Por el momento, las niñas y jóvenes a partir de los 11 años seguirán sin volver a las aulas en Afganistán. Pese a que el gobierno talibán prometió hace varias semanas que reabriría los colegios y escuelas secundarias para chicas, este miércoles ha reculado en su decisión, a las pocas horas de que las estudiantes retomasen las clases.
Ha habido casi siete meses de incertidumbre sobre la educación femenina en el país, que estaba prohibida desde la llegada de los talibanes al poder, y este repentino cambio de criterio nada más abrirse las escuelas ha sido un jarro de agua fría para miles de jóvenes. Según han informado medios como Al Jazeera News, son muchas las que han salido entre lágrimas al conocerse la orden de cierre de los talibanes.
"Informamos a todas las escuelas secundarias de niñas y aquellas escuelas que tienen estudiantes femeninas por encima del sexto curso que están libres hasta la próxima orden", ha informado el gobierno fundamentalista en un comunicado, compartido por Al Jazeera News.
Tas conocerse la noticia, el portavoz del Ministerio de Educación afgano, Aziz Ahmad Rayan, declaró que "no tenemos permitido hablar sobre esto". Sin embargo, un poco más tarde, el portavoz talibán, Inamullah Samangani, confirmó la decisión a Agence France Press: "Sí, es verdad", afirmó.
El motivo que han aducido los talibanes para volver a cerrar las clases a las jóvenes ha sido que tienen que encontrar un uniforme femenino que "se ajuste a la sharía -ley islámica- y a la tradición afgana".
Críticas internacionales
En principio, una vez decidan cómo serán estos uniformes, las chicas podrían volver a estudiar. Sin embargo, la enviada de las Naciones Unidas, Deborah Lyons, ha calificado esta situación de cierre como "perturbadora".
La misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) también lamentó el cierre de las escuelas: "Naciones Unidas en Afganistán deplora el anuncio hecho hoy por los talibanes de que van a ampliar su prohibición indefinida a las alumnas por encima del grado 6 de volver a la escuela", expresó en un comunicado.
Asimismo, la directora de UNICEF, Catherine Russell, ha reprochado que "con esta decisión, se niega el derecho a la educación a toda una generación de niñas y adolescentes y se les priva de la oportunidad de adquirir las habilidades que necesitan para construir su futuro".
"Insto a las autoridades a que cumplan de facto su compromiso con la educación de las niñas sin más demoras. Hago un llamado a los líderes comunitarios en todos los rincones de Afganistán para que apoyen la educación de las adolescentes. Todos los niños merecen estar en la escuela. Esta es la forma más segura de poner al país en un camino más seguro hacia la paz y la prosperidad que merece el pueblo de Afganistán", ha escrito en una carta abierta.
Decepción entre las estudiantes
Por su parte, las jóvenes afganas han visto cómo su esperanza por tener una educación volvía a esfumarse. "Todas nos decepcionamos y nos desesperamos cuando la directora nos dijo que ella también estaba llorando", contó una estudiante, cuyo nombre no se mencionó por razones de seguridad, a Reuters.
"Todas las estudiantes y profesoras estaban muy contentas por volver a la escuelas, pero esta mañana he recibido un mensaje de la autoridad educativa del distrito de que las niñas entre las clases 7 y 12 deberían esperar a un segundo permiso debido a problemas con el velo", lamentó a Efe la directora de una escuela secundaria para niñas del Gobierno en Kabul, que pidió el anonimato.
Mariam Naheebi, una periodista local en la capital afgana, aseveró en una entrevita con The Guardian que "hicimos todo lo que los talibanes pidieron en términos de vestimenta islámica y prometieron que las niñas podrían ir a la escuela y ahora han incumplido su promesa".
"Es muy decepcionante que las niñas, que estaban esperando este día, regresaran de la escuela. Muestra que los talibanes no son de fiar y no pueden cumplir sus promesas", explicó a Al Jazeera News Shukria Barakzai, un político y periodista afgano con sede en Londres.
Mujeres sin derechos
Desde que los talibanes llegasen al poder en agosto, las mujeres han vivido con miedo de que ocurra lo mismo que durante su primer período en el poder, de 1996 a 2001, cuando eliminaron toda la educación formal femenina.
Esta vez, los talibanes regresaron asegurando, entre otras cosas, que respetarían los derechos de las mujeres. Pese a que prometieron que habría mujeres en el gobierno, nombraron a una mujer al frente de un hospital, o permitieron que las universitarias pudiesen seguir estudiando -en clases en las que están separadas de los hombres por una cortina-; la realidad es que, de nuevo, ellas se han vuelto completamente invisibles en el país.
Como ha recordado Human Rights Watch, "desde que llegaron al poder el 15 de agosto de 2021, los talibanes han violado ampliamente los derechos de las niñas y las mujeres".
Así, ellas han visto eliminados la mayoría de sus derechos más básicos. Por ejemplo, ya no pueden trabajar ni salir de casa sin la compañía de un familiar que sea varón. Este último golpe a la educación de las jóvenes, es un recordatorio más del oscuro futuro que les aguarda a miles de mujeres en el país.
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