El Papa Francisco, en una imagen de archivo.

El Papa Francisco, en una imagen de archivo. Reuters

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El simbolismo del viaje a Irak del Papa: contra el extremismo y por la reconstrucción

"Un mensaje para afirmar la unidad de la humanidad en su aspiración a la paz y hacer frente al extremismo", asegura el presidente iraquí. 

8 diciembre, 2020 02:47

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"Un pensamiento insistente me acompaña pensando en Irak", comentó en junio de 2019 el Papa Francisco durante una audiencia con los participantes en la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales. Casi dos años después, el Pontifice pisará a Oriente Medio en el que será su primer viaje tras la emergencia de la pandemia

Irak es el destino elegido por el argentino para reanudar sus viajes apostólicos, entre el 5 y el 8 de marzo del próximo año, según avanzó este lunes el Vaticano, que subrayó que el Pontífice ha aceptado "la invitación de la República de Irak y de la Iglesia Católica local". 

El Papa "visitará Bagdad, la llanura de Ur, ligada a la memoria de Abraham, la ciudad de Erbil [capital de la región autónoma kurda], así como Mosul y Qaraqosh, en la llanura de Nínive", aunque el programa detallado "se publicará a su debido tiempo" y "tendrá en cuenta la evolución de la emergencia sanitaria mundial".

La elección no es casual. Francisco había expresado en varias ocasiones su deseo de visitar el país árabe para apoyar a los cristianos perseguidos y conocer una tierra "que tanto ha sufrido".

El pasado mes de enero mismamente, la posibilidad de que el Pontífice pisará el país tomó fuerza tras la audiencia en el Palacio Apostólico con el presidente de Irak, Barham Salih, en un clima de "cordialidad".

Francisco y Salih conversaron entonces sobre los retos que enfrenta Irak y "la importancia de favorecer la estabilidad y el proceso de reconstrucción", así como de la minoría cristiana presente en el país, víctimas de la persecución de los yihadistas y de la violencia.

Según cuenta el Vaticano, el papa y el mandatario iraquí destacaron en su reunión "la importancia de preservar la presencia histórica de los cristianos en el país, del que son parte integrante, y su significativa contribución a la reconstrucción del tejido social".

Signo de "esperanza"

La noticia del viaje se lee en Irak como un mensaje contra el extremismo. "Esta histórica visita a Mesopotamia, la tierra de los mensajeros y santos y el lugar de nacimiento de Abraham, el padre de los profetas, será un mensaje elocuente para apoyar a los iraquíes (...) y afirmar la unidad de la humanidad en su aspiración a la paz, la tolerancia y hacer frente al extremismo", afirmó Salih en Twitter. 

Para la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, es "un signo de gran esperanza para la comunidad cristiana de la atormentada nación de Oriente Medio"

Tras la derrota militar del Estado Islámico en 2017, la población cristiana iraquí se encontró con enormes problemas: unas 20.000 familias expulsadas solo de la provincia de Nínive y casi 15.000 casas para reconstruir.

"El terror islamista fue contrarrestado con una respuesta organizada y duradera, coordinada por el Comité de Reconstrucción de Nínive y fruto del compromiso de las Iglesias locales y las comunidades cristianas internacionales. La fundación fue testigo de la extraordinaria generosidad de sus benefactores, que han contribuido significativamente a la obra de reconstrucción", indicó esta entidad que se ocupa de los cristianos perseguidos.

Según su director, Alessandro Monteduro, gracias a estos esfuerzos, más de 37.000 cristianos han regresado a la zona, es decir casi el 45% de las familias originalmente presentes en la zona. Antes de 2003, año del conflicto que llevó a la caída de Sadam Husein, los cristianos en Irak eran entre 1 y 1,4 millones. Entre 2014 y 2017, la cifras descendió hasta los 300 o 400.000.