Si quieres tener buena cara, agarra la cuchara: la receta superfácil para una piel luminosa
Cómo hacer el "automasaje facial con doble cuchara" con el que una esteticista de Igualada revolucionó las redes sociales y se dio a conocer, pese a llevar 30 años.
27 junio, 2022 02:33El masaje facial con cucharas se ha revelado como una opción fácil y económica de ampliar nuestras rutinas para el cuidado de la piel. En tan solo diez minutos, no solo puede ayudarnos a luchar contra el envejecimiento, sino también a recargar nuestra piel de energía y bienestar.
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Por supuesto, es importante recordar que los resultados y beneficios varían según cada tipo de piel, la edad, los hábitos alimentarios (por ejemplo, llevar una dieta rica en antioxidantes), la higiene y cuidados diarios del cutis, etc...
¿Qué necesitamos?
» Dos cucharas soperas (es decir, grandes) frías: podemos haberlas metido previamente en la nevera (más tiempo) o en el congelador (menos tiempo).
» Un vaso o taza con agua helada o agua con mucho hielo
» Un vaso o taza con sérum o aceite vegetal (es decir, aceite de oliva, aceite de coco, o aceite de girasol).
Instrucciones
Antes de nada, se recomienda limpiar y desinfectar las cucharas con alcohol.
Si no hemos podido meter las cucharas previamente en la nevera o el congelador, podemos sumergirlas en un vaso o taza con agua y hielo.
Mientras se enfrían, debemos desmaquillar y limpar a fondo la piel hasta eliminar cualquier resto de maquillaje u otros productos cosméticos.
Para deshinchar los ojos, cuando las cucharas estén frías, colócalas sobre los párpados superiores, solo sobre el hueso superciliar, donde se encuentran las cejas.
Por último, podemos sumergir las cucharas en agua helada y situarlos suavemente sobre los párpados inferiores cerrados, sin ejercer ninguna presión.
Después de terminar esta primera parte del masaje, podemos meter las cucharas en el vaso o taza con el aceite elegido (de oliva, aceite de coco, o aceite de girasol) y que esté tibio, debe estar a una temperatura que sea agradable para tu piel y, en ningún caso, caliente.
Para dar el masaje, las cucharas deben apoyarse sobre la piel siempre por la parte de atrás de la cuchara. Y ojo: las presiones deben ser siempre suaves o, de lo contrario podemos causarnos un hematoma.
Remoja las cucharas durante unos segundos. Luego hay que escurrirlas muy bien, para no aplicar un exceso de producto porque, de lo contrario, las cucharas resbalarán demasiado.
Después, ya puedes masajear las principales líneas de tu rostro, tal y como recomienda la esteticista Yvette Pons quien, hace ahora un año, revolucionó las redes con un tutorial donde explicaba cómo hacer "el automasaje facial con doble cuchara".
El éxito que tuvo el reel (que obtuvo 100.000 visualizaciones) la ayudó a aumentar en poco tiempo el número de seguidores, que se incrementó en unos 15.000 seguidores más.
Yvette Pons tiene más de 30 años experiencia y en 1995 fundó su propio instituto de estética: Yvette Pons Institut Sublim, en Igualada, localidad situada a 57 kilómetros de Barcelona.
Según Yvette Pons, "el masaje con cucharas ayuda sobre todo a relajar las fascias, que es una red de fibras de tejido conectivo situado entre la dermis y los músculos, que los recubre junto a los nervios. Cuando hay una hipertonia muscular las fascias se contraen y, al relajarlas, facilitamos los movimientos músculoesqueléticos mejorando la hipotonía de los tejidos".
La hipotonía es la disminución de la tensión o del tono muscular, o de la tonicidad de un órgano, en este caso, de los músculos de la cara. Ese bajo tono muscular se traduce en que la elasticidad del músculo es excesiva y su consistencia es blanda.
Las cucharas pueden ser un buen sustitutivo para quien no quiere o no puede comprar un roller o un Gua Sha o rodillo de jade, que se ha vuelto muy popular, últimamente, a través de las redes sociales.
Es muy fácil de hacer y no suele llevar más de 10 minutos. Se puede realizar a cualquier hora del día, sin embargo, algunas profesionales recomiendan para obtener los mejores resultados, hacerlo justo antes de irse a dormir.
Los primeros resultados se verán después de unos 12 días de uso regular, aunque esto depende de tu tipo de piel, la edad, etc... como ya hemos visto. Por eso, algunas personas probablemente verán resultados en unos pocos días, mientras que a otras les puede llevar más de tiempo.
Como afirma Yvette, si no se puede recurrir a un centro de estética, el masaje facial con cucharas "es una buena opción para cuidarse, pero mi recomendación es que aprendan a hacerlo bien y con buenos cosméticos, a través de un buen asesoramiento profesional, porque si la herramienta es buena pero la técnica no, el resultado podría ser desfavorable".
Aquí puedes ver el tutorial donde la propia Yvette muestra cómo hacer su famoso "automasaje con doble cuchara".
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Gracias al automasaje facial con cuchara podemos obtener estos beneficios para nuestra piel:
- Estimulación de la circulación sanguínea.
- Mayor elasticidad y firmeza en el rostro.
- Prevención y reducción de arrugas y líneas finas.
- Drenaje de líquidos retenidos en los tejidos de escote, cuello y rostro.
- Reducción de ojeras y bolsas debajo de los ojos.
- Eliminación de toxinas.
- Mayor nutrición y oxigenación de la piel.
Por supuesto, nos recuerda Yvette, debemos tener en cuenta que al automasaje con doble cuchara "nunca podrá sustituir a un buen y completo tratamiento de estética, con el que podemos llegar a capas musculares profundas, a activar la producción de las proteínas a través de los fibroblastos, o la humedad ósea, el drenaje de las toxinas e incrementar la oxigenación celular, etc...".
Si lo que buscas es un masaje mucho más profesional, Yvette Pons ha plasmado todos sus conocimientos en Sulyfth®, su propia terapia manual de rejuvenecimiento facial que consta de 430 movimientos y 8 técnicas faciales que combaten los signos del
envejecimiento y las causas funcionales que los provocan, con un 'efecto lifting' inmediato.
Considerado uno de los mejores 'liftings' faciales, además de en su instituto de Igualada, en MADRID, se puede disfrutar de Sulyfth en todos los centros The Beauty Concept (TBC): "Quería conseguir atacar, en una misma sesión, todos los factores funcionales que condicionan el envejecimiento, desde el escote, cuello, rostro y craneo".