Arriba, de izquierda a derecha: Wilbert Joseph Castañeda, el español José María Basoa, el checo Jan Darmovzal, todos ellos detenidos, y María Teresa Clavijo, del movimiento Vente Venezuela. Abajo, en el mismo orden: Iván Simonovis, el otro español arrestado Andrés Martínez Adasme y la líder opositora María Corina Machado. La figura sombreada corresponde a Jessica Isabela Ponte Figuera, que habría participado en protestas postelectorales.
Quién es quién en la trama "terrorista" que denuncia Cabello: 2 vascos, un 'seal', un reservista checo...
Venezuela ha acusado al CNI de secundar un plan de la CIA para derrocar al régimen de Maduro. El Gobierno español y el de EEUU niegan el complot.
16 septiembre, 2024 02:40José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme eran dos ciudadanos españoles anónimos hasta que Diosdado Cabello, ministro de Interior venezolano, los ha situado como parte de una conspiración para eliminar a Nicolás Maduro. El Gobierno chavista los ha detenido, junto a otras 12 personas, y los ha acusado de tener vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), extremo desmentido por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. España, según denuncia Caracas, está metida "hasta el cuello" en una operación dirigida por Estados Unidos para desestabilizar Venezuela.
En declaraciones transmitidas el sábado por el canal estatal VTV, Cabello lanzó una grave lista de imputaciones sobre Basoa y Martínez, ambos bilbaínos. Al parecer, según sus familiares, habían viajado como turistas desde Madrid a Caracas el 17 de agosto. El 2 de septiembre fue el último día que supieron de ellos. Sus allegados pidieron ayuda: denunciaron la desaparición ante la Ertzaintza y solicitaron colaboración ciudadana a través de una red social para poder localizarles.
Según el régimen, la operación implicaría la compra de cientos de armas, motines, fugas masivas de cárceles y un ataque a la embajada argentina para poner a la comunidad internacional en contra de Maduro, entre otras acciones.
La comparecencia incendiaria de Cabello se produce en plena crisis diplomática entre Venezuela y España, después del asilo político del opositor Edmundo González en Madrid y de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, definiera al régimen de Maduro como una "dictadura".
Los jóvenes de Bilbao, en palabras del ministro venezolano, habrían entablado contactos para comprar explosivos y planificado el asesinato de una "alcaldesa revolucionaria". Entre los nombres mencionados por Cabello figuran el de cuatro detenidos -tres estadounidenses y un checo-, un excomisario de la Policía de Caracas y varios opositores venezolanos, como María Machado, presuntamente al tanto del complot. A continuación, te contamos quién es quién en la conspiración denunciada por el chavismo.
Basoa y Martínez, los bilbaínos
José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme tienen 35 y 32 años, respectivamente. Según el relato de sus familiares, ambos volaron desde Madrid a Caracas el 17 de agosto. En la capital venezolana alquilaron un coche que debían haber devuelto el 5 de septiembre, pero no lo hicieron. Dejaron de comunicarse con sus seres queridos el 2 de septiembre, día en el que fueron vistos por última vez en Inírida, Colombia, rumbo a Puerto Ayacucho (Venezuela). Su última conexión telefónica fue "a las 8:23 horas".
Así se detalla en un mensaje de Facebook publicado la semana pasada donde se pide colaboración ciudadana para encontrar a los dos individuos. José María y Andrés viajaban "sin guía". La publicación en la red social incluye las alturas y los pesos de cada uno: 1,71 metros y 70 kilogramos el primero; y 1,69 metros y 65 kg, el segundo.
Sus rastros digitales son escasos. José María Basoa indica en su cuenta de LinkedIn -donde utiliza una foto de perfil aparentemente desactualizada- que tiene experiencia en instalación, reparación y mantenimiento de calefacciones, gas, fontanería y climatización. En concreto, indica que trabajó "dos años en la empresa Neidel und Christian (Göttingen, Alemania) y tres meses en Aizeklima S.L. (Bilbao)". También figura otra experiencia como personal de "investigación comercial y estudios de mercado" en XBS PROLOG S. A., una empresa logística con sede en Polonia.
De Andrés Martínez Adasme aparece en la red social laboral un perfil vinculado a Bilbao, pero sin foto y prácticamente sin información. En declaraciones a El Mundo, su padre ha explicado que su hijo y el otro detenido estaban de vacaciones y que no formaban parte del CNI. La Embajada de España en Venezuela está a la espera de tener acceso a los dos arrestados, acusados de terrorismo.
Tres estadounidenses y un checo
De los 14 detenidos por el Gobierno venezolano, sólo ha trascendido el nombre de seis: el de los bilbaínos, el de un supuesto SEAL de los Estados Unidos, el de otros dos estadounidenses y el de un checo. Este último se llama Jan Darmovzal. El Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz ha difundido una imagen de él, fotografiado de frente mientras sujeta un papel que lleva escrito su nombre, nacionalidad y número de pasaporte.
La revista checa de investigación NEOVLIVNI.CZ asegura que Darmovzal tiene 30 años y es un reservista en activo de un regimiento de paracaidistas checo. En el pasado, fue un "gran atleta" y pasó cinco años en Singapur, donde estudió Derecho a distancia en la Universidad de Londres. Cuando regresó a la República Checa, trabajó primero en la administración estatal y después sirvió en el ejército.
Cabello señaló como máximo responsable del operativo a un supuesto miembro en activo de las fuerzas especiales SEAL de la Marina estadounidense y experto en explosivos, Wilbert Joseph Castañeda, líder de un grupo denominado Comando AZ. "Tiene una vasta experiencia en sabotaje, explosivos, combate urbano, paracaidismo, experto en armas mixtas y fusiles; y fue capturado aquí en Venezuela el día 1 de septiembre en la zona montañosa de la Colonia Tovar", apuntó el ministro.
Los otros dos norteamericanos serían David Estrella y Aaron Darren Logandes, de quienes no han trascendido más datos.
El excomisario Iván Simonovis
En el marco de esta operación para acabar con el régimen venezolano y con las vidas de Nicolás Maduro y Delcy Rodríguez, su vicepresidenta ejecutiva, el papel del excomisario de la Policía de Caracas Iván Simonovis parecía clave, según se desprende de las palabras de Cabello. Estaría detrás del "tráfico" de las armas y tendría enlaces "directos" en Venezuela con dirigentes de la oposición, entre los que se encuentra Corina Machado, principal valedora del excandidato presidencial Edmundo González.
El comisario venezolano Iván Simonovis. X (Antes Twitter)
En 2002, siendo jefe de seguridad ciudadana de Caracas, Simonovis fue encarcelado por los trágicos hechos ocurridos durante una manifestación multitudinaria el 11 de abril de 2002, la misma que ocasionó el golpe de estado fallido contra Hugo Chávez. Al policía se le acusó de ser culpable de la muerte violenta de 19 personas durante la protesta, algo que él negó. Conocido como el 'prisionero rojo', Simonovis fue considerado un preso político histórico del chavismo hasta 2019, cuando se fugó de su arresto domiciliario.
Ponte y Clavijo, 'contactos' de los españoles
Cabello también esgrimió que los dos españoles contactaron con Jessica Isabela Ponte Figuera, quien habría participado en las protestas postelectorales de la oposición. En unas conversaciones telefónicas, Basoa y Martínez le habrían preguntado a esta mujer cómo "comprar explosivos" y cómo contactar con "grupos que quisieran hacer algún trabajo especial". "En comunicación directa planifican el asesinato de la alcaldesa de Upata (Yulisbeth García), referido textualmente. Es una alcaldesa revolucionaria", añadió el responsable de Interior.
De la misma manera, los vinculó con María Teresa Clavijo, un alto cargo del movimiento Vente Venezuela, cuya coordinadora nacional es Corina Machado. En una entrada de octubre de 2022 publicada por la web de Vente Venezuela, Clavijo figura como secretaria política de esta organización en el estado de Aragua.
Machado y otros opositores
El régimen chavista asegura igualmente que varios opositores venezolanos estaban al corriente de la operación de desestabilización. Entre ellos, María Corina Machado, que empujó la candidatura de Edmundo González.
Diosdado Cabello también mencionó a Juan Pablo Guanipa, estrecho colaborador del excandidato presidencial; Carlos Vecchio, afín a Juan Guaidó; y Julio Borges, expresidente del parlamento venezolano.
