Otra matanza en una prisión enciende de nuevo las alarmas en Brasil. 33 presos han sido asesinados esta madrugada dentro de la penitenciaria agrícola de Monte Cristo , la mayor cárcel del estado de Roraima, con mas de 1,4 mil reclusos (el doble de su capacidad) y situada en el estado vecino a Amazonas, lugar donde el pasado domingo una rebelión de presos dejaba 56 muertos en el complejo penitenciario Anísio Jobim de Manaus.
De acuerdo con una nota emitida por la secretaria de Justicia ciudadana del estado de Roraima, la unidad situada en la zona rural de la ciudad de Boa Vista ha sido aislada y se encuentra bajo control. La proximidad del cuartel de la policía de operaciones especiales (Bope) permitió una rápida actuación en una nueva pelea entre bandas criminales.
La matanza vivida en la prisión de Manaus junto a la fuga masiva de presos tuvo un efecto inmediato en la población de la capital amazónica. El miedo se adueñó de la ciudad y los vecinos relatan el pavor a salir a las calles ante la alarma por una onda de violencia.
Paralelamente las prisiones de todo el país reforzaban la seguridad ante las amenazas de ajustes de cuentas tras la barbárie del domingo en la prisión Anísio Jobim. Una alerta específica fue comunicada a las autoridades de Roraima ante los posibles enfrentamientos entre presos en las unidades de este estado. Roraima, situada al norte del país se encuentra en zona de influencia de la banda Família do norte (FDN) organización responsable de las ejecuciones durante el motín carcelario en Manaus.
Las luchas entre bandas criminales en la penitenciaria agrícola Monte Cristo vivieron precedentes recientes con un enfrentamiento el pasado 10 de octubre entre facciones rivales con un balance de 10 presos muertos, algunos de ellos quemados y decapitados, de la misma forma que sucedió el pasado fin de semana en la saturada cárcel del estado vecino de Amazonas.