
La estética ochentera vuelve con fuerza en 2025.
Hombreras, mallas y excesos: así vuelve la estética ochentera esta primavera-verano 2025
Este año marca el regreso de una era atrevida y creativa que desafió las normas y celebra la individualidad.
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La moda está en constante evolución, pero hay tendencias que, por su naturaleza, regresan una y otra vez, adaptándose a los tiempos. Este 2025, la estética de los años 80 ha vuelto con fuerza, reivindicando su estilo extravagante, caracterizado por la mezcla de poder, desenfado y exceso.
Las hombreras exageradas, los volúmenes dramáticos, los colores vibrantes y las mallas ajustadas resurgieron en las pasarelas, evocando una era que marcó una revolución en la moda.
Firmas como Saint Laurent, Stella McCartney, Vaquera y Louis Vuitton rescataron esta estética con una visión moderna, fusionando lo clásico y lo contemporáneo en piezas que desafían las convenciones.
Una década de exceso
Las pasarelas de 2025 confirmaron el regreso de una estética que parecía olvidada, pero que nunca dejó de influir. La influencia de los 80 se hizo presente en colecciones donde los volúmenes y las siluetas estructuradas dominaron la escena.
Las hombreras, que en su momento representaron poder y sofisticación, vuelven a ser el detalle clave en chaquetas y abrigos con cortes dramáticos. Saint Laurent, en su colección primavera/verano 2025, marcó esta tendencia con prendas de líneas definidas y texturas sólidas, donde las americanas oversize y gabardinas fueron las protagonistas.

Numerosos diseñadores juegan con los códigos de género tradicionales. Getty Images
De manera similar, Vaquera, en París, presentó mallas de encaje y maillots de corte capri, rescatando los icónicos elementos de la moda ochentera. Estas prendas, lejos de ser meros recuerdos, se recontextualizan y se adaptan a la moda contemporánea, dando paso a un estilo que se reinventa sin perder su esencia original.
Este retorno no se limita a las pasarelas más tradicionales. Louis Vuitton y Stella McCartney también incluyeron en sus colecciones los elementos más representativos de los 80. Las mallas ajustadas, que combinaron lo deportivo con lo sofisticado en aquella época, regresan con un enfoque moderno: desde leggings que cubren toda la pierna hasta versiones de ciclista más clásicas.
Esta temporada también vuelve una prenda que fue todo un icono en los años 80, el vestido corsé. "Un modelo caracterizado por estructuras en la zona del pecho que emulan corsés y bustiers, y que se ha convertido en un elemento imprescindible en los looks de las invitadas mejor vestidas", según recuerdan desde Koahari.
Los códigos de género
Lo que quizás hace más intrigante el regreso de la estética ochentera es la manera en que los diseñadores contemporáneos juegan con los códigos de género, retomando una de las características más destacadas de esa década: la desaparición de las normas tradicionales sobre la ropa masculina y femenina.
El académico Ilya Parkins destaca que la moda de los 80 fue una respuesta a la rigidez de los códigos de vestimenta, y hoy, más que nunca, esta fusión entre lo masculino y lo femenino se refleja en las pasarelas.

Los desfiles primavera-verano redefinen la estética ochentera. Getty Images
Las prendas de corte masculino, como las americanas oversize y las chaquetas con hombreras, se combinan con tejidos suaves y detalles femeninos que evocan tanto poder como sensualidad. Este juego de géneros no es solo una cuestión estética, sino una postura que se resiste a las etiquetas rígidas y celebra la libertad creativa y de expresión.
Medio de expresión
Además, la estética ochentera también se encuentra en una constante búsqueda de la individualidad. Los años 80 fueron una época marcada por el deseo de destacar. En la actualidad, esta tendencia se adapta al espíritu de la generación Z, que abraza la moda como una forma de liberación personal y autoexpresión.
Los grandes volúmenes, los estampados llamativos, y los accesorios extravagantes son elementos que permiten a cada persona crear un estilo único. A través de prendas que se pueden mezclar y combinar sin miedo al exceso, la moda de 2025 invita a experimentar y a disfrutar de la creación de un look que refleje la personalidad de quien lo lleva.
Nostalgia como motor cultural
Las pasarelas parecen decirnos que es hora de liberarnos, de jugar con la moda y de abrazar la individualidad en su máxima expresión.
En este sentido, la estética ochentera no es solo un capricho de moda, sino un reflejo de las dinámicas sociales actuales. Como ocurrió en los 80, la moda vuelve a ser una herramienta de resistencia, una forma de reclamar poder en un mundo que a menudo se siente fuera de control.