Si durante las fiestas malagueñas destaca un apellido en concreto, ese es el de los Ballesteros. Con sus villancicos en cada zambomba, derrochan su arte cantando y bailando haciendo que todos los presentes se sientan parte de la familia. Lo que muchos no saben es que su pasión por la música viene a través de generaciones anteriores que les marcaron el camino.
Se criaron en el número 5 de la calle Torres Quevedo, en el humilde barrio malagueño de La Luz. Un barrio que los vio crecer desde que eran unos niños de la mano de su padre, Vicente Ballesteros, al que todos conocían como 'Morenito de Córdoba' y su madre, Esperanza Rodrigo, que formaba parte del grupo de baile las hermanas Rodrigo, junto a Juana y Toñi.
Los hermanos Ballesteros, Francis y Belén, como decíamos, llevan la música en la sangre desde que tienen uso de razón gracias a sus padres. "Mi padre llega a Málaga y coincide con mi madre en un espectáculo de flamenco formado por artistas malagueños. Cantaores como Pepe de la Isla, Antonio Canilla, Tiriri o incluso el mismísimo Chiquito de la Calzada", cuenta Francis a este periódico. Con todos estos artistas coincidían bailaoras como Esperanza, que iban de pueblo en pueblo con diferentes compañías. "En cada pueblo mi padre intentaba pretender a mi madre. Ella al ser más joven que él, no quería. La cosa es que al final parece que tanto iba el cántaro a la fuente que no se volvieron a separar", prosigue entre risas.
Esperanza y Vicente llegaron a trabajar en lugares célebres como el pasaje Chinitas o el teatro Manolita Che. Montaron su propia compañía y recorrieron España entera. "Nuestro padre, por su cuenta, actuó en países extranjeros como Suiza, Alemania, Bélgica, Francia o Marruecos", cuentan los hermanos con emoción.
En la memoria de ambos, una maleta de cuero repleta de pegatinas, que antiguamente se pegaban en el equipaje al traspasar la frontera. "Esa maleta estuvo muchos años debajo de la cama de mis padres que era donde mi madre guardaba la ropa para el cambio de temporada. ¡Qué recuerdos! Dios mío", detalla Francis.
Los años fueron pasando y al 'Morenito' le tocaba jubilarse. Lo hizo en la taberna de Pepe López con el ballet de Maite Galán, con el que estuvo años en Granada. "En cambio, mi madre se dedicó a cuidarnos. Tenía tarea porque no éramos solo Belén y yo. ¡Éramos cinco! Pese a ello, tenía tiempo para llevar su academia de baile, donde estuvo muchos años enseñando a las niñas del colegio Nuestra Señora de La Luz", añade.
El resto de los hermanos no se han dedicado al mundo del espectáculo, pero Francis manifiesta que Juan Enrique, si hubiese querido, tendría un hueco en la zambomba "porque canta muy bien", que su hermana Soraya "baila todo lo que quiere" y que Vicente, "ni canta ni baila, pero tiene un arte que no se puede aguantar. Es un artista".
Las zambombas
Entre las voces que suenan para interpretar cada villancico en sus actuaciones están las de Belén y su hermano Francis. Belén fue la primera que se arrancó a cantar de todos los hermanos. Siendo muy pequeña, recorría el pasillo de su casa cantando e incluso acudía al salón de la iglesia del barrio a cantar en un coro, donde dio sus primeros pasos. Llegó a formar un grupo con otra de las integrantes de la zambomba, Mari Ángeles: el dúo 'Macambe'.
"Yo me inicié un poquito más tarde. Había tanto nivel en mi casa, que no abría la boca pensando que no cantaría jamás algo de flamenco. De hecho, tengo 44 años y me cuesta mucho decir que canto flamenco por el respeto y admiración que tengo a los flamencos", comenta Francis.
Las navidades en su casa eran una fiesta repleta de amigos y familia. "Siempre nos hemos juntado, y la verdad es que las del año pasado fueron muy tristes. Más allá de que no trabajamos con las zambombás, fue una pena no poder reunirnos todos, como solemos hacer", dice Belén. Así, en 2013, deciden dar un paso que cambiaría sus vidas. Harían su primera zambomba en familia, junto a su padre y su madre."No fue porque ellos las hicieran en su día, sino por hacerles un homenaje por todo lo que nos han dado", añade.
Desde 2015, cuando fallecieron tanto Esperanza como Vicente, los hermanos decidieron seguir sacando el grupo cada Navidad, por su cuenta, como una "tradición", porque saben que a ellos les encantaría seguir viéndolos. Sobre el escenario, acompañan en voces a los hermanos, Mari Ángeles Román y Francisco García. A la percusión, Francis 'El Pipa', a la flauta, Javier Contreras, a la guitarra, Carmelo del Carmen y David Heredia y bailando, Soraya Rueda Ballesteros, sobrina de Belén y Francis. Eso sí, este año quizás cuenten con alguna sorpresa añadida.
Su vínculo con San Andrés
Cuando la cofradía comenzaba a salir a la calle, el recorrido era distinto al actual y pasaba justo por Torres Quevedo, la calle de los Ballesteros. Su balcón, engalanado cada sábado de pasión, recibía a las Sagradas Imágenes con una saeta de padre e hija. "Por motivos de duración, se recortó el recorrido y ahora ya no pasan, pero siempre vamos a la Avenida de La Luz a cantarle, y en otras partes del recorrido para cumplir como él lo haría".
Además, la familia es muy carnavalera y llevan años formando parte de la murga de San Andrés. "Si lo pensamos, en Málaga los del carnaval, la Semana Santa y El Rocío somos todos los mismos", comenta Belén entre risas.
"Mi cuñado, el marido de Belén es el director actual de la murga. Allí fue donde me convencí de que yo tan mal no lo hacía. Salí ocho años con ellos y esa etapa fue para mí un máster de interpretación donde perdí mi miedo escénico y saqué lo mejor de mí como artista", zanja Francis.
¿Dónde verlos?
4 de diciembre (hoy) 20.00 h - Casa Hermandad de la Sentencia
5,7 y 8 de diciembre 20.00 h - Casa Hermandad de San Andrés
10 de diciembre (tarde) - Plaza Félix Sáenz
11 de diciembre 16.00 h - Torre de Benagalbón
17 de diciembre (tarde) - Cruz de Humilladero
22 de diciembre 19.00 h - Cortijo de San Joaquín
Noticias relacionadas
- El Harén apaga sus velas, pero no olvidaremos su romanticismo: Aida y Jhony tuvieron allí su primera cita
- Ainoa Buitrago: "Me hace mucha ilusión volver a Málaga, fue mi primer concierto fuera de Madrid"
- Se apagan las velas de El Harén, la tetería donde aprendió a caminar la cantera del arte malagueño