este asunto y que en ningún momento se trató el tema de la exnovia desaparecida: "No admitió nada y solo contestó a mis preguntas".
La letrada ha indicado que a su cliente no se le ha imputado hasta el momento ningún delito por la desaparición de Sibora Gagani, aunque haya una investigación policial y judicial en curso y ha precisado que ha pedido un examen psiquiátrico y toxicológico de su cliente en relación con la muerte de Paula.
Marco, que tiene 45 años y es de origen italiano, ingresó en prisión provisional, comunicada y sin fianza el pasado sábado por el presunto asesinato de Paula, quien había sido su pareja sentimental y con la que convivía en el mismo apartamento aún, en la barriada de La Carihuela.
A raíz de su detención y el asesinato de Paula, EL ESPAÑOL de Málaga investigó en los antecedentes de Marco, que constaba en el sistema VioGén como agresor por dos denuncias anteriores. En una de ellas, incluso se llegaron a tomar medidas cautelares, concretamente una orden de alejamiento. Por si esto fuera poco, además, se pudo conocer que Sibora, otra expareja de Marco está desaparecida desde 2014. Marco fue la persona que la vio por última vez. Concretamente expresó que él habló con ella por WhatsApp el 7 de julio. Al parecer, según su relato a la familia, habían discutido y ella se marchó de casa dejando algunas de sus pertenencias en casa.
En aquel entonces, la familia de Sibora no sospechaba de que Marco pudiese haberle hecho algo, pero tras tener conocimiento de que este es el presunto autor del asesinato de Paula, han pasado a desconfiar de él. "Creemos que él la mató". La familia se muestra cautelosa, en este sentido, y se muestran esperanzados de que puedan saber qué ocurrió con Sibora pronto.
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