Así son las niñas diamante: nacidas después del 2008 marcan el último salto de la evolución humana
Brillantes física y mentalmente, más espirituales y pacíficas, así son las niñas que nacieron a partir del año 2008, tras la generación de cristal.
21 enero, 2023 17:24Los niños son la clave para la transformación del mundo. Desde hace un tiempo existe una teoría, relacionada con lo espiritual, que afirma que la humanidad mejorará, poco a poco, mediante la alteración genética de una o más generaciones. Este pensamiento es conocido como la teoría de los niños del tercer milenio (o New Age) y engloba a los niños y niñas índigo, cristal, arcoíris y diamante.
[Así son las niñas de cristal: nacidas a partir del año 2000 marcan un salto en la evolución humana]
Estas son las cuatro categorías con las que se denomina a los pequeños que han supuesto un salto evolutivo. Los primeros, índigos, destacan por su capacidad de ser clarividentes; los segundos, cristal, por ser pacificadores y puros; y los terceros, los arcoíris, por ser símbolo de esperanza y llevar alegría.
El último salto lo protagonizan las niñas diamante. Son las nacidas después de 2008 y presentan habilidades poco convencionales.
Diversos medios recogen que, según el doctor Richard Boylan, se ha evidenciado un cambio en algunas niñas. Estas son más brillantes física y mentalmente, más espirituales y huyen de la violencia a toda costa. También son más compasivas con el sufrimiento ajeno.
Pero resulta que no solo son talentosas y creativas, con una conexión espiritual muy fuerte, también tienen una madurez superior a la esperada por su edad. Tienen intereses muy diversos, por lo que es importante que los padres les ayuden a recorrer su camino para evitar que se dispersen.
Estas niñas apenas discuten, pero tampoco toleran las injusticias. No son líderes, pero tampoco seguidoras, son parte de un todo universal.
Son muy intuitivas y empáticas porque tienen una hipersensibilidad multidimensional. Es decir, las diamante pueden percibir energías y emociones que pocas personas son capaces de notar. Su energía tiene un fuerte temple, son serenas, fieles, fuertes y testarudas.
Presentan una dicotomía respecto a su forma de relacionarse, ya que, aunque son comunicativas y sociables, en ocasiones pueden mostrarse solitarias, puesto que su intensa vida interior les lleva a aislarse.
Algunas aseguran que tienen habilidades como la telepatía y la clarividencia. Además, trasmiten un amor tan puro e intenso que es imposible que pase desapercibido. Todo ello según la corriente pseudocientífica del 'New Age'.
Una misión especial
Al igual que las niñas índigo, cristal y arcoíris, las niñas diamante tienen un propósito que cumplir. De acuerdo con la teoría de los niños del tercer milenio, su misión es hacer más fuerte el amor en el mundo, traer sanación y mejorar la forma de pensar de la humanidad.
Esto se llevará a cabo a través de sus intereses y ocupaciones que variarán desde la meditación, la magia blanca, la astrología a la psicología y todo lo relacionado con la sanación.
Ahora bien, como los diamantes en bruto, muchas de estas niñas suelen pasar desapercibidas. Ni el mejor de los diamantes puede brillar si permanece en la oscuridad, todo diamante necesita pulirse.
Controversias
Ninguna rama de la ciencia ha avalado la existencia de estas categorías de niñas con un aura especial, que podría tildarse de sobrenatural. De hecho, respecto a las investigaciones que se utilizan para avalar dichas calificaciones, cabe destacar que no se consideran científicas.
Profesionales sanitarios han apuntado que muchas de las citadas características pueden atribuirse a distintos trastornos o patologías. También se advierte que se ponen como excepcionales atributos normales de la niñez, como la curiosidad, la intrepidez o la sinceridad.
Incluso se ha llegado a postular que el ADN de estos pequeños sería diferente al del resto de humanos, otra afirmación que se descarta, ya que no hay evidencia al respecto.
Sin embargo, los padres que creen que sus hijos son 'sobrenaturales' manifiestan menos angustia que aquellos a cuyos hijos se diagnostican alguna condición que pueda implicar una patología.