Una oleada de 20.000 personas arropó este sábado al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en la fronteriza ciudad de Tijuana para celebrar el acuerdo que evitará la imposición de aranceles a los productos mexicanos por parte de Donald Trump.
En esta icónica ciudad del estado de Baja California, en la que se levanta una valla fronteriza que la separa de Estados Unidos, se llevó a cabo el festejo llamado "Acto de unidad en defensa de la dignidad de México y en favor de la amistad con el pueblo de los Estados Unidos".
Este evento ya estaba previsto antes de cerrarse el acuerdo entre ambos gobiernos y tenía como objetivo reivindicar la unidad de los mexicanos frente las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump.
Pero al levantarse la amenaza arancelaria, el tono del evento se convirtió en mucho más festivo, aunque no dejó de estar cargado de simbolismo ya que se celebró a escasos diez minutos de la Garita Internacional de San Ysidro.
La seguridad se reforzó en el centro de la ciudad y se cortaron algunas calles de Tijuana, una ciudad que en los últimos meses ha recibido a miles de migrantes centroamericanos que se quedan varados esperando entrar a Estados Unidos.
Al evento acudieron los gobernadores de 27 de los 32 estados de México, y junto a López Obrador se sentó Francisco Vega de Lamadrid, mandatario del estado de Baja California.
A diferencia del presidente mexicano, que gozó de un baño de masas mientras se dirigía al escenario, el dirigente local fue abucheado durante todo el evento por los miles de asistentes. Un hecho que también vivió en primera persona el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, ambos del opositor Partido Acción Nacional (PAN).
En todo momento los ciudadanos asistentes estuvieron expresando su reconocimiento al presidente mexicano, cantando a forma de coro: "es un honor estar con Obrador".
Pero también hubo aplausos para el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, quien encabezó la delegación mexicana que participó durante tres días en las negociaciones en Washington.
Diversos ciudadanos expresaron comentarios positivos a favor de la postura que tomó el Gobierno de México durante estas negociaciones y aplaudieron que López Obrador evite una "confrontación" con Estados Unidos.
México se comprometió en el acuerdo a reforzar su frontera con Guatemala y acoger a los migrantes que tramitan su asilo para entrar a territorio estadounidense, mientras que Estados Unidos colaborara en el plan de desarrollo de Centroamérica.
En su discurso, López Obrador aseguró que extiende "una mano abierta y franca" a Trump, además de ofrecerle "amistad" para trabajar de manera conjunta sobre la atención al tema migratorio. Y le recordó que los acuerdos alcanzados "se cumplen".
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial de México, Carlos Salazar, dijo abiertamente que los empresarios mexicanos del país, y sobre todo de la frontera, se verán beneficiados con este oportuno acuerdo que se realiza entre ambos países que beneficia a miles de familias.
Por su parte, Ricardo Monreal, senador del gobernante Movimiento Regeneración Nacional, aseguró ante la prensa que la siguiente semana trabajarán en todos los puntos acordados para darles cumplimiento, además de analizar los recursos que serán destinados a los grupos de atención a migrantes que llegan a tierra mexicana.
Mientras que Alejandro Solalinde, líder católico y activista mexicano, felicitó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por tomar en cuenta a los migrantes y extenderles la ayuda.
En redes sociales sorprendió la participación en el acto de representantes de la comunidad evangélica, en plena polémica por la detención por abusos sexuales de Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo.
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