Ha ocurrido a las puertas de una estación de metro en el noroeste de Moscú, informa la televisión Russia Today. Según los testigos, la mujer ha sacado la cabeza de una niña de su bolso, proclamando que la había matado. Ha asegurado que era terrorista y ha amenazado con inmolarse.
Los investigadores han informado de que encontraron el cuerpo de una pequeña decapitada en un piso incendiado de la capital. Se estima que la niña tenía tan sólo tres o cuatro años, indica la televisión rusa. Al parecer, la presunta asesina era la cuidadora de su víctima.
La sospechosa tiene 39 años y proviene de Uzbekistán. Durante el interrogatorio, ha dado un motivo bien distinto para la atrocidad que ha cometido: la infidelidad de su marido.