Llega una nueva marca de coches eléctricos. Y no estamos hablando de una marca china... lo que hoy ya nos parece llamativo. Se trata de Fisker y su entrada en España está prevista en 2024 tal y como ha podido conocer EL ESPAÑOL de fuentes cercanas a la compañía.

En concreto, su expansión por los países del sur de Europa (entre ellos España) se producirá en el primer trimestre de 2024. De esta manera, esta firma avanza en su apuesta por la gran mayoría de mercados europeos, puesto que ya está presente en diez países del Viejo Continente: Bélgica, Países Bajos, Suiza, Dinamarca, Noruega, Alemania, Francia, Austria, Suecia.

Asimismo, Fisker también ofrece sus operaciones comerciales en otros mercados como Estados Unidos, país en el que tiene muchas raíces; y también en Canadá. En total son alrededor de 12 mercados para los que Fisker prevé comercializar entre 20.000 y 23.000 unidades en 2023, una cifra que no es excesivamente elevada.

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En cuanto a la gama de Fisker por el momento solo cuenta con un único coche 100% eléctrico. Se trata del Fisker Ocean, un SUV que lanzó en 2022 en algunos países y que se caracteriza por tener un tamaño grande: 4,77 metros de largo, 1,98 metros de ancho y 1,63 metros de alto.

Con estas dimensiones, por tanto, el Fisker Ocean puede ser un rival de modelos como el Tesla Model Y, Hyundai Ioniq 5, Toyota BZ4X, MG Marvel R, Skoda Enyaq, Volkswagen ID.4 y Ford Mustang Mach-e, entre otros.

El Fisker Ocean, en una imagen de archivo

Si bien por lo que el Fisker Ocean puede realmente llamar la atención es por su precio. Entre otras razones porque es más que probable que se convierta en el coche eléctrico más barato de su categoría. En este sentido, aunque todavía no se conocen los precios en España, todo apunta a que sean muy similares a los que tiene en Alemania, que parte de 41.560 euros aproximadamente.

Este precio se corresponde con la versión inicial con un motor de 279 CV de potencia y una batería de 75 kWh. Esta batería está desarrollada con litio ferro fosfato, un tipo de material que permite disminuir el precio del vehículo, si bien las cargas son más lentas.

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En este sentido, no obstante, el Fisker Ocean ofrece unas cargas de 11 kW en corriente alterna (AC) y 200 kW en corriente continua (DC). Con esta batería de 75 kWh cuenta con una autonomía de 440 kilómetros según la normativa WLTP. Esto le otorga un consumo homologado de alrededor de 17 kWh cada 100 kilómetros.

Además, Fisker también contará con una versión más capaz del Fisker Ocean que es la que cuenta con baterías de mayor capacidad. Esta batería de iones de litio con el cátodo de NMC (níquel, manganeso y cobalto) cuentan con 106 kWh de capacidad neta lo que le permite aumentar la autonomía hasta los 535 kilómetros. Este Fisker Ocean más capaz en Alemania tiene un precio que parte de los 57.000 euros.

Interior del Fisker Ocean.

Fisker, una compañía con dificultades en sus inicios

Si bien a la hora de pensar en Fisker la mente nos lleva a Estados Unidos, en realidad sus orígenes están en Europa. La marca de automóviles Fisker es el sueño de Henrik Fisker, nacido en Dinamarca en 1963. Graduado en diseño por el 'Art Center College of Design' de Pasadena y por la Universidad de Suiza, empezó a ser conocido en la industria del automóvil en 2001 por su trabajo en Ford y Aston Martin, en Londres.

Entre sus logros, ser el responsable de diseño del Aston Martin DB-9 y del Aston Martin AM-V8 Vantage. Tras la experiencia conseguida en estas marcas funda Fisker Automotive en 2005 con la ayuda de Quantum Technologies.

Por aquel entonces, Fisker Aumotive se convertía en una compañía privada americana de producción de automóviles premium con su sede central en California, Estados Unidos. Además, otros aspectos característicos de esta compañía eran una producción limitada y la fabricación de modelos muy pasionales como el Karma que se presentó en Europa en 2009.

Asientos delanteros en el Fisker Ocean.

Inicialmente la producción comenzaría en 2012 con una estimación de entre 75.000 y 100.000 unidades, la mitad para mercados exteriores fuera de Estados Unidos. Para conseguir esta producción adquiría una planta de General Motors en Estados Unidos por 18 millones de dólares y conseguía además créditos estatales por alrededor de 529 millones de dólares.

Sin embargo, en 2012 Fisker anuncia problemas con las baterías que llevan al traste sus planes y un año más tarde, en 2013, Henrik Fisker dimite como CEO y poco después entra en suspensión de pagos.

Sin embargo, lejos de rendirse en 2016 funda de nuevo Fisker Inc (antes era Fisker Automotive), ya que se había quedado con la propiedad de la marca comercial y el logo. Vuelve a captar rondas de financiación, en este caso de 50 millones de euros en 2020, y planifica el lanzamiento de su todocamino eléctrico Ocean para 2022.

Interior del Fisker Ocean.

Otro paso clave es la llegada de un acuerdo con el también constructor de vehículos y componentes para automóviles Magna para el ensamblaje del todocamino eléctrico Ocean, que comenzó el 17 de noviembre de 2022 en la planta que Magna tiene en la ciudad austriaca de Graz. Mientras tanto, la compañía sigue con unos primeros años muy difíciles con pérdidas en 2019 (9 millones de dólares), 2020 (54 millones de dólares), 2021 (471 millones de dólares) y 2022 (170 millones de dólares).

Finalmente, en 2023 el fabricante de vehículos eléctricos Fisker entregaba su primer coche en Dinamarca. Llegaba por fin el primer Fisker a rodar por las carreteras y su CEO Henrik Fisker afirmaba estar emocionado y a la vez agradecía la paciencia de los clientes mientras "perfeccionaban" los procesos de entrega.

"Nos estamos preparando para aumentar significativamente nuestro ritmo de entregas en EE. UU. y Europa. Estamos ampliando tanto nuestros equipos como nuestras ubicaciones físicas", señalaba este directivo.

Fisker ha fabricado hasta ahora 5.000 unidades del Ocean, el SUV eléctrico y espera aumentar las entregas a 300 unidades al día a finales de este año en Europa y Estados Unidos. Fisker prevé un margen bruto de entre 8% y 12% para todo el año 2023, siempre y cuando los costes de insumos no cambien drásticamente.

Por último, señalar que entre los próximos modelos Fisker espera poder tener una gama más amplia para 2025. De todos ellos, destaca especialmente el proyecto Pear, que según han señalado la compañía tendría un precio inferior a los 30.000 dólares. A él se sumará otros dos coches: Alaska y Ronin.

En definitiva, el sueño de Henrik Fisker ya es una realidad y sus coches se podrán comprar en España. Ahora será el mercado el que dictamine su evolución.

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