Los coches eléctricos se incendian más que los de combustión... ¿verdad o mito? Los expertos responden
Apagar el fuego de un modelo eléctrico suele ser más complejo, además de necesitar mucha más agua respecto a uno térmico.
25 agosto, 2024 02:12La imagen de un coche eléctrico en llamas es, por lo general, un debate bastante polémico. A menudo los medios de comunicación propagan contenido de incendios provocados por este tipo de vehículos, y lo que circula por redes sociales es directamente incalculable. Tanto es así que parece que solo se incendian modelos propulsados por baterías.
En un artículo publicado en diciembre de 2023 por Spectrum.ieee.org, la revista del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, se incidió en que la prensa fomentaba los temores en torno a los incendios de los vehículos eléctricos. Además, señalaron que no se les había equiparado de una manera justa frente a los vehículos térmicos.
Paul A. Kohl, profesor de la Escuela de Ingeniería Química y Biomolecular de GeorgiaTech (Atlanta, Estados Unidos), señaló al respecto que "los medios de comunicación no tratan a los vehículos eléctricos y a los de combustión interna por igual, porque la gasolina ya no es sensacionalista".
Según las estadísticas...
Según apunta Spectrum.ieee.org, en Suecia los vehículos eléctricos y los híbridos ya representan el 40% de los coches nuevos vendidos. Sin embargo, el número de incendios de coches cero emisiones es relativamente bajo.
En este sentido, la Agencia Sueca de Contingencias Civiles (MSB) informó de que en 2022 solo se produjeron 24 incendios de turismos eléctricos en Suecia, lo que supone el 0,004% de los coches a batería del país. En el caso de los coches térmicos (gasolina o diésel), la tasa de incendio fue del 0,08%, es decir, 20 veces la frecuencia.
Por otro lado, en un artículo de Autoweek.com, la publicación estadounidense especializada en motor, se recopilaron datos procedentes de las ventas y accidentes de la Oficina de Estadísticas de Transporte de Estados Unidos y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos.
Los resultados obtenidos fueron que los vehículos híbridos eran los más propensos a incendiarse, seguidos por los vehículos de gasolina. Según las estadísticas recogidas, los vehículos híbridos fueron los que tuvieron más incendios, con 3474,5 casos por cada 100.000 ventas. Asimismo, se produjeron 1.529,9 incendios por cada 100.000 vehículos de gas y solo 25,1 incidentes por cada 100.000 ventas de vehículos eléctricos.
Así arde un eléctrico
Otra de las conclusiones del artículo es que las baterías de un coche eléctrico tardan más hasta que comienzan a quemarse, debido a la química de las mismas. Esto es lo que marca una principal diferencia respecto a los coches de combustión cuando hay un choque.
"Los incendios provocados por gasolina se inician casi inmediatamente cuando entra en contacto con una chispa y se propagan rápidamente. Los incendios provocados por baterías suelen tardar un tiempo en alcanzar el calor necesario para iniciar el incendio" señala el medio.
"En algunos casos, ese retraso es una muy buena noticia. Puede permitir que los ocupantes de un coche implicado en un accidente salgan del vehículo antes de que se inicie el incendio. Pero puede plantear sus propios problemas", añade Autoweek.com
En este sentido, en un incendio de 2022 que tuvo lugar en Stamford (Estados Unidos), la Asociación Internacional de Servicios contra Incendios y de Seguridad (CTIF) precisó que se necesitaron casi 90.000 litros de agua (24.000 galones) para apagar las llamas de un Tesla.
Uno de los mayores inconvenientes es que la batería se ubica en la parte inferior del vehículo y está encerrada en una carcasa de titanio, por lo que es muy difícil de alcanzar para los equipos de bomberos. Otro problema es que los productos químicos de la batería seguirán produciendo su propio oxígeno en cierta medida, incluso cuando está completamente mojada.
En definitiva, no cabe duda de que todavía existe cierto desconocimiento sobre las catástrofes relacionadas con el vehículo eléctrico, entre otras cosas, porque su vida en el mercado es relativamente corta. Por ello, es necesario elaborar hojas de rescate, protocolos e impartir formación específica para los profesionales.