Neumático de verano Vs de invierno: hasta dónde podré llegar con cada uno
La llegada del invierno trae consigo un inevitable cambio en las condiciones meteorológicas. Las temperaturas bajan, las horas de luz son menores y las precipitaciones son más violentas e intensas. Todos estos cambios afectan a la hora de ponerse al volante, pero está en nuestras manos limitar sus efectos en la medida de lo posible.
Sí, es evidente que seguir una serie de recomendaciones como conducir en las horas centrales del día, evitar carreteras poco transitadas y mantener el vehículo en las mejores condiciones ayudan a minimizar los riesgos, pero si además podemos adaptar nuestro coche a las características del entorno, mucho mejor.
Uno de los elementos que más pueden ayudar a mantener la situación bajo control son los neumáticos. Al fin y al cabo, es lo único que sirve de enlace entre el vehículo y el asfalto. Sin embargo, aún son muchos los conductores que desconocen la existencia de neumáticos de invierno, especialmente diseñados para su uso en condiciones de baja temperatura.
No, un neumático de invierno no es uno neumático de clavos, o de nieve. No es lo mismo...aunque su propósito sí está enfocado a extraer el máximo agarre en condiciones difíciles. ¿En qué se diferencia un neumático de invierno de uno de verano? Su composición es la variación más evidente, pero no la única.
Un neumático de verano está diseñado para ofrecer el máximo agarre siempre que la temperatura ambiente sea superior a 7ºC. Es cierto que dentro de los neumáticos de verano se pueden encontrar diferentes modelos dependiendo de su propósito, más enfocado al rendimiento en seco o en mojado.
Sin embargo, un neumático de invierno está pensado para empezar a funcionar de forma correcta por debajo de la temperatura antes mencionada, gracias a una selección de materiales que ofrecen su mayor índice de elasticidad y adherencia a bajas temperaturas. Por lo general, estos neumáticos están diseñados a su vez para mejorar su comportamiento en condiciones de lluvias extremas o nieve ligera. Identificables por el distintivo "M+S", todos los neumáticos de invierno permiten prescindir, además, del uso de cadenas gracias a su mejor agarre.
Por tanto, si en el periodo comprendido entre noviembre y marzo vamos a circular con frecuencia por zonas de bajas temperaturas y/o altas precipitaciones, es muy recomendable apostar por estos neumáticos, que nos permitirán avanzar con seguridad donde los neumáticos de verano comenzarían a flaquear.