El superalimento rico en antioxidantes y ácido fólico

La composición grasa de los frutos secos, su contenido en antioxidantes, fibra y otras sustancias bioactivas, proporciona a estos alimentos un gran valor nutricional. Cada vez son más los expertos que recomiendan su consumo diario, eso sí, para incluirlos en una dieta saludable el requisito fundamental es que se tomen al natural.

Ni fritos, ni salados ni con coberturas de chocolate o azúcar. Los frutos secos tostados en aceite incrementan su contenido graso en unas 30-40 kcal por cada 100 g de alimento y modifican su patrón de ácidos grasos al incorporar parte del aceite. 

De entro los frutos secos, las nueces son el fruto seco alabado por la medicina por sus grandes beneficios para la salud cardiovascular gracias a su elevado contenido en Omega 3. Ricas en antioxidantes, son buenas para la memoria y la salud del cerebro, así como para mantener un peso saludable y una buena salud intestinal.

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También tienen un alto contenido en arginina, un aminoácido que se convierte en óxido nítrico en el cuerpo, ayudando a mantener los vasos sanguíneos elásticos para facilitar el flujo sanguíneo. Las nueces son el fruto seco con mayor contenido en selenio, que ejerce su función antioxidante potenciado por la vitamina E.

Razones que han llevado a un estudio liderado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan, de la Universidad de Harvard, a catalogarlas como 'superalimento', en concreto, por sus propiedades para reducir el riesgo de desarrollar diferentes problemas o enfermedades de tipo cardiovascular y alargar la vida.

Propiedades beneficiosas para las mujeres

Según asegura un estudio publicado en el Journal of Aging Research, las mujeres de entre 50 y 60 años que consumen al menos dos nueces por semana tienen una mayor probabilidad de un envejecimiento saludable.

En esta investigación, encabezada por la doctora Francine Grodstein, se analizaron los datos de 33.931 mujeres en el Estudio de Salud de Enfermeras (NHS) para descubrir si podía relacionarse el consumo de nueces con la salud general y el envejecimiento saludable. El estudio, que fue apoyado por la Comisión de Nuez de California, definió este tipo de envejecimiento como la longevidad con buena salud mental y sin enfermedades crónicas importantes, problemas cognitivos o discapacidades físicas después de los 65 años.

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Nueces y ácido fólico

Otro de los componentes beneficiosos de las nueces es el ácido fólico, imprescindible durante el embarazo ya que reduce significativamente el riesgo de que un bebé tenga defectos de desarrollo incompleto del cerebro y de la médula espinal.

Pero, el ácido fólico no es solamente beneficioso para en el embarazo, sino que beneficia a todas las mujeres por ser una aliada contra la anemia, fatiga y depresión.

Esta vitamina funciona conjuntamente con la B12 y la C, ayudando a romper, absorber y usar las proteínas en el cuerpo. Desempeña un papel fundamental para proteger de la anemia, ya que participa en la formación del grupo hemo, la proteína que contiene hierro en la hemoglobina.

Su deficiencia puede crear a las mujeres anemia megaloblástica, manifestándose en pérdida de apetito, náuseas, úlceras bucales, piel pálida y pérdida de pelo. Su deficiencia crónica se manifiesta por fatiga y lengua dolorosa e hinchada.

Su alto contenido en Omega 3 las hace también muy beneficiosas en el postparto, cuando se puede sufrir un déficit de este ácido graso.

Nueces en la menopausia

Algunas de las propiedades específicas de las nueces, como el aporte de magnesio y omega 3, las convierte en un alimento importante de la dieta habitual durante la menopausia ya que el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular se eleva durante este periodo.

Además, contienen otros nutrientes de gran interés en la menopausia, como el magnesio. Las nueces son uno de los alimentos con mayor concentración de este nutriente, contiene aproximadamente 267 miligramos por cada 100 gramos.

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Frutos secos para adelgazar

Una de las investigaciones más importantes que avala las bondades de las nueces es el proyecto Predimed (Estudio sobre nutrición y estilo de vida en función de una Dieta Mediterránea).

Las nueces ayudan a combatir la obesidad porque se ha demostrado que provocan un efecto saciedad que dura horas y, por lo tanto, evitan el efecto atracón y ayudan a comer menos en la siguiente comida.

En la misma línea, la investigación publicada en la revista Nutrition ha demostrado que las personas entre 18 y 35 años, que incluyen alimentos como las nueces, ricos en grasas porque controlan mejor el apetito y los ataques de hambre porque disminuyen la cantidad de grelina, la hormona que aumenta la sensación hambre.

Una investigación publicada en el Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition reveló que las personas que consumen frutos secos regularmente queman más energía mientras descansan, por lo que consiguen adelgazar. Y, de entre todos los frutos secos, las nueces son excelentes para añadir a nuestra dieta cuando queremos perder peso por su alto contenido en ácidos grasos omega-6 (ácido linoleico) y ácidos omega-3.