Pese a haber recaudado mucho menos dinero para hacer campaña que sus principales competidores, el multimillonario Donald Trump ha venido arrasando en las encuestas del Partido Republicano.
El domingo, un día antes de los esperados caucus de Iowa, los diferentes contendientes en la carrera presidencial tuvieron que presentar a la Comisión Electoral Federal de Estados Unidos (FEC) informes sobre el estado de las finanzas de sus respectivas campañas en los tres últimos meses del año 2015. Entre otros datos, estos informes incluyen cuánto dinero reciben los comités de campaña de los candidatos, de quién proceden las donaciones y a qué las dedican.
Una vez más, Trump se distingue del resto por cómo financia su campaña, cuánto dinero dedica a ella y en qué lo invierte.
Desde que anunció su candidatura, Trump ha recabado unos 19 millones de dólares, por detrás de los republicanos Marco Rubio, Jeb Bush, Ted Cruz o Ben Carson y lejos de los principales candidatos demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders. De hecho, las campañas de Clinton y Sanders son las que más dinero han recaudado, 115 y 75 millones de dólares respectivamente.
En vez de depender fundamentalmente de donaciones como los demás candidatos, el grueso de los ingresos de la campaña de Trump proceden del propio bolsillo del magnate inmobiliario: 13 millones. El multimillonario ha defendido reiteradamente ser más independiente que los demás candidatos porque recurre más a sus fondos personales que al dinero de terceros. La mayor parte de la inversión personal de Trump en su campaña se produjo al cierre del año pasado, cuando inyectó unos 10 millones.
Y de ese total de 19 millones, su campaña se ha gastado alrededor de 12. Trump afirma que está dispuesto a gastarse lo que haga falta para llegar hasta la Casa Blanca. Lo curioso es adónde ha ido a parar ese dinero.
Unos dos millones de dólares se han gastado en materiales como camisetas, gorras, chapas, tazas o letreros para colocar en el jardín. Lo más cotizado parecen ser las gorras, ya que alrededor de un millón ha ido destinado a ellas. Trump a menudo atiende actos políticos con una de las viseras de su creación con el mensaje “Make America great again” (hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande). Estas gorras se venden por 30 dólares en su página web.
Lo único que supera la inversión de este tipo de material publicitario son los gastos de viaje, que superan los dos millones de dólares, y los gastos de consultoría, que sobrepasan los tres.
El comité de campaña de Cruz, su principal competidor por el momento en los sondeos, ha recaudado 47 millones en donaciones de terceros y se ha gastado 28. Menos de un millón ha ido destinado a productos de merchadise y la mayoría son carteles. Cruz se ha gastado una cantidad menor en consultoría, algo menos de tres millones. Pero mientras que Trump se ha gastado una cantidad nimia en anuncios y no ha recurrido a servicios para pedir donaciones telefónicamente, Cruz ha invertido millones en hacer visible su candidatura y pedir dinero.
Por su parte, Clinton, la que más dinero ha recibido y gastado -su campaña ha invertido 80 millones- apenas ha destinado dinero al merchandise: sólo algo más de un millón. Sus gastos de viaje son también relativamente pequeños, unos dos millones. En lo que respecta a consultoría, la demócrata ha gastado la mitad de lo que Trump: un millón y medio. Sin embargo, más de 15 millones han ido a parar a anuncios y material audiovisual. Y ha desembolsado seis millones para marketing directo.