El periplo de Evo Morales para “salvar su vida” en México: un falcon prestado y los militares al acecho
De la tensión pasa salir de Bolivia con el Ejército custodiando el aeropuerto, hasta rodeos aéreos no planeados: así ha sido el viaje de Morales a México.
13 noviembre, 2019 02:56Noticias relacionadas
El viaje del ya expresidente boliviano Evo Morales desde Cochabamba hasta México, país que le ha concedido asilo, ha sido todo un "periplo" repleto de cambios de ruta y negociaciones con otros países circundantes por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Mientras esperaba que Morales aterrizase en Ciudad de México, el ministro de Exteriores del país azteca, Marcelo Ebrard, explicó a la prensa cómo se ha gestionado su traslado en un avión de la Fuerza Aérea mexicana, una vez que el dimitido presidente boliviano aceptó la oferta de asilo de México.
"Ha sido como un periplo por diferentes espacios y decisiones políticas", ha ilustrado Ebrard. Para llegar a Bolivia, la "primera ruta" pasaba por Perú, país que autorizó el aterrizaje en Lima para repostaje.
Una vez en suelo peruano, el aparato "tuvo que esperar" porque faltaban por conseguir "las autorizaciones en Bolivia" algo que, dada la situación actual, no resultó fácil porque "no está claro quién decide qué". Sin embargo, al llegar al espacio aéreo boliviano, las autoridades les notificaron que el permiso había sido revocado, por lo que el avión tuvo que volver a Lima.
Tras varias gestiones, finalmente fue "el comando de la Fuerza Aérea (boliviana) el que otorgó el permiso, lo cual también dice quién tiene el poder ahorita en Bolivia", ha resaltado Ebrard. "Son los militares los que mandan, esto es un golpe", relataba otra fuente oficial mexicana que ha querido permanecer en el anonimato.
El Gobierno mexicano sostiene que se trata de un "golpe de Estado" porque la renuncia de Morales del domingo ha sido "forzada" tras la intervención del Ejército, que le "sugirió" su salida.
Una vez en Cochabamba (Bolivia), donde Morales esperaba, y con todo listo para regresar por el mismo camino, el Gobierno de Perú notificó que "por valoraciones políticas" ya no autorizaba a usar su territorio para repostar de camino a México.
Cochabamba, "el momento más tenso"
La salida de Cochabamba fue, según Ebrard, el momento "más tenso" y "más difícil", puesto que los seguidores de Morales se encontraban en torno al aeropuerto y en su interior "había elementos de las Fuerzas Armadas" custodiando el lugar. Así pues, ha añadido, hubo que ejecutar "un plan B".
El Gobierno mexicano contactó entonces con Paraguay, ayudado también en la gestión por el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, que contactó directamente con el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, y recibió autorización para volar a Asunción, repostar y hacer las gestiones pertinentes.
Al final, y gracias a la "capacidad de diálogo" del general a cargo de la aeronave, la Fuerza Aérea de Bolivia dio luz verde al despegue y el avión puso rumbo a Asunción. Desde aquí, nuevo contacto con Perú para que permitiera sobrevolar su espacio, y con Ecuador, a quien también se pidió que autorizara un posible aterrizaje para repostar en Guayaquil.
Pero en ese momento surgió un nuevo problema: "Bolivia no daba permiso para cruzar el espacio aéreo", ha indicado el canciller, lo que obligó a buscar "alternativas", obteniéndose el permiso de Brasil para "poder volar en la línea fronteriza entre Bolivia" y ese país con destino a Perú.
Rodeo a Bolivia
Sin embargo, este no sería el último obstáculo en el periplo, ya que, antes de salir de Asunción se notificó que no podían atravesar el espacio aéreo de Bolivia, por lo que se veían obligados a rodear el país. Entonces el embajador de Brasil en la Paz, "casi milagrosamente" -en palabras de Ebrard-, consiguió un permiso para que el avión volase por la línea fronteriza entre Bolivia y Brasil.
El nuevo plan era despegar en Asunción, ir a Perú pasando por varios países latinoamericanos y pasar por aguas internacionales hasta aterrizar en México. Un plan factible teniendo en cuenta que el depósito del avión se llenó en Asunción y contaba con una autonomía de 11 horas.
Finalmente consiguieron despegar en torno a las dos de la madrugada (hora de México). El expresidente boliviano ha pisado tierra mexicana en torno a las 11.00 de la mañana y, con aspecto de cansancio, ha agradecido a López Obrador que le acoja.
Además, todo apunta a que esta acogida será temporal, ya que Morales ha anunciado por Twitter que volverá pronto "con más fuerza y energía".