May afronta el congreso conservador que marcará el futuro del 'brexit'
- Los enemigos internos de May deberán modular sus ataques para no derrumbar a su líder.
- May, al borde del abismo; Corbyn empujado a otro referéndum.
La disputa entre facciones enfrentadas del Partido Conservador que se espera en el congreso anual de la formación a partir de este domingo marcará el rumbo que seguirá el Gobierno de la primera ministra británica, la "tory" Theresa May, en las negociaciones del "brexit".
La mandataria conservadora intentará convencer a los suyos de que el camino a seguir es mantenerse firmes con su propuesta para crear un área de libre intercambio de mercancías a ambos lados del canal de la Mancha, a pesar de que Bruselas ha descartado ya los aspectos clave de su plan.
A pocas semanas para que se cumpla el plazo marcado para cerrar un trato, ese rechazo ha dado nuevas fuerzas al bando más euroescéptico de los "tories", que piden a May que rebaje sus expectativas y proponga a la Unión Europea (UE) un acuerdo de libre comercio más básico, al estilo del de Canadá.
De la capacidad de la primera ministra para persuadir a su partido no solo depende su posición negociadora ante la UE, sino su capacidad para aprobar en el Parlamento el eventual pacto que logre firmar, que descarrilaría si suficientes conservadores rebeldes deciden votar en su contra.
En el congreso de Birmingham (Inglaterra) que se inaugura oficialmente mañana, los exministros Boris Johnson y David Davis, que dimitieron en julio por su desacuerdo con May, abanderarán previsiblemente la corriente rebelde, junto con el influyente diputado Jacob Rees-Mogg.
La jefa de Gobierno espera contar con el respaldo, más o menos explícito, de la mayoría de sus ministros, que ofrecerán discursos en el escenario principal del congreso.
Artillería conservadora
Los conservadores más críticos, que ya abandonaron el gabinete o bien nunca han estado en él, lanzarán su artillería desde los eventos paralelos organizados durante la semana y en sus entrevistas con los medios de comunicación.
Algunos analistas creen que los enemigos internos de May deberán modular sus ataques para no derrumbar a su líder, ante la falta de candidatos para ponerse al frente de las envenenadas negociaciones con Bruselas en su momento más complejo.
"No creo que vayamos a ver una guerra abierta, en el sentido de que probablemente no la atacarán a ella. La postura que han adoptado diputados como Rees-Mogg es no criticar a la persona, sino a sus políticas. No quieren un cambio de líder", argumentó a Efe el experto en política internacional Richard Toye, profesor en la Universidad de Exeter.
"Los potenciales rebeldes pueden querer que May sea vista como la responsable de todo lo que vaya mal con el 'brexit', para poderse presentar más tarde para arreglar las cosas", sostuvo Toye.
El congreso conservador reúne cada año a miles de afiliados del partido, por lo que es la ocasión apropiada para que los pesos pesados de la formación midan sus fuerzas de cara a una futura competición por el liderazgo.
Johnson es el principal favorito en todas las apuestas para suceder a May en algún momento.
Es el más popular entre las bases conservadoras y el año pasado se llevó la mayoría de vítores en el congreso, aunque esa fuerza entre los afiliados contrasta con la desconfianza que genera entre algunos sus compañeros de bancada parlamentaria.
"Existe una asimetría entre cómo perciben a Johnson los diputados conservadores -no muy bien- y cómo le ven los miembros ordinarios del partido -de forma muy positiva-. Eso hace que el congreso sea la arena ideal para él", explicó por su parte Dan Stevens, profesor de política de Exeter.
En unas eventuales primarias, la falta de popularidad de Johnson entre las altas esferas del partido podría bloquear su paso a la última ronda el proceso electoral, en la que las bases votan entre los dos candidatos con más apoyos.
El congreso conservador cerrará el miércoles con un discurso de May que puede marcar su futuro político y el del Reino Unido, que se enfrenta a la posibilidad de abandonar la UE sin acuerdo el próximo 29 de marzo si no logra acercar posturas con Bruselas o bien el Parlamento tumba el pacto que llegue a alcanzar.
"Todo el mundo va a seguir hacia adelante hasta que todo se desmorone. En algún momento sucederán una serie de eventos que echarán (a May) abajo, pero es difícil prever cuáles y cuándo serán. Ocurrirá, probablemente, de pronto y por sorpresa", sostuvo el profesor Toye.