Motor

Más cerca de la producción el revolucionario Aston Martin Valkyrie

21 julio, 2017 19:55

Valquiria, dice la RAE que esta palabra hace referencia a las divinidades escandinavas que determinaban qué guerreros debían morir en el campo de batalla. Valkyrie ha sido precisamente el nombre elegido por parte de Aston Martin para su hiperdeportivo de nueva generación, el cual ha nacido en gran parte gracias a la colaboración técnica de Red Bull Advanced Technologies, la escudería de Fórmula 1 en el proyecto como forma de sellar una relación entre ambas partes que comenzó con el patrocinio por parte del fabricante británico al equipo de las bebidas energéticas.

Se sigue así la tradición que ha llevado a los ingleses a bautizar con nombres que comienzan por V a todos sus buques insignia durante décadas: Virage, Vantage, Vanquish y el moderno Vulcan. Ahora, tras dejar entrever hace unos meses sus formas en las primeras imágenes de una versión prototipo del Aston Martin Valkyrie, la firma ha mostrado una nueva unidad conceptual -según la marca al 95% de lo que será el modelo de producción- del que sin duda es uno de sus automóviles más arriesgados de su era moderna.

A caballo entre un Fórmula 1 y un prototipo de la máxima categoría de las 24 Horas de Le Mans, nos encontramos con un coche de competición apto para circular por la calle que ha contado con la participación de entre otros del prestigioso técnico británico, Andrian Newey, el cual ha plasmado en él alguna de las ideas que tenía reservadas para un posible proyecto LMP1 de Red Bull.

El monocasco de carbono se convierte en el centro en torno al que se desarrolla una compleja aerodinámica que ha llevado a diseñar una parte inferior que recuerda a la de un monoplaza, con una canalización que lleva directamente el flujo del aire para que trabaje el difusor trasero. Tal es el nivel de detalle y las sinergias con la competición que incluso se ha decidido instalar llantas lenticulares para reducir la resistencia en dicha zona. Tal ha sido lo obsesivo de su diseño, que a pesar de todavía dejar abierta la puerta a nuevas modificaciones para mejorar su rendimiento, la insignia de la doble ala ha sido realizada en una chapa de aluminio más fina que un cabello humano.

En el interior, no hay lugar para equipamiento ostentosos y lujo. Como un buen vehículo de carreras llevado a la calle, el habitáculo es espartano, con mucha fibra de carbono y la presencia de dos pantallas adicionales en las que se reflejará la imagen captada por dos cámaras que harán las veces de retrovisores con el objetivo de suprimir dicho elemento y así mejorar la aerodinámica. Sólo se construirán entre 99 y 150 unidades, a las que habrá que sumar las 25 que sólo estarán homologadas para rodar en circuito. En la actualidad, todas ellas ya tienen propietarios a pesar de que el proceso será largo y la fecha de entrega final no se espera hasta el año 2019. En cuanto a la mecánica, puesta a punto por Cosworth, se espera según los rumores que se utilice un propulsor 6.5 V12 que rondaría los 1.000 CV.

Aston-Martin-Valkyrie_11

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