La moda, aunque muchas veces sea considerada frívola y superficial, es uno de los mayores símbolos de libertad individual. Cada uno de nosotros elegimos diariamente cómo queremos mostrarnos ante el mundo en función de nuestros gustos y personalidad. Siendo conscientes de ello, 12 mujeres supervivientes de la trata han creado una colección única y sostenible con la que quieren dar a la sociedad lo que la moda les devolvió a ellas: su libertad y dignidad.
La colección 'Libre' marca el final de una etapa para las 12 supervivientes, que gracias a APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida) han salido de las redes de trata y cuentan ahora con formación, permisos de trabajo y de residencia. La elaboración de Libre ha durado más de un año, está compuesta por 70 prendas y se exhibirá en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid este sábado 10 de abril.
En el proyecto también ha colaborado el diseñador Ulises Mérida, así como diferentes empresas que han donado telas y otros materiales. Además de la exhibición, también se podrán comprar las prensas en la Calle Ballesta número 9 de Madrid. Los fondos que se recauden estarán destinados a la formación de más mujeres que APRAMP saca de las calles para que, como dice Rocío Mora, directora de la asociación, vuelvan a ser visibles y recuperen su identidad.
"Nosotros nos encontramos a todas las mujeres sin identidad y esta colección, Libre, las hace libres porque hemos conseguido que toda la sociedad las visibilize y les ponga nombres y apellidos. Lo que queremos con esto es que dejemos de utilizarlas y que las acojamos en esto que es nuestro primer mundo", cuenta a MagasIN.
Desde hace 30 años APRAMP trabaja para sacar a las mujeres de las redes de trata, que muchas veces han llegado a España "engañadas, coaccionadas y violentadas" para ejercer la prostitución. Las 12 supervivientes que han hecho Libre son solo una pequeña muestra de la labor que ejerce la asociación, ya que solo en la Comunidad de Madrid atienden a una media de 280 mujeres.
"Además de en Madrid, estamos en Asturias, Salamanca, Badajoz, Murcia y Almería. Tenemos una unidad móvil las 24 horas del día y tratamos de llegar a esas potenciales víctimas de trata, de explotación o de prostitución". Lo más destacado y que Mora cree que les diferencia de otras asociaciones, es que en esas unidades móviles van otras supervivientes de la trata.
"Intentamos llegar a estas mujeres y poderlas informar en su propio idioma y su cultura. No es lo mismo que vaya una educadora o una trabajadora social que una mediadora que ha pasado por esa misma situación y que puede explicar que ese proceso tiene éxito. Tenemos a 35 supervivientes dentro de su equipo técnico que hacen un trabajo no solo de detección, sino también de acompañamiento".
Una vez contactan con la víctima, siempre siguiendo unos protocolos y estándares europeos y en colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, la mujer es llevada al centro de acogida de APRAMP donde pauta con un equipo multidisciplinar un itinerario individualizado de inserción.
Trata en la pandemia
Libre quiere mostrar que, aunque a veces los procesos recuperación de estas mujeres pueden ser largos, al final tienen éxito. Además, llega en un momento crucial para las víctimas de trata ya que la pandemia ha dificultado la labor de APRAMP pero no ha hecho que disminuya la demanda de prostitución.
"Somos un proyecto y un servicio esencial así que hemos seguido haciendo nuestro trabajo, pero nos ha sorprendido muchísimo cómo la industria del sexo ha seguido activa. Nadie ha paralizado la explotación de seres humanos, esta forma de violencia contra las mujeres ha seguido en auge. No dejamos de ser el país a nivel europeo que más está demandando cuerpos de mujeres y de niñas para ser esclavas en nuestras calles, nuestros polígonos industriales y pisos particulares", explica Mora.
En este tiempo han proliferado los medios digitales a la hora de recurrir a servicios sexuales, pero Mora advierte de que es algo temporal porque "los prostituyentes quieren carne, no hacerlo a través de las redes". Aunque esto pueda parecer más seguro para las mujeres, también puede llevar a una mayor extorsión contra ellas ya que "se pueden sacar imágenes que quedan en internet".
Ley contra la trata
Para eliminar estas situaciones APRAMP reclama una ley integral enfocada en abolir la prostitución, que no prohibirla. "Si se prohíbe la prostitución esas mujeres no dejarán ejercerla, con lo cual se las criminalizaría. Lo que queremos son políticas públicas para que las mujeres tengan alternativas reales para recuperar todos los derechos que han sido vulnerados por todos y cada unos de sus victimarios. Eso pasa por medidas de detección, identificación de víctimas, protección...".
Por otro lado, también pide que se penalicen todas las formas de proxenetismo. "Estos demandantes de sexo de pago saben muy bien qué es lo que están pidiendo, son conscientes de en qué situación están estas mujeres. Por eso creemos que es una manera de acotar toda la complicidad y a todos los victimarios que se están beneficiando de miles y miles de mujeres que son captadas, trasladadas y finalmente esclavizadas en nuestro país".
"Lo que tenemos que lograr es llegar a un consenso para que todas estas mujeres sean libres y recuperen su libertad y su dignidad. De verdad, creo que hay que resaltar libertad y dignidad porque cuando las pierdes no tienes ni siquiera identidad", insiste. Y es que, el 98% de las mujeres que ejercen la prostitución no 'lo hacen porque quieren' como a veces se justifica.
"Aunque lo hicieran porque quieren, el Estado está para dar valor a todas las que quieren salir de esta situación que no pueden hablar, a las que se ha privado de su libertad. Por eso la colección Libre resume en una palabra lo que ha significado el proyecto para estas mujeres que han pasado por una situación de esclavitud y gracias a la moda tienen una alternativa real, evidentemente bajo el paraguas de una intervención integral especializada", añade.