El horror de la 'guerra sucia' o terrorismo de Estado de la dictadura argentina (1976-1983), que arrojó al menos 9.000 desaparecidos y decenas de miles de presos y exiliados, ya no es patrimonio sólo de aquel régimen de generales entorchados que creían estar librando una tercera guerra mundial contra el comunismo. La justicia argentina ha proclamado que también fueron "crímenes contra la Humanidad" los secuestros y asesinatos de guerrilleros y opositores perpetrados antes de la dictadura, en democracia.
En concreto se ha referido a sucesos ocurridos durante el gobierno peronista de la presidenta María Martínez viuda de Perón (1974-1976), alias 'Isabel', que actualmente vive en el pueblo madrileño de Villanueva de la Cañada. La categoría "lesa humanidad" es crucial, pues torna a imprescriptibles los crímenes y por consiguiente sus autores aún pueden ser condenados a pesar del tiempo transcurrido.
El tribunal oral federal 1 de la ciudad de Córdoba (centro) condenó, este jueves, a prisión perpetua a 28 ex represores -ex militares y civiles-, varios de los cuáles integraron en aquel gobierno peronista el denominado "Batallón Libertadores de América", una banda de ultraderechistas que, años más tarde, serviría de inspiración en España al 'Batallón Vasco Español' y a los GAL.
El 'Batallón' argentino fue la versión en Córdoba de lo que a nivel federal en todo el país se llamaba 'Alianza Anticomunista Argentina' o 'Triple A', una banda terrorista creada en 1974, en el seno del Gobierno de la viuda de Perón para eliminar a guerrilleros, activistas y simpatizantes de izquierdas, e incluso hasta algún socialdemócrata.
Su fundador había sido José López Rega, un ex cabo de policía y secretario privado de Perón y su mujer. Le apodaban 'El Brujo' por sus prácticas esotéricas. Al volver a la Casa Rosada en 1973 Perón lo colocó de ministro de Bienestar Social. Las armas de la 'Triple A' eran guardadas en la sede del ministerio, al costado de la Casa Rosada.
Fallecido Perón en 1974, la 'Triple A' y el 'Batallón' se lanzaron a una cacería humana y ejecutaron entre 800 y 1.000 atentados, además de amenazas a intelectuales, artistas y músicos. Por ejemplo, los actores Héctor Alterio y Federico Luppi, así como las cantantes Mercedes Sosa y Nacha Guevara debieron exiliarse en Madrid.
A mediados de 1975, meses antes del golpe militar que derrocaría al gobierno peronista, en medio de protestas populares, López Rega debió abandonar el Gobierno y fue enviado por la presidenta a España como embajador plenipotenciario. Viajó con un escolta presidencial, el subcomisario Rodolfo Almirón Cena.
Ambos se alojaron en la residencia '17 de Octubre' del barrio madrileño Puerta de Hierro, en la cual Perón e 'Isabel' habían vivido exiliados de 1961 a 1973.
López Rega era miembro de la logia masónica Propaganda Due (P2), fundada por el italiano Licio Gelli. Algunos integrantes de la P2 participaron en España de una emboscada contra seguidores del infante Carlos Hugo concentrados en Montejurra (Navarra), el 9 de mayo de 1976, un hecho que se saldó con el asesinato de dos carlistas y más de 40 heridos.
El general de la Guardia Civil Guillermo Sáenz de Santamaría, ex jefe del Estado Mayor de esa fuerza, admitió que en aquel ataque armado actuaron el argentino Almirón Sena y "conocidos miembros del fascismo italiano como Stéfano Delle Chiaie y Agusto Cauchi".
'Isabel' Perón, olvidada y desaparecida
En 1983 el semanario 'Cambio 16', entonces dirigido por José Oneto, destapó que Almirón Sena trabajaba de jefe custodio de Manuel Fraga Iribarne, líder de Alianza Popular. A raíz del escándalo, Alberto Ruiz Gallardón le ordenó a Almirón Sena que dejara su trabajo en el partido bajo promesas de que lo ayudarían.
El ex subcomisario desapareció de los lugares que solía frecuentar, aunque algunos creyeron haberlo visto trabajando de camarero en restaurantes caros de la Gran Vía y Plaza Mayor. Vivió 30 años sin sobresaltos hasta que en 2006 fue descubierto en Torrente, Valencia, y terminó extraditado a Argentina. Murió en 2009.
Igual que al final le pasó a Almirón Sena, a partir del fallo del tribunal de Córdoba, la situación judicial de la ex presidenta Martínez viuda de Perón, eventualmente podría verse comprometida si algún juez de Argentina pidiera a España su extradición, a partir de la sentencia del tribunal de Córdoba.
Facundo Trotta, fiscal en el juicio, ha asegurado que "es importante recalcar que este fallo dejó claro que hubo terrorismo de Estado en Córdoba antes del golpe" de 1976. Y ha anticipado que "vamos a girar los antecedentes a la fiscalía para que analice las responsabilidades" de la ex presidenta.
Apodada 'Isabel' -sobrenombre que viene de su época de bailarina de cabaré- la viuda de Perón, a los 85 años, vive recluida en su chalé de la calle Valle Ulsama, en Villanueva de la Cañada. Desde Argentina recibe el dinero de su jubilación como ex presidenta y la pensión del marido. Hasta hace unos años se dejaba ver, el Día de San Pantaleón, en el templo de las Descalzas Reales. Si la justicia de Argentina avanza, tal vez salga del olvido.