El día que Özdemir Bayraktar se licenció en ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica de Estambul seguramente no pudo ni imaginar lo agradecidos que le estarían millones de ucranianos por ello. Tampoco sus hijos Selçuk, Haluk y Ahmet pensarían que estaban haciendo el mejor negocio posible cuando su empresa, Bayraktar Kardeşler, vendió sus productos al gobierno de Volodímir Zelenski. Sin embargo, hoy medio mundo ve sus máquinas en acción en todas las redes sociales.
El dron de combate Bayraktar TB2 se ha hecho famoso en los últimos días por ser el arma más efectiva del ejército ucraniano frente a los tanques y vehículos acorazados rusos. Los problemas de logística del ejército de Vladímir Putin, la falta de combustible y la feroz resistencia del pueblo ucraniano han dejado en muchas ocasiones a sus blindados al descubierto. Ha sido el caso del convoy que estos drones han destruido este mismo jueves en las afueras de Kiev para solaz de los invadidos.
Ucrania, dentro de su programa para defenderse de una hipotética invasión o ataque ruso, cuenta con estos drones desde 2019 y en los últimos meses, con celebración incluida de Zelenski en las redes sociales, habría comprado 50 unidades más a la compañía turca -cada unidad estaría valorada entre 1 y 2 millones de dólares-. Obviamente, desde Bayraktar Kardeşler nadie confirma ni desmiente pero los resultados parecen no dejar lugar a dudas sobre su rendimiento y eficacia.
Las informaciones procedentes de fuentes ucranianas hablan de 12.000 bajas entre los soldados rusos. También de 303 tanques, 1.036 blindados ligeros o 60 camiones de carburante destruidos. Casi todos ellos gracias a los drones Bayraktar TB2, uno de los drones más modernos y avanzados que se pueden encontrar actualmente tanto por su amplia capacidad de ataque como por las labores de espionaje que puede realizar por su autonomía de vuelo, su capacidad de volar a buena altitud y los sensores de a bordo que le permiten registrar los datos.
Bombas termobáricas
Si bien los misiles Javelin y Stringer han hecho estragos en las filas rusas, los Bayraktar TB2 son la navaja suiza perfecta de las tropas de Ucrania. Es capaz de realizar "misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) y de ataque armado", según reza la web del fabricante.
Las especificaciones se componen de una altitud de crucero de 5.500 metros con un techo de vuelo situado en 8.200 metros. La autonomía máxima que consigue es de 27 horas, aunque depende mucho de las condiciones de vuelo como la meteorología o la carga útil con la que esté equipado. Desde Bayraktar apuntan a que el TB2 es capaz de realizar un vuelo completo de forma autónoma, incluso en maniobras tan complejas como el despegue y el aterrizaje.
La munición que puede equipar el Bayraktar TB2 y con la que cuenta Ucrania está compuesta por un par de bombas guiadas por laser Roketsan MAM, también de fabricación turca. Este modelo de dron puede equipar dos modelos: MAM-C y el MAM-L. El primero de ellos es la versión más explosiva y el segundo se encuadra dentro de las municiones termobáricas. Ambos cuentan con guiado por láser y un alcance que va desde los 8 a los 15 kilómetros, respectivamente.
Influencia real
El ejercito ucraniano y toda su propaganda están tratando de magnificar las victorias de cada actuación de los Bayraktar TB2. Si bien es cierto que su efectividad es máxima en los ataques a las columnas de blindados o a las líneas de suministros que mayoritariamente llevan combustible al frente, lo cierto es que la relevancia del daño que provocan al ejército ruso es limitada en comparación con los misiles que Rusia está utilizando para bombardear las ciudades o con el despliegue de soldados y maquinaria en territorio ucraniano.
Sin embargo, los ucranianos no sólo disponen del Bayraktar TB2, sino que muchos civiles capaces de manejar drones de uso civil se han puesto al servicio del ejército y las milicias. Es una técnica fácil y barata de ampliar la capacidad ofensiva del país. Más aún cuando esos drones van armados o incluso si únicamente se utilizan para marcarle a la artillería propia la posición de los objetivos. Ese fue el caso del convoy atacado este jueves en las inmediaciones. Una prueba de su capacidad. Un aviso más para Rusia, que no consigue dominar el espacio aéreo.
Contraataque en Kiev
A ras de suelo la realidad es bien diferente. Mientras las tropas rusas no consiguen avances sustanciales en las últimas fechas, el poderío de su artillería está permitiendo avanzar poco a poco. Mientras la lucha se centra en el este, especialmente en Kiev y en Mariúpol en los últimos días, Rusia ha comenzado a bombardear ciudades en el oeste del país para ampliar su ofensiva. Sin embargo, las fuerzas ucranianas no se han quedado quietas.
A lo largo de las dos últimas jornadas, la infantería ligera ha comenzado una tímida ofensiva en los alrededores de Kiev para recuperar posiciones en torno a la capital del país. En principio, no parece una operación a gran escala pero sí representa toda una declaración de intenciones considerando el castigo al que ha sido sometida la ciudad desde que comenzase la invasión el pasado 24 de febrero.
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