Pakistán da un paso más hacia la igualdad. Este lunes, Ayesha Malik ha jurado el cargo como jueza del Tribunal Supremo, convirtiéndose así en la primera mujer que logra acceder a la máxima instancia judicial de este conservador país. Un nombramiento que ha suscitado las críticas de las asociaciones de abogados pakistaníes, pero también la celebración de colectivos a favor de la igualdad y los derechos humanos.
Malik, de 55 años, estudió en escuelas de París y Nueva York. Más tarde entró en Cambridge y se licenció en Comercio de Government College of Commerce & Economics. Estudió Derecho en la Universidad de Pakistán y después fue a Harvard para realizar el máster.
En 2012 tomó posesión como jueza del Tribunal Superior de Lahore (Pakistán) y en los últimos años se ha convertido en una figura reconocida del país debido a su lucha contra las leyes patriarcales y anticuadas que aún permanecen y por defender los derechos de las mujeres. En este sentido, desde 2019 es presidenta del Comité para la Protección de las Mujeres Juezas recién formado en Lahore y también es miembro de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces (IAWJ).
En lo que respecta a su trabajo como jueza, destaca la medida que tomó el año pasado, por la que prohibió las pruebas de virginidad invasivas y médicamente desacreditadas que se hacían a las mujeres víctimas de violación o agresiones sexuales.
Nombramiento controvertido
Según informó Efe, el presidente del Supremo, Gulzar Ahmed, fue el encargado de tomar el histórico juramento a Malik en una ceremonia celebrada este lunes en Islamabad y retransmitida en directo por las televisiones nacionales.
Tras el acto, Ahmed afirmó que Malik es lo suficientemente competente como para convertirse en jueza del Tribunal Supremo de Pakistán, aunque reconoció que fue nombrada para ostentar el cargo por el hecho de ser "mujer".
Además de las críticas de grupos conservadores, otros profesionales han cuestionado el ascenso de Malik por violar el principio de antigüedad para nombrar a jueces al Supremo. La letrada era la cuarta en la lista de antigüedad de ese tribunal, con lo cual, a juicio de los críticos, otros jueces superiores tenían más mérito para alcanzar el puesto en el Tribunal Supremo.
Esto hizo que diferentes asociaciones judiciales amenazasen con ir a la huelga y protestar durante el acto, unas advertencias que finalmente no se han llevado a cabo.
Celebración de activistas
No obstante, el nombramiento de Malik ha abierto la esperanza de muchos activistas por los derechos humanos como la abogada por los derechos de las mujeres, Khadija Siddiqi. "Ella ha roto todas las barreras en el sistema judicial y permitirá que otras mujeres en el sistema avancen. Espero que esto conduzca a decisiones judiciales más centradas en las mujeres en el futuro", expresó en declaraciones recogidas por Al Jazeera News.
"Es un momento histórico tanto para el Tribunal Supremo de Pakistán como para las jóvenes y niñas pakistaníes que ahora saben que ellas también pueden tener un asiento en las mesas de poder", escribió en Twitter Anita Zaidi, presidenta de Género y Equidad de la Fundación Gates.
Avances en Pakistán
Aunque todavía es un país eminentemente machista, Amnistía Internacional (AI) destaca los avances de Pakistán en materia de igualdad de género y que se han logrado principalmente gracias a la lucha de las mujeres por sus derechos.
Ponen el foco en las marchas con el eslogan “my body, my choice” (mi cuerpo, mi decisión) que intentaron prohibirse. Finalmente, el tribunal resolvió que la prohibición sería inconstitucional. Otro hecho destacado fue una brutal violación en grupo ocurrida en septiembre de 2020 a una mujer delante de sus hijos que provocó la indignación en todo el país. Se llevaron a cabo multitudinarios actos de protesta pidiendo la dimisión de un alto mando policial que había culpado a la víctima de la agresión. Asimismo, este caso hizo que se exigiese castigos más severos contra los agresores, hasta el punto de que se planteó la castración química para los violadores.
Finalmente, se aprobó la Ley Zainab de Alerta que, según Amnistía Internacional, "constituyó un éxito inusitado". Esta ley tenía por objeto agilizar los procedimientos y mejorar la coordinación entre distintas instituciones gubernamentales para recuperar a niños y niñas desaparecidos y secuestrados. Todavía queda mucho por hacer
Los activistas esperan que Malik, que será la única mujer de los 17 miembros del Supremo, pueda presionar para seguir avanzando en materia de derechos, en un país donde, como denuncia AI, la mayoría de maltratadores y violadores "no rinden cuentas".