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Qué es la 'doble limpieza': el truco mejor guardado de las coreanas para conseguir una piel de porcelana
Un método que poco a poco está llegando a España por todos los beneficios que puede aportar en un tiempo récord.
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Corea del Sur es conocido como uno de los países con los estereotipos de belleza más altos dentro de su sociedad. Cuando se trata de la apariencia, los estándares en el país son tan elevados que hombres y mujeres están constantemente buscando la receta milagrosa para un rostro perfecto, sin arrugas, libre de impurezas y con el brillo natural que tanto les caracteriza.
Una de la gran parte de la población le dedica una cantidad significativa de tiempo y dinero a su régimen de cuidado de la piel. No solo a encontrar los mejores productos, que posteriormente cruzan la frontera y llegan a las tiendas españolas, sino también a profundizar en todas esos hábitos que, de forma general, ignoramos, como la limpieza facial.
La limpieza facial para los coreanos es un paso fundamental de su rutina. Tanto, que uno de sus trucos es realizarla dos veces: la primera de ella con un limpiador a base de aceite y la segunda con un limpiador acuoso. Con este método, logran limpiar profundamente la piel y optimizar los beneficios de otros productos.
En qué consiste la doble limpieza
La doble limpieza es la clave para lograr ese cutis impecable, luminoso y de apariencia saludable que tanto se admira en la rutina de belleza asiática. A diferencia de la limpieza convencional, este método se basa en un enfoque en dos pasos diseñados para eliminar de manera profunda y efectiva todas las impurezas acumuladas en el rostro a lo largo del día, permitiendo que la piel respire y absorba mejor los productos aplicados posteriormente.
El proceso consiste en dos pasos esenciales. El primero de ellos consiste en utilizar un limpiador a base de aceite, un producto que tiene la capacidad de disolver fácilmente residuos grasos como protector solar, maquillaje o sebo.
Muchas personas creen erróneamente que los aceites pueden obstruir los poros o generar brotes de acné, pero la realidad es que el aceite limpia de manera mucho más efectiva que el agua, ya que atrae las impurezas oleosas sin alterar el equilibrio natural de la piel.
Los aceites limpiadores contienen ingredientes suaves, pero potentes como aceite de jojoba, escualano, rosa mosqueta o camelia, que no solo eliminan el maquillaje de larga duración, sino que también nutren la piel y ayudan a mantener su barrera de hidratación intacta.
Después de retirar las impurezas superficiales con el limpiador en aceite, se procede al segundo paso de la doble limpieza, que implica el uso de un limpiador a base de agua, generalmente en forma de espuma o gel. Este producto se encarga de eliminar restos de suciedad soluble en agua, como sudor, que el aceite no puede disolver por completo.
Este segundo paso ayuda a dejar la piel fresca, equilibrada y libre de residuos que podrían causar brotes o textura irregular. Dependiendo del tipo de piel, se puede optar por limpiadores con ingredientes calmantes como centella asiática, té verde o ácido hialurónico, que no solo limpian, sino que también aportan beneficios adicionales como hidratación y reducción de la inflamación.
Beneficios de la doble limpieza
Uno de los mayores beneficios de la doble limpieza es que ayuda a prevenir problemas cutáneos como poros obstruidos, puntos negros y brotes de acné, ya que elimina de manera efectiva cualquier residuo que pueda acumularse en la piel. Al mantener el rostro completamente limpio, se reduce la posibilidad de que las impurezas se acumulen y provoquen inflamación o desequilibrios en la producción de sebo.
También es un paso esencial para quienes utilizan protector solar a diario, puesto que los filtros solares requieren una limpieza adecuada para evitar que dejen residuos en los poros.
Doble limpieza coreana.
Otro beneficio clave es la mejora en la absorción de productos de tratamiento. Con la piel libre de impurezas, los sérums, tónicos y cremas pueden penetrar más profundamente y actuar de manera más eficaz. Al eliminar la barrera de suciedad y grasa, los activos como la vitamina C, el retinol o los péptidos pueden trabajar directamente sobre la piel sin interferencias, potenciando sus beneficios.
Además de sus efectos inmediatos, la doble limpieza contribuye a la salud a largo plazo de la piel. Con una limpieza adecuada y sin agresiones, se mantiene el equilibrio natural del cutis, lo que previene la irritación y la sensibilidad.
A diferencia de los limpiadores agresivos que pueden alterar el pH de la piel y debilitar su barrera protectora, este método permite mantener una hidratación óptima y refuerza la resistencia frente a factores externos como la contaminación y los cambios climáticos.