Lucía De la Fuente, el nuevo rostro del audiovisual: “Tenemos que ser libres para elegir lo que queremos ser"
La joven actriz que se estrenó con Antornio Mercero, tiene nada menos que cinco proyectos de estreno.
8 febrero, 2024 02:16Lucía De la Fuente (Madrid, 1994) tiene cinco proyectos de estreno, algo nada habitual. Sonríe satisfecha.
Hoy explica a Magas que lleva interpretando “desde que soy muy pequeña, en realidad he tenido la suerte de aprender trabajando, absorbiendo de mis compañeros en rodajes. No sé si es la mejor manera, pero es una manera. Es verdad que cuando eres mayor, te apetece profundizar y te pones a estudiar y a formarte, y Fernando Piernas me ayudó mucho a encontrar una verdad, mi verdad. Pero mi entrenamiento ha sido en sets y platós”.
Comenzó en la interpretación con Antonio Mercero en Manolito Gafotas. “Yo digo que la profesión me buscó a mí y me enamoré de ella. Es una suerte que la vocación te encuentre. Muchas veces, cuando somos jóvenes estamos muy perdidos, porque tenemos demasiadas informaciones. Yo he tenido la gran suerte de encontrar algo que me gusta, donde me lo paso bien y disfruto. Que esto se convierta en mi trabajo y en lo que me da de comer, es una suerte”.
“Hubo otras cosas que me llamaban la atención como plan B, ¡pensé hasta en ser criminóloga!”, explica con ironía, “pero rápidamente me di cuenta de que no era lo mío. Me decían ’es muy difícil ser actriz, vas a sufrir mucho, no sabes…’.", asegura.
Y continúa: "Ese tipo de mensajes es lo que escuchamos muchos artistas desde que somos pequeños, nos los dicen padres, amigos y todo el mundo… pero es que ‘No soy de plan B, soy de plan A’. Lucho hasta el final. Y ahora no tengo ningún tipo de duda, y pienso que menos mal en ese momento me atreví a ser actriz, no me imagino ni quiero ser otra cosa, existo en el mundo para esto. No me imagino siendo otra”.
Llorar en tiempos revueltos
Describe un momento en que hizo click con su capacidad interpretativa. “Fue haciendo una serie diaria, Amar es para siempre. Una serie así te obliga a llevar un ritmo frenético, demanda muchísimo como actriz, tienes que estudiar textos todos los días de muchas páginas, ¡casi dejas de tener vida una temporada!"
"Además, a mi personaje le pasaban muchísimas cosas y, como a mí hasta entonces no me había tocado llorar en cámara, emocionarme mucho, estaba insegura”.
Cuando llegó el momento, “era una secuencia como de diez páginas, a mi personaje le daban una noticia terrible, y se esperaba una reacción de mi personaje. En medio de la secuencia tenía que llorar y emocionarse, yo estaba muy preocupada, porque al final no tienes tanto tiempo para prepararte dentro de las secuencias y les decía a mis compañeros ‘no sé si voy a ser capaz de que me salga la emoción, las lágrimas, no sé si me va a nacer’", comenta la actriz.
Y añade: "Entonces, dan acción, comienza la secuencia y entonces de repente, en medio de la secuencia, con el texto, me puse a llorar, nació un sentimiento, ahí está la verdad, ese click que decimos. Eso es interpretar. Al cortar, no podía parar de llorar, el director estaba entusiasmado, ‘Lucía qué bien, qué buena escena’. Me fui aparte y pensé que había sido muy bonito, había pasado lo que tenía que pasar, ya sé de dónde llega, de la verdad, de escuchar el texto, pensé y que de ahí nazca una verdad. No es una cosa que ‘haces’, es una cosa que ‘te nace’. ¡Luego me pasé toda la temporada llorando!”, concluye.
Proyectos en cartel
¿Estás en tu mejor momento?
Profesionalmente sí, personalmente también, estoy más preparada psicológicamente y técnicamente. Estoy muy contenta.
Cuentanos sobre Serrines, madera de actor, la serie de la que todo el mundo habla…
Pues me llegó en un momento que estaba terminando de rodar Matusalén, la película. Serrines fue un proceso muy bonito y realmente fue muy fácil; hice la prueba, me llamaron en seguida, me dijeron que sería Henar y que había habido mucha química con Resines.
Su personaje tiene un carácter muy potente, tiene las cosas muy claras, así que buscaban un tándem en el que Henar pudiera controlarle, es su representante y su sobrina.
¿Cómo describe a Resines?
Antonio Resines es para mí el regalo de este año. Un gran actor y el mejor compañero. El estaba el día de la prueba, me dio la réplica, salí muy contenta. Ya había trabajado con él hacía tiempo.
Me ha cuidado muchísimo. Me ha ayudado en todas las secuencias. Y a él como persona le considero mi amigo, casi como si fuera parte de mi familia. Hace años trabajamos juntos como padre e hija y la vida nos ha vuelto a poner como tío y sobrina.
¿Siente que ha cambiado como actriz?
Yo ahora más, después de haber visto Serrines, estoy muy contenta. El otro día lo hablaba con Antonio. Siempre, ahora mismo, me entran las inseguridades, como a todo actor, que ganas de ver todo, qué miedo ver las cosas.
Con Henar fue algo muy concreto, yo tenía muy claro cómo era, su carácter, su fuerza, su empoderamiento… si te nacen las cosas desde la verdad, simplemente disfrutas, es mejor que preparártelo todo a medida.
Tener claro como es el personaje, sus movimientos, el carácter, el tono y después en el momento del aquí y el ahora, que salga el disfrutar, recibir lo que el compañero me da y exponerme desde el alma.
Y sobre tu película Matusalén que se estrena el 5 abril…
Es de David Galán, soy Laia, la hija de Miren Ibarguren, que tiene 19 o 20 años y acaba de entrar en la universidad, una chica muy tímida, ¡todo lo contrario! A ella le cuesta hablar en público y relacionarse.
Hay muchas veces que las actrices por nuestro físico podemos dar diferentes edades y me hacía ilusión poder interpretar por primera vez a una chica más pequeña y demostrar que también podemos hacer estos personajes.
También hay algo de mí en ella, pero tenía que buscar una inocencia, una dulzura extra. Yo quizá soy más lanzada o impulsiva y quizás no me da miedo hablar en público, encontrarlo fue bonito, y luego evoluciona, termina siendo muy potente el personaje.
Es la historia de Matusalén, un rapero de toda la vida que se ha quedado anticuado y entra en la universidad, donde aparece el amor de su vida y no deja de ser un señor de cuarenta años con críos de diecinueve, y ahí está ese salto generacional, y cómo conviven las dos generaciones.
Nos conoce en la universidad y nos hacemos amigos todos. El rodaje fue muy fácil, Julian López es lo más, Raul Cimas es graciosísimo… Es una comedia muy divertida, pasan 50.000 cosas.
También has participado en otra película, Tóxico, que se estrenará pronto…
Sí, es una película muy interesante, tengo un papel intenso, Laura. En ese caso, no es comedia, es una persona que sufre mucho por amor y entra en el maltrato psicológico por su pareja, es un thriller.
Y también estás en la serie de Amazon Prime “Los artistas” recién estrenada… Sí [sonríe]. Sheila Vanessa es muy fuerte, su nombre lo dice todo de ella, es la novia de un futbolista, es influencer y su máxima aspiración es ser como las Kardashian.
Es un personaje que comienza como una crítica, bastante disparatado, pero luego, cuando se cruza con una pareja de estafadores que falsifican obras de artes, aunque parezca que no se entera de las cosas, ella se irá dando cuenta de lo que ha pasado, fue un personaje muy divertido de interpretar.
Y leo que estás rodando Muertos, SL y también otras series…
Bueno, estoy en papeles grandes y pequeños en varios proyectos [ríe], ¡pero hablemos de estos por ahora!
Vocación cumplida
¿Los personajes no te causan interferencias?
[Ríe]. No, es como un abanico. Me gusta mucho entrar en el mundo de cada personaje, entenderlos. Siempre les doy algo de mí, y ellos me dan y me quedo con algo de ellos siempre.
Preparándolos, cuando me pasan el guión, me gusta imaginármelo en mi cabeza, entender qué quieren contar, crear movimientos, carácter, y saber cómo son, buscar referencias. Entrar dentro de su mundo, darle matices, forma de andar y hablar.
¿Cómo te defines a ti misma, en tres adjetivos?
Soy autoexigente, crítica… y alegre. (Se ríe). Y desde un punto positivo, me gusta ser así. Me gusta autoexigirme las cosas, creo que es clave para controlar las cosas.
¿Tienes alguna actriz que sea referente?
Penélope Cruz es mi musa.
¿Por qué razón exactamente?
Volver me flipó. Penélope me gusta porque me parece una fantástica actriz, pero también porque ha sido muy inteligente, trabajando siempre desde una verdad personal, algo que admiro mucho y creo que ha luchado por sus sueños y los ha cumplido.
Salta a la vista que tienes éxito. ¿Qué consejo da otras actrices y actores que empiezan?
Lo que me preguntan siempre es ‘¿cómo les dijiste a tus padres?’. O ‘es que mis padres no quieren apoyarme’. Eso me llama la atención.
Yo les doy el consejo de que luchen por sus sueños, a lo mejor parece algo básico, pero me parece un poco fuerte que las personas que tienes alrededor, si tienes una vocación o un arte dentro, no te dejen apostar por lo que eres.
Que lo estudien, que se formen, que busquen la manera, que se interesen por aquello que les motiva, que vean muchas películas… Estamos en un momento en que me parece fundamental que se respete la libertad del ser humano, nuestras vocaciones, nuestras inspiraciones.
Tenemos que ser libres de poder elegir lo que queremos ser, donde queremos ir y lo que queremos contar.