El instituto federal de estadística alemán Destatis ha publicado este martes el informe “25 años de la unidad alemana” a pocos días de que se celebre la reunificación que se produjo el 3 de octubre de 1990. A pesar de que el estudio habla de la “unidad alemana”, el propio instituto ha reconocido que los datos muestran claramente no sólo “hasta qué punto se han aproximado ambas partes territoriales, [sino también] dónde siguen existiendo diferencias”.
“Los nuevos Länder”, como los denomina el propio instituto de estadística en un ejemplo de que el propio lenguaje sigue marcando las diferencias un cuarto de siglo después, han perdido 2 millones de sus antaño 14,5 millones de habitantes desde que Alemania volviera a ser una. Los motivos, una gran migración hacia los estados federados occidentales y una baja tasa de natalidad en la antigua República Democrática Alemana, explica el informe. Ambos aspectos han llevado a un envejecimiento más rápido de los estados federados del este, aunque la diferencia en este sentido no es tan amplia: un 24% de la población oriental es mayor de 65 años, frente a un 20% de la población occidental. Otro dato curioso: no fue hasta 2013 cuando por primera vez desde 1990 se mudaron más alemanes de Occidente a la antigua parte oriental que al revés.
Otra diferencia se encuentra en la concepción de la familia, donde la antigua parte Occidental se muestra más conservadora que la otrora comunista Alemania, donde existen muchas más familias formadas por padres no casados. “En general, aún hay claras diferencias este-oeste en lo que respecta a la convivencia de familias con menores”, señala el informe. Un 75% de las familias en la antigua República Federal Alemana son de progenitores casados, mientras que sólo un 52% de las familias en la parte oriental ha optado por ello.
25 años para recuperar un paro similar
El desempleo ha bajado en la última década en Alemania, igual que la distancia entre el porcentaje de parados en los Länder del este (Ostdeutschland en el gráfico inferior) y el oeste (Westdeutschland). Aún así, la diferencia continúa siendo significativa: más de un 9% de personas activas no encuentran trabajo en la antigua Alemania oriental, mientras que menos del 6% se encuentran en esta situación en la parte occidental.
Si bien, es necesario recordar la gran migración que ha habido en todo este tiempo sobre todo desde el este al oeste, que ha tenido que emplear también a millones llegados desde el antiguo estado comunista. Así, el paro total en Alemania ha conseguido superar un pico de 1997 y otra crisis que precedió a la del resto de la Unión Europea en los años 2003-05.
En el año 1991 había 2,6 millones de personas sin trabajo en Alemania, una cifra que aumentó hasta 1997 considerablemente: un 17,7% en la antigua RDA y un 9,6% en la Alemania Occidental. En 2005 Alemania alcanzó su cifra máxima, con 4,8 millones de personas en el paro. Sin embargo, en 2014 el nivel de desempleo bajó a mínimos que no se habían vivido desde 1992, con 2,9 millones de parados (6,7%) en total.
Pero no ha resultado fácil volver a las cifras de 1991. Así lo muestra el ejemplo de Berlín, tras cuya reunificación también como ciudad no alcanzó el punto de inflexión hasta 2004, según el informe. En 2013 ya se contabilizaron 1,8 millones de personas en activo, un 5,2% más que en el año 1991.
Para conocer mejor la riqueza de la locomotora europea, el informe señala también que el Producto Interior Bruto de toda Alemania ha crecido un tercio desde la reunificación. Pero la renta per cápita desvela una nueva diferencia que permanece 25 años más tarde entre la antigua Alemania comunista y la occidental: en la primera, es de 22.800-24.200 euros, frente a una media estatal de 33.400 euros.
Así, el informe demuestra que Alemania avanza lentamente hacia la verdadera unidad de sus estados federados, pero aún queda un largo camino que recorrer.