No es la primera dimisión en el Gobierno belga por los fallos de seguridad que han dejado al descubierto los atentados del 22 de marzo en Bruselas, en los que murieron 32 personas. La diferencia es que esta vez el primer ministro, Charles Michel, sí la ha aceptado, pese a tratarse de una figura emergente de su propio partido. La ministra de Transportes, la liberal valona Jacqueline Galant, ha presentado este viernes su renuncia tras haber sido acusada de ignorar los avisos sobre los problemas de seguridad en el aeropuerto de Zaventem antes de los ataques.
La posición de Galant era insostenible desde hace días. Los propios funcionarios de su ministerio le han acusado esta semana de haber desoído varias peticiones para aumentar la seguridad en los aeropuertos belgas. Y han filtrado varios documentos comprometedores. Un alto responsable del departamento de movilidad, Laurent Ledoux, escribió en diciembre de 2014 un correo electrónico en el que denunciaba que “se puede entrar a Zaventem como a un molino” y que “yihadistas bien conocidos se pasean con tarjetas de acceso al aeropuerto”.
Los expertos del ministerio reclamaron de nuevo un refuerzo de la seguridad aeroportuaria tras el ataque terrorista frustrado del 21 de agosto en un tren de alta velocidad Thalys y los atentados de París del 23-N. Pero según ha denunciado Ledoux, Galant ignoró sus peticiones. Ni siquiera peleó para obtener una partida de los 400 millones de euros que aprobó el Gobierno belga para la lucha antiterrorista el pasado noviembre.
Informe negativo de la Comisión sobre los aeropuertos belgas
La puntilla que ha precipitado la dimisión de Galant ha sido la filtración de dos informes confidenciales elaborados por la Comisión Europea, uno de 2011 y el otro de 2015. Los informes denuncian “deficiencias graves” en Bélgica en materia de seguridad aeroportuaria, por ejemplo en detección de explosivos.
La ministra aseguró que no había recibido el último de ellos. Michel se creyó su versión y la defendió este jueves en una comparecencia parlamentaria. Pero un alto funcionario confirmó horas más tarde que sí había informado al gabinete de la ministra. Este viernes por la mañana, el primer ministro se ha reunido con Galant y le ha exigido que dimita.
La Comisión ha eludido pronunciarse sobre los informes negativos sobre Bélgica. “En la UE, tenemos los estándares de seguridad más altos del mundo. Los 800 aeropuertos comunitarios los cumplen”, ha dicho el portavoz de Transportes, Jakub Adamowicz. Los expertos de la UE realizan inspecciones por sorpresa a los aeropuertos y si encuentran problemas, exigen a las autoridades nacionales medidas correctivas. “Es un mecanismo que se aplica en toda Europa. Ni Bélgica ni Alemania son casos excepcionales”, ha asegurado.
En el hall de salida del aeropuerto de Zaventem, al lado de los mostradores de facturación, se hicieron estallar el 22 de marzo dos kamikazes, Ibrahim El Bakraui y Najim Laachraoui. Las dos explosiones provocaron 17 muertos.
La de Galant no es la primera renuncia por los fallos de seguridad en Bélgica. Los ministros del Interior, Jan Jambon, y de Justicia, Koen Geens, presentaron su dimisión el 25 de marzo porque sus departamentos ignoraron el aviso de Turquía sobre uno de los kamikazes, Ibrahim El Bakraui. El Bakraui fue detenido por las autoridades turcas en junio del año pasado cuando intentaba entrar a Siria y deportado después a Holanda. Michel no aceptó estas dimisiones por la situación de alerta terrorista máxima en la que se encontraba el país.