
Una mujer deposita flores en el lugar del atropello masivo. EFE
Una madre y su hija de 2 años, primeras víctimas mortales del atropello masivo de Múnich del pasado jueves
Las dos fallecidas eran las únicas víctimas en estado crítico tras un suceso que podría estar vinculado al terrorismo islámico
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Una mujer de 37 años y su hija de 2 años han muerto este sábado por las heridas sufridas en el atropello masivo del pasado jueves en Múnich (Alemania), mientras las autoridades investigan si lo sucedido podría ser un atentado terrorista de carácter islamista.
Del total de 39 heridos que se habían contabilizado, la madre y la hija fallecidas eran las únicas que se hallaban en estado crítico. Además, hay otros ocho lesionados graves y diez de gravedad media.
Por ahora, solo ha trascendido el nombre de pila de las fallecidas. La madre, Amel, nació en Argelia pero se mudó a Alemania a los cuatro años de edad y trabajaba como ingeniera desde 2017. La hija, de dos años, se llamaba Hafsa. La familia ha pedido que no se utilicen sus muertes "con fines políticos o para fomentar el odio" en declaraciones al medio local Süddeutschen Zeitung (SZ).
Poco antes de conocerse la noticia, el canciller alemán, Olaf Scholz, había acudido a depositar flores al lugar de los hechos, donde realizó un llamamiento a la unidad del país e instó a que los autores de este tipo de actos sean castigado con "toda la dureza de la ley".
Se trata del segundo atropello de estas características en dos meses, después del que se produjo en Magdeburgo, al este del país, saldado con seis muertos y varios cientos de heridos el pasado 20 de diciembre.
Las dos primeras muertes se producen mientras la Fiscalía General del Estado investiga la motivación de este atropello después de que la policía hallase indicios de que podría existir una motivación islamista.
El autor del atropello de Múnich es un ciudadano afgano de 24 años que confesó haber actuado de forma deliberada tras ser detenido al momento y esgrimió que había una "explicación religiosa" detrás de sus acciones.
De acuerdo al tabloide Bild, durante el interrogatorio, afirmó que Dios le había ordenado arrollar a la gente para "enviarlos a todos al paraíso". El afgano se hallaba legalmente en Alemania y no contaba con antecedentes penales.
Farhad N. trabajaba como vigilante de seguridad en una tienda y llegó a Alemania en 2016. Aunque su petición de asilo fue denegada, se le otorgó un permiso para seguir en el país de forma legal y no contaba con antecedentes penales.
Minutos después de que se confirmase la noticia, se ha producido otro ataque en Villach (Austria), en el que un ciudadano sirio ha asesinado a puñaladas a un menor de 14 años y ha herido a otras cuatro personas.
El mes pasado, otro ciudadano afgano también fue detenido como sospechoso de un ataque con cuchillo en Aschaffenburg (también en Baviera), en el que fueron asesinados un niño de dos años y un hombre de 41 que acudió a ayudarle.
El papel de la seguridad en las elecciones alemanas
El atropello se produjo a poco más de una semana de las elecciones federales alemanas del próximo 23 de febrero.
La inmigración y la seguridad han sido dos de los temas clave durante toda la campaña, con el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) capitalizando parte del descontento popular.
Por ahora, el candidato conservador de la CDU, Friedrich Merz, lidera las encuestas por delante de la candidata ultra, Alice Weidel, y de los socialdemócratas, terceros.
Aunque el crecimiento de AfD es notable, como se ha evidenciado en los últimos comicios regionales, se espera que, en caso de necesidad, los partidos "moderados" (democristianos, socialdemócratas, liberales, verdes...) se unan en una gran coalición para evitar que Weidel sea canciller.
Aunque AfD ha liderado las críticas contra Scholz y contra la política migratoria de la UE, lo cierto es que estas han llegado prácticamente desde todos los partidos políticos alemanes.
A Scholz también le han llovido críticas desde el nuevo partido personalista de izquierda radical, Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), con un programa izquierdista en lo económico pero conservador en temas sociales y migratorios.
El creciente descontento con el canciller Scholz, la mala marcha de la economía alemana y el auge del rechazo a las políticas migratorias europeas, sobre todo en el Este de Alemania, han permitido que la seguridad y los discursos antimigratorios provoquen otra fuga de votos socialdemócratas con rumbo a BSW.
Tras el atropello, Merz ha criticado al actual canciller Scholz y ha pedido que se tomen decisiones políticas para que "los alemanes se vuelvan a sentir seguros".