La muerte de Romina, decapitada por su padre, reabre el debate sobre los crímenes de honor en Irán
La joven, de 14 años, había había huido de casa con su pareja. El presidente Rouhani ha pedido a su gabinete que se aprueben leyes severas contra este tipo de delito.
28 mayo, 2020 16:43Noticias relacionadas
El brutal asesinato de Romina Ashrafi a manos de su padre por su relación con un hombre ha desatado la ira en Irán, y el presidente Hassan Rouhani instó a los legisladores a trabajar rápidamente en un proyecto de ley para prevenir la violencia contra las mujeres y acabar de una vez con los crímenes de honor.
Romina Ashrafi, de 14 años, huyó de su casa con su pareja, un hombre de 34 años, a mediados de mayo. La policía les detuvo a los pocos días y Ashrafi fue entregada a la custodia de su familia pese a haber advertido a las autoridades de que su vida corria peligro si le hacían regeresar a casa. El 21 de mayo, el padre de Ashrafi la atacó mientras dormía y la decapitó con una hoz. Después se entregó en la comisaria y actualmente está bajo custodia policial.
El crimen hizo la portada de varios periódicos nacionales y fue ampliamente criticado en las redes sociales. Este miércoles, Rohaní instó a su Gabinete a acelerar leyes más severas contra este tipo de asesinatos y presionó para que se apruebe rápidamente la legislación que se discute desde hace años.
"Sin duda, nuestro trabajo es el seguimiento judicial del problema y el castigo severo para el autor de este crimen", dijo el miércoles el viceministro de Justicia, Mahmoud Abbasi, según informa la agencia estatal de noticias IRNA. "Pero este caso no es el final del camino. Es el comienzo de un camino largo y terrible que requiere que demos un paso para prevenir el sacrificio de otras Rominas en la sociedad".
Massoumeh Ebtekar, vicepresidenta de mujeres y asuntos familiares, pidió un proyecto de ley centrado en establecer la seguridad para que las mujeres sean priorizadas durante una reunión de gabinete el miércoles.
El presidente Rouhani expresó su pesar por el asesinato y pidió que se cumplan rápidamente los proyectos de ley que impiden este tipo de violencia.
A día de hoy, el padre de Romina podría ser condenado a hasta diez años de cárcel pero no a la pena capital, sentencia que podría ser dictada por un asesinato si ella no fuese su hija.