Las mujeres, más propensas a sufrir dependencia emocional: "Era como una jaula"
Según un estudio realizado por el Instituto Andaluz de Psicología y Sexología, el 74,8% de las personas que sufren dependencia emocional son mujeres.
27 mayo, 2024 02:23Al contrario de lo que se suele pensar, las relaciones de pareja no siempre son un camino de rosas. A veces, las inseguridades de las personas que se encuentran en una relación afectiva provocan una dependencia emocional que, según diversos estudios, suele afectar más a las mujeres.
¿Qué es la dependencia emocional?
El centro de psicología Aesthesis Hortaleza define la dependencia emocional como una vinculación afectiva permanente y excesiva con otra persona, que además se asocia a una baja autoestima y a la necesidad de cubrir carencias afectivas.
La psicóloga Desirée Infante Caballero, especialista en dependencia emocional, considera que este estado mental se basa en la necesidad. "Las personas con dependencia emocional no son capaces de alejarse del vínculo que han creado con la otra persona, ya que se ha generado un rol en la relación en el que consideran que no pueden vivir sin esa persona", explica.
La especialista recalca también que las personas que sufren este problema afectivo no son capaces de diferenciar su propia vida de la de la otra persona, ya que la persona dependiente vincula por completo su vida y la de su pareja.
"Hay personas que incluso llegan a tener comportamientos autolíticos o intentos de suicidio cuando la persona de la que dependen desaparece de su vida", señala.
Mujeres dependientes
Laura, mujer de 24 años, habla con Magas para contar su experiencia en una relación pasada de pura dependencia emocional. "Pensaba a cada minuto en lo que mi ex pareja iba a hacer conmigo, lo que iba a suceder en la relación", explica. "Creo que tenía unas expectativas muy altas, y mi vida se basaba en esperar a que mi ex pareja me dijera sus planes para adaptarme a ellos".
Cuando estaba lejos de su pareja, Laura deseaba que no hubiese nadie más a su alrededor. "Tenía ganas de estar con ella todo el rato, pero no eran ganas bonitas ni de hacer planes. Era más bien como un impulso de encerrarme, como sentirme en una jaula que en ese momento creía que me hacía bien".
Yaiza, de 23 años, considera que la dependencia emocional comienza en el momento en el que te pierdes a ti mismo para satisfacer a la otra persona. "A mi me ha tocado vivirlo en el ámbito amoroso, pero creo que la dependencia emocional también puede manifestarse en las relaciones de amistad", relata. "Es tener que depender completamente de lo que haga, diga o piense la otra persona, sin pensar en ti en ningún momento".
Dos hombres por cada diez mujeres
La psicóloga Caballero hace especial hincapié en la prevalencia de mujeres sobre los hombres que asisten a terapia con motivo de su dependencia emocional. "De cada diez mujeres que acuden a terapia, dos son hombres. Es un porcentaje altísimo", cuenta Caballero.
Sara Navarrete, directora del centro de piscología clínica y de la salud de Valencia y Barcelona, añade que la herida de abandono por ausencia de padre que se ha dado tradicionalmente con motivo del sistema patriarcal, generalmente solía afectar más a las niñas.
El sistema tradicional
Ambas doctoras señalan la gran influencia que ha supuesto el sistema tradicional en el desarrollo de la dependencia emocional en las mujeres.
"Creo que se debe a la sociedad patriarcal en la que nos encontramos, donde se cría al hombre con un rol autoritario, fuerte e independiente. Con las mujeres pasa todo lo contrario, ya que tradicionalmente siempre han tenido que estar al cuidado de la casa y de los niños... jugamos un rol mucho más sumiso, que aunque afortunadamente esté cambiando, es el patrón que hemos llevado hasta ahora", explica Caballero.
"En generaciones pasadas, la mujer ha sido dependiente incluso económicamente, por lo que no resulta extraño que se genere esa dependencia emocional con más facilidad".
Caballero considera que es muy necesario acabar con esas creencias y estigmas tradicionales que se nos han impuesto. "Sin llegar a los extremos, claro. Pero es necesario empoderar más a las mujeres para que den cuenta de que son capaces de hacer muchísimas cosas sin necesitar a nadie".
Por su parte, la doctora Navarrete cree que la educación está experimentando un cambio muy favorable en este aspecto. "Ahora educamos a nuestras hijas de manera que son capaces de comprender dónde se encuentran sus límites, que deben apoyarse y respaldarse en sus iguales y que han de amarse a sí mismas. Esto potencia mucho la autoestima, un factor clave para evitar la dependencia emocional".
Dependencia emocional y maltrato
Isabel, mujer de 24 años, sufrió una relación de dependencia emocional ligada al maltrato físico y psicológico. "Las mujeres maltratadas suelen generar una dependencia emocional debido a la indefensión que sienten", explica la psicóloga Caballero. "De hecho, es en las relaciones tóxicas en las que se suele generar este tipo de dependencia".
Este fenómeno se llama indefensión aprendida, y hace que dejen de luchar por salir de esta situación, acostumbrándose a vivir por y para esa persona, generando aún más dependencia.
Isabel relata a Magas su experiencia viviendo una relación tóxica y dependiente. "Al principio era maltrato psicológico, celos, control... no le gustaba nada que saliera de fiesta o que hiciera nuevos amigos, y comenzaron las discusiones fuertes con gritos e insultos", cuenta.
"Según iba avanzando la relación, también lo hacían las discusiones. Se volvieron más fuertes y empezó a haber empujones, hasta que un día que estábamos enfadados vino a buscarme a casa de una amiga. Estaba borracho y drogado. Bajé a hablar con él y empezamos a discutir en medio de la calle, hasta que empezamos a forcejear. Acabó pegándome un tortazo en la cara. Poco después llegó la policía, alertada por los vecinos que escucharon los gritos".
Isabel cuenta que, a pesar de haber recibido un golpe de su pareja, mintió a la policía diciéndoles que no había pasado nada.
"No quería hacerle daño, por mucho que él me lo hubiera hecho a mi. Creía que podía cambiarlo, me aferraba a la idea de que algún día seríamos felices. Tuve una adicción muy fuerte hacia él".
Carencias afectivas en la infancia
La piscóloga Caballero destaca el gran impacto que pueden tener el trato y el afecto que se recibe en la infancia con respecto a las relaciones afectivas que se forman en el futuro.
"Generalmente, casi todo el patrón de mujeres que asisten a consulta por este motivo han tenido una infancia complicada, con padres autoritarios, despreocupados, chantajistas o sobreprotectores. Ese patrón en la infancia tiene mucho que ver en la manera en la que se desarrollan afectivamente de adultas".
La doctora Navarrete explica a Magas cuál es el patrón de la dependencia emocional, que puede variar según la persona y sus circunstancias.
"Las características comunes son la necesidad constante de aprobación, el miedo al abandono, la dificultad para establecer límites, la baja autoestima, el sacrificio de las propias necesidades, el enfoque excesivo en la relación y la dificultad para estar solo".
El testimonio de Isabel confirma esta teoría, declarando que siente que no recibió el cariño necesario de su padre cuando era una niña.
"Creo que en mi infancia mi padre siempre estuvo muy ausente, trabajaba todo el día y apenas lo veía. Nunca hacíamos cosas juntos y tampoco ha sido cariñoso conmigo, jamás me ha expresado sus sentimientos. Recuerdo que siempre esperaba y deseaba que mi padre fuera más atento conmigo y que me demostrase algo de amor".
Cómo influye el tipo de apego
La doctora Caballero señala la importancia de conocer los tipos de apego. "El apego emocional es necesario en nuestra vida y se forma al momento de nacer. Es necesario porque nos permite crear vínculos", explica.
Existen diferentes tipos de apego, según la web Mentes Abiertas Psicología:
1. Apego seguro: es el tipo de apego ideal. En este caso, la persona no sufre en sus relaciones.
2. Apego ansioso y ambivalente: el niño no confía en sus cuidadores y tiene una sensación constante de inseguridad, porque se le han brindado conductas inconsistentes de cuidado y seguridad. Este tipo de apego suele derivar en una dependencia emocional.
3. Apego evitativo: estos niños han asumido que no pueden contar con sus cuidadores, lo que en la adultez se traduce como sentimientos de rechazo de la intimidad con otros, así como dificultades para relacionarse y para expresar sus emociones.
4. Apego desorganizado: sucede cuando los cuidadores han llevado a cabo conductas negligentes o inseguras. De adultos suelen convertirse en personas con alta frustración e ira, que no se sienten queridos y parece que rechacen las relaciones, aunque en el fondo son su mayor anhelo.
Cada vez más jóvenes afectadas
La doctora Caballero ha observado un patrón común en sus pacientes; "Ahora mismo suelen acudir mujeres jóvenes con mucha desconfianza en su familia, o que han sufrido invalidación o sobreprotección", explica.
"Estas mujeres piensan que no son capaces de hacer nada por sí mismas, por lo que buscan un vínculo afectivo de manera desesperada y terminan conformándose con migajas, con cualquier mínimo acto de amor que realmente no lo es".
Pautas y consejos
La psicóloga Caballero cuenta a Magas algunas de las pautas que se suelen dar en terapia para tratar la dependencia emocional.
"Es importante que la paciente entienda e identifique lo que es una relación tóxica y una relación sana. También se explican los diferentes tipos de apego para que se sientan identificadas y entiendan mejor por qué se sienten así, que comprendan que no son ellas las que eligen estar sufriendo."
También se recalca la importancia de diferenciar entre amor y obsesión. "Muchas de mis pacientes ni siquiera saben diferenciarlo", cuenta la psicóloga. "La importancia de trabajar la autoestima y desarrollar sus habilidades sociales, que suelen reducirse bastante en los casos de dependencia, también resultan una pauta interesante".
La doctora Navarrete añade, además, que el primer paso es reconocer el problema. "Es esencial que la paciente se de cuenta de que está sufriendo una dependencia y esté dispuesta a remediarlo. Tomar consciencia de los patrones de pensamiento que contribuyen a este estado psicológico y pedir ayuda profesional es crucial".
"Practicar la autocompasión y reconocer que el cambio lleva tiempo, que no es cosa de un día para otro y va a haber retrocesos en el camino, por lo que es importante mantener la motivación y seguir adelante".
Navarrete considera que es necesario aprender a poner límites saludables, comunicar siempre las propias necesidades y no tolerar comportamientos abusivos. El apoyo de amigos y familiares y el desarrollo de hobbies e intereses propios también son de gran ayuda.