El cactus con forma de erizo que triunfa en España por su belleza y fácil cuidado: es perfecto para exteriores
- Ideal para exteriores, esta planta no solo aporta un toque exótico al jardín, sino que también es resistente y fácil de cuidar.
- Más información: Esta es la planta de interior que puede absorber el calor y mantener fresca la casa en cuestión de segundos
Los cactus son unas plantas de exterior que son ideales para utilizar como decoración en cualquier vivienda, especialmente en el exterior. De hecho, el Feng Shui considera que es un aliado para poder proteger la casa de las malas energías, aunque para ello es necesario colocarlas en lugares estratégicos de la misma.
Las espinas de esta planta representan la defensa y la protección, por lo que la filosofía china considera que consigue repeler las energías negativas. Aunque hay quienes las utilizan en interiores, lo más recomendable es que se reserven para el jardín.
De todos los tipos de cactus existentes, hay uno con forma de erizo que a buen seguro querrás para tu casa, ya que es el más bonito y fácil de cuidar. Nos referimos al Echinocactus Grusonii, que popularmente también es conocido como barril de oro, bolsa de oro, asiento de suegra o cactus erizo.
Esta es una planta originaria del centro de México y está catalogada como especie en peligro de extinción. Tiene una estructura redonda característica, que puede llegar alcanzar un metro de diámetro en condiciones ideales y, a medida que va envejeciendo, puede adoptar una forma más cilíndrica. Sus espinas son curvadas y rígidas que le confieren un aspecto único al mismo tiempo que la protege.
Este cactus florece en primavera o verano, pero tan solo una vez que ha alcanzado la madurez, para lo cual puede llegar a tardar entre 10 y 20 años. En ese momento surgen flores de color amarillo en la parte superior de la planta, que pueden llegar a mantenerse durante varias semanas.
Cómo cuidar el Echinocactus Grusonii
Con un mantenimiento adecuado, nos encontramos con una planta longeva que puede llegar a vivir varias décadas. Para ello, hay que tener muy claros los cuidados básicos del Echinocactus Grusonni:
- Riego: se debe regar cada dos o tres semanas durante las épocas de primavera y verano, permitiendo que el sustrato llegue a secarse totalmente entre un riego y otro. En las épocas de otoño e invierno conviene reducir el riego a una vez al mes o incluso menos, dependiendo del grado de humedad que haya en el ambiente en el lugar en el que se haya planteado.
- Luz: para poder crecer en óptimas condiciones, este tipo de cactus necesita la incidencia directa de los rayos del sol durante al menos 4-6 horas diarias. Es preferible que se encuentre situada en una zona al aire libre, donde no se vea afectada por una sombra continuada, ya que afectará a su estado de salud y, por ende, a su vida útil.
- Temperatura: como se puede deducir por su naturaleza, se trata de una planta que soporta muy bien las altas temperaturas, por lo que puede estar en el exterior a temperaturas de entre 20 y 30 °C sin problemas. Sin embargo, sí que le afectan las heladas que se dan de forma prolongada o las temperaturas por debajo de los 5 °C.
- Suelo: se aconseja utilizar un sustrato que esté especialmente indicado para suculentas y cactus. Asimismo, el suelo en el que se plante el Echinocactus Grusonni debe estar bien drenado.
Enfermedades comunes del cactus erizo
El cactus erizo no es una planta que sea especialmente sensible a plagas por su propia naturaleza, pero hay algunas condiciones que pueden hacerlo vulnerable, como sucede con otros tipos de plantas de su misma familia.
Sin embargo, si no se cuida de la forma adecuada o si se encuentra constantemente expuesto a factores externos que puedan debilitarlo, como una mala ventilación, un exceso de humedad o un sustrato inapropiado, puede tener una mayor tendencia a desarrollar plagas.
Algunas de las enfermedades comunes del Echinocactus Grusonni son:
- Podredumbre radicular: puede aparecer por un mal drenaje o un exceso de riesgo. Para evitar que se pueda dar este problema de salud en la planta, se aconseja reducir el riesgo y asegurarse de que se está usando un sustrato adecuado.
- Hongos: si la planta comienza a mostrar manchas marrones o negras en su cuerpo, habrá que aplicar un fungicida y tratar de mejorar la ventilación, ya que muy probablemente se trate de hongos.
- Plagas: algunas placas comunes que afectan al cactus erizo son los ácaros, los caracoles y la cochinilla. La mejor forma de eliminarlas es haciendo uso de insecticidas específicos para ellos.
¿Por qué tener en casa un Echinocactus Grusonii?
Una vez ya explicado cómo se debe cuidar el cactus erizo, así como sus enfermedades más habituales, conviene destacar que se trata de una planta muy popular que tiene beneficios siempre que se sitúen en los lugares adecuados.
Los cactus son un símbolo de resistencia y adaptabilidad, por lo que pueden servir como motivación en el desarrollo y crecimiento personal. Por su parte, sus puntiagudas espinas simbolizan las tensiones y la agresividad. Más allá de ello, el Echinocactus Grusonni ofrece una estética muy bonita que lo hace encajar a la perfección en cualquier jardín.
No obstante, antes de añadir este tipo de cactus o cualquier otro en tu hogar, debes tener en cuenta estas recomendaciones:
- Ubicación exterior: los cactus son ideales para jardines, balcones, terrazas y otras áreas de exterior, debiendo evitar en todo caso colocarlas en el interior de la vivienda, donde no se dan las mejores condiciones para su crecimiento.
- Utiliza macetas decorativas: colocar la planta en una bonita maceta ayuda a mejorar el simbolismo positivo del cactus, además de conseguir una presencia más armónica en el entorno.