A Baltasar Garzón le ha durado casi cuatro años el empleo público en la Argentina kirchnerista, desde 2012 al 2015. El exjuez español ha dimitido a raíz del cambio de Gobierno de la presidente Cristina Fernández, viuda de Kirchner, al liberal Mauricio Macri.
EL ESPAÑOL ha podido saber este martes que el magistrado presentó hace dos semanas su renuncia indeclinable al cargo de “coordinador de asesoramiento internacional” en la secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia argentino, donde lo había colocado la expresidenta.
“Baltasar es muy respetuoso del Estado de Derecho y la alternancia en la democracia. Por eso se apartó ante el cambio de administración”, dijo a este periódico su secretaria, Adriana Arce. Y confió que el exjuez “ya no está en Argentina”.
Sin embargo, Garzón continuará representando a Argentina ad honorem en una comisión de la UNESCO, según su colaboradora.
El exjuez tenía dos oficinas en Buenos Aires. Una en la sede del Ministerio ubicada en el puerto de la ciudad, cerca de la villa miseria (asentamiento chabolista) Rodrigo Bueno y de un astillero. Y otra para la fundación internacional que lleva su nombre, más céntrica, en la sede de la Umet, una universidad privada del sindicato kirchnerista de porteros Suterh, donde trabaja una joven española, también de apellido Garzón.
Según reveló el diario La Nación, el exjuez cobraba del erario público un salario mensual de 72.000 pesos -que hoy equivale a unos 6.750 euros- más gastos de viaje. Aunque el exjuez aseguró que eran 47.800 pesos, o sea, unos 4.500 euros al cambio de este martes.
En su declaración jurada de bienes -obligatoria para todo alto funcionario en Argentina- ha admitido su capacidad de ahorro. Allí consta un plazo fijo con 500.000 pesos guardados en el banco (43.290 euros al cambio oficial del momento), según confiaron a EL ESPAÑOL fuentes que investigaron al exjuez.
A través del decreto 2319/2012, la expresidenta Fernández lo designó al "cargo extraescalafonario" en el Ministerio de Justicia con "rango de subsecretario de Estado" en diciembre de 2012, meses después de ser inhabilitado en España por prevaricación al ordenar grabar conversaciones entre cabecillas de la trama Gürtel en prisión y sus abogados.
Pese a su inhabilitación para ejercer como juez, muchos adoran a Garzón en Argentina. Sobre todo porque enjuició a represores argentinos en España. El Parlamento lo distinguió como “visitante ilustre”. Y Fernández siempre lo tenía cerca en sus actos para tirarle flores: “Usted nos honra con su presencia".
En la reciente campaña electoral, Garzón protagonizó un vídeo llamando a votar para gobernador de Buenos Aires a Aníbal Fernández, un polémico peronista a quien se acusa de tener vínculos con el narcotráfico. Fernández perdió ante la macrista María Vidal, una principiante en política.
Ante la derrota del kirchnerismo que lo acogió, Garzón se ha marchado y nadie sabe si regresará pronto a Buenos Aires.