El pueblo extremeño de interés nacional y pura devoción por la Semana Santa

En el suroeste de España, en la provincia de Badajoz (Extremadura) se erige un pueblo que destila historia y tradición en cada callejón y plaza: Jerez de los Caballeros. Este municipio, famoso por sus raíces templarias y su patrimonio arquitectónico, se convierte en un destino turístico sin igual durante la Semana Santa, ofreciendo a los visitantes una experiencia que mezcla devoción, cultura y gastronomía.

Jerez de los Caballeros, cuyo panorama urbano está dominado por torres de antiguas iglesias y fortalezas, guarda en su corazón una de las celebraciones de Semana Santa más emotivas y profundas de toda España. Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, atrae cada año a miles de visitantes que buscan vivir de cerca la pasión y el fervor con que los jerezanos viven esta época.

Fiesta de Interés Turístico Nacional

La Semana Santa en Jerez de los Caballeros es un despliegue de arte y espiritualidad. Las procesiones que recorren las empedradas calles del pueblo son el principal atractivo para los turistas. 

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La riqueza de esta festividad se ve acentuada por la presencia de imágenes  imponentes, creadas tanto por artistas anónimos como por renombrados escultores del siglo XX, incluidos Sebastián Santos, León Ortega, y Castillo Lastrucci, entre otros. Acompañan a estas obras maestras, bordados y obras de orfebrería de gran valor, enriqueciendo aún más la experiencia.

Desde el inicio con el Domingo de Ramos, caracterizado por las palmas y el aroma a romero, hasta el místico Lunes de Penitencia y el contemplativo Martes de Oración, cada día de la Semana Grande ofrece una experiencia distinta. Los actos del Miércoles y Jueves Santo, con sus liturgias y procesiones, incluido el tradicional paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno al amanecer del Viernes Santo, invitan a un encuentro profundo con la tradición. 

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La semana culmina con el Domingo de Resurrección, prometiendo a todos los asistentes, especialmente a aquellos que la descubren por primera vez, una experiencia inolvidable que invita a volver. Desde 1987, este evento ha sido reconocido a nivel regional, y ahora, con su distinción nacional, Jerez de los Caballeros se perfila como un destino imperdible para vivir la pasión y devoción de la Semana Santa.

La Semana Santa es, sin duda, la mejor época para visitar Jerez de los Caballeros. La belleza de sus procesiones, unida al encanto de sus calles y la calidez de sus gentes, hacen de este pueblo un destino turístico inolvidable. Sin embargo, Jerez merece ser descubierto en cualquier momento del año, pues siempre tiene algo nuevo y emocionante que ofrecer al visitante.

Como un buffet libre, un poco de todo

Pero Jerez de los Caballeros ofrece mucho más que su Semana Santa. Su riqueza histórica va desde la fortaleza templaria que corona la ciudad hasta las numerosas iglesias de estilo barroco que salpican su casco urbano. Para los amantes de la historia y la arquitectura, Jerez es un libro abierto que narra siglos de convivencia entre culturas.

Además de su patrimonio histórico y cultural, Jerez de los Caballeros seduce al visitante por su gastronomía. Los productos del cerdo ibérico, especialmente el jamón de bellota, son estrellas de la cocina local. La hostelería del pueblo ofrece tapas y platos donde este producto tiene un papel protagonista, acompañado siempre de vinos de la tierra que deleitan el paladar de los más exigentes.

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Para quienes buscan experiencias más allá de la contemplación y el deleite culinario, Jerez de los Caballeros propone rutas de senderismo y ciclismo por sus alrededores, donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Los paisajes de dehesas, tan característicos de Extremadura, son el escenario perfecto para desconectar y disfrutar de la paz que solo el campo puede dar.