Una boda es un momento especial, un instante en el tiempo en el que dos vidas se entrelazan en un compromiso que promete ser eterno. En el corazón de Málaga, Joyería Godino ha dado un paso más en la fabricación de joyas nupciales para convertirse en algo excepcional. Su propuesta destaca por dar la oportunidad a las parejas de hacer con sus propias manos las joyas con las que se van a jurar amor. Esta es una experiencia única en Málaga que además pocos lugares en España ofrecen.

La iniciativa recibe el nombre de ‘Taller de Alianzas’. En este espacio, las futuras esposas y esposos no solo diseñan sus anillos de boda, sino que también los fabrican ellos mismos. Con sus propias manos y la ayuda de Manuel León funden el oro, pulen y engastan sus anillos, las piezas que llevarán en sus manos a ser posible durante el resto de sus vidas. 

Vídeo de la experiencia.



“Cada vez que miréis vuestras alianzas, recordaréis el momento en que las creasteis y todo lo que significan para ambos”, proclama con cariño la página web. “Juntos podrán crear unos anillos que simbolizan todo vuestro amor y compromiso mutuo”.

La joyería tiene bastante demanda para participar en dicho taller. Todas las semanas, al menos una pareja busca crear sus propias joyas. Les tomará un día, toda una mañana o toda una tarde. "Es precioso saber que estás colaborando en hacer la alianza. Además, sales del estrés de los preparativos de la boda", comparte una de las clientas de la joyería.

Joyería Godino

La historia de la Joyería Godino es una narrativa de herencia y evolución. Todo comenzó en 1897, cuando el tatarabuelo de Manuel León, el actual propietario, fundó el taller en Córdoba. El legado de habilidades y pasión fue transmitido a través de generaciones. En 1970, el padre de Manuel estableció un taller de filigrana y joyería. Manuel, tras haber sido profesor de filosofía, inauguró su propia tienda en Ronda en 1997. 

Manuel León y María José, dueños de Joyería Godino. Raquel Alcalde

El año 2017 marcó una nueva fase para la Joyería Godino, cuando decidió abrir sus puertas en Calle Santa María, en el centro de Málaga. "Málaga nos recibió bastante bien, con mucha más aceptación de la esperada", recuerda Manuel León. Sin embargo, lo que realmente destaca a esta joyería es su compromiso con la fabricación y el servicio técnico de joyas de alta gama, especialmente en el ámbito de las bodas, con su submarca Godino Bodas.

Con su compromiso de forjar alianzas duraderas, en más de un sentido, la Joyería Godino es un testimonio de que el arte, la joyería y el amor están intrínsecamente entrelazados. Los anillos, pendientes, pulseras y gargantillas son piezas que cuentan historias y emociones.

Para Manuel León, el mundo de la joyería es “una manifestación de la necesidad de las personas de gustar y gustarse, una forma de adornarse y expresar la individualidad en la sociedad”. Sin embargo, él no porta joyas, ya que como dice el refrán ‘En casa del herrero, cuchara de palo’, admite sincero.

El camino de Manuel hacia la joyería no fue directo. Con 18 años, no tenía la intención de unirse al negocio familiar, ya que su pasión residía en practicar balonmano y pasar tiempo con sus amigos. Sin embargo, el destino lo llevó joven al taller, donde su padre lo entrenó durante los veranos en el oficio.

Todo parecía apuntar a que Manuel y su mujer Maria José pasarían sus días como profesores de filosofía en un instituto. Sin embargo, un cambio de destino los llevó a abrir en Ronda la Joyería Godino, un 11 de febrero de 1997. A lo largo de los años, Manuel se sumergió en el aprendizaje, desde la gemología hasta el art decó y el art nouveau.

Como relata, fueron muchos años de aprendizaje, de viajes y de conocimientos. En Amberes estudió un Máster en Diamantes. Más tarde se especializó también en rubíes, zafiros y turmalinas. Aprendió a tasar alhajas y se convirtió en un maestro en diversas disciplinas de la joyería: engastador, pulidor, bañador, matricero, escultor, sacador de fuego y diseñador de joyas.

Pese a haber pasado más de 16 años aprendiendo el oficio de joyero, Manuel admite seguir en constante aprendizaje, lo que hace que en Joyería Godino se puedan vender joyas de alta gama. La filosofía también encuentra su lugar en el mundo de las joyas.

Para Manuel y María José, la conexión de ambos con la filosofía les proporciona soluciones creativas y perspectivas únicas en los desafíos diarios. No se trata solo de vender, sino de brindar orientación sincera y personalizada, incluso si eso significa desaconsejar una compra.

"La joyería es un negocio de confianza, si tu joyero te dice que lo que estás comprando es oro, lo crees", enfatiza Manuel. “En los principios que rigen nuestro negocio se encuentra no manipular para forzar la venta”

“Atendemos, observamos, hablamos, pensamos y vemos qué estamos dispuestos a hacer y qué no”. La Joyería Godino no solo es un espacio de diseño y fabricación de joyas, sino un lugar donde las historias, la artesanía y la filosofía convergen para crear experiencias inolvidables.

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