Así es la vulvodinia: un doloroso trastorno crónico de causas desconocidas

Aunque puede que su nombre no te resulte familiar, la vulvodinia es molestia cada vez más habitual en las mujeres. De hecho, se estima que entre el 9% y el 18% de las mujeres de entre 18 y 64 años podrían padecerlo en el transcurso de sus vidas.

Un dolor crónico localizado en los genitales femeninos que puede llegar a ser realmente incómodo y doloroso, llegando a afectar la salud sexual y a durar varios meses.

Precisamente por ser un gran desconocido, es habitual que las mujeres que lo sufren opten por no buscar ayuda. Aun así, es recomendable que ante cualquier tipo de molestia o dolor en la zona no dudes en acudir al médico especialista para que este pueda darte un diagnóstico y recomendarte el mejor tratamiento para tu caso.

[Cuarenta cosas que no sabes de la vagina: el libro que revela todos sus secretos]

¿Qué es la vulvodinia?

Como ya te hemos adelantado, la vulvodinia es una molestia o un dolor crónico que se ubica en la zona que rodea a la abertura de la vagina (vulva) y que no tiene una causa identificable.

Puede llegar a durar tres meses como mínimo y los síntomas suelen ir desde dolor a ardor o incluso irritación, provocando tanta molestia que incluso permanecer sentada o tener sexo puede volverse impensable a causa del dolor.

La vulvodinia puede localizarse de manera general en toda la vulva o bien localizada, siendo este último caso el más frecuente.

Causas de la vulvodinia

A día de hoy se desconoce la causa exacta que provoca la vulvodinia y normalmente esta se suele diagnosticar después de descartar otros problemas con síntomas similares como infecciones bacterianas, candidiasis, herpes, afecciones cutáneas o síndrome genitourinario de la menopausia.

Pero aún a pesar de no conocerse la causa, sí que existen algunos factores que según el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver podrían influir en el desarrollo de la vulvodinia:

• Irritación o lesión en los nervios que transmiten el dolor en la vulva.
• Mayor densidad de las fibras nerviosas en el vestíbulo vulvar.
• Niveles elevados de sustancias inflamatorias en el tejido vulvar.
• Respuesta anormal de las células de la vulva a factores ambientales.
• Expresión alterada de los receptores hormonales en el tejido vulvar.
• Factores genéticos.

Tratamiento de la vulvodinia

Como comentamos al comienzo, es importante que ante el mínimo síntoma o sospecha de padecer vulvodinia no dudes en acudir a tu médico de confianza o ginecólogo para que pueda elaborar un diagnóstico y un tratamiento acorde a tu caso en particular, así como también descartar otros problemas. Para ello se necesitará un examen pélvico visual exterior y la toma de una muestra de células.

Una vez detectado el problema, lo principal será tratar de aliviar los síntomas con un tratamiento adecuado, ya sea a través de algún antihistamínico con el que se pueda bajar la inflamación o con otros medicamentos que tu médico considere oportunos para disminuir el dolor crónico.

Por otro lado, mantener un estilo de vida saludable también puede ayudar a prevenir este tipo de problema, así como también a aliviar sus síntomas.

Es importante evitar también aquellos jabones o aceites que no cuenten con un pH adecuado, los baños demasiado calientes, la ropa interior demasiado apretada o que no sea de algodón, así como los suavizantes para lavarla.

También podrá ayudarte trabajar el suelo pélvico a través de ejercicios que te ayuden a relajar los músculos que sostienen el útero, la vejiga y el intestino. En un último caso también se puede recurrir a la cirugía.