"El ministro de Defensa de Venezuela teme que los militares decidan no reprimir"
Rocío San Miguel, una de las mayores expertas en el Ejército venezolano, asegura que nadie tiene control total sobre él.
28 octubre, 2016 00:26Noticias relacionadas
Rocío San Miguel es una abogada y defensora de los derechos humanos que preside la asociación civil Control Ciudadano. Parte de su labor consiste en ejercer un control sobre los sectores de seguridad y defensa, en especial de la Fuerza Armada Nacional (FAN) de Venezuela. El diputado chavista y número 2 de Maduro en la práctica, Diosdado Cabello, se refería a ellos cuando amenazó a los empresarios venezolanos con tomar sus compañías militarmente si este viernes participaban en la huelga general de 12 horas convocada por la oposición.
La coalición opositora -mayoría en el parlamento venezolano- asegura que la suspensión del revocatorio es inconstitucional y un golpe de Estado del propio Gobierno y así lo estableció la Asamblea Nacional el pasado domingo. Tras ello, está convocando diversas movilizaciones como la de este viernes.
San Miguel es una de las expertas más relevantes en lo que respecta a los militares venezolanos, en la práctica inaccesibles para dar una respuesta propia sobre sus intenciones. Por ello esta abogada analiza para EL ESPAÑOL algunos aspectos de este sector, al que considera “un tema indiscutible en el país” en medio del conflicto entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la coalición opositora llamada la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
¿Tiene Cabello tanto poder dentro de la Fuerza Armada como para imponer la toma de las empresas este viernes con el apoyo de los militares?
Nadie en este momento puede atribuirse el control total de la Fuerza Armada, no hay persona en Venezuela que pueda atribuirse ese control total. Él tratará de influenciar, de intermediar a través de grupos de poder militar que pueda manejar y, sin lugar a dudas, lo estará haciendo. Él utiliza los medios de los que dispone para tratar de presionar en esa dirección, pero no puede atribuirse el control total de la FAN.
No hay persona en Venezuela que pueda atribuirse el control total de la Fuerza Armada
¿Ni siquiera el presidente Maduro, con quien Cabello aseguró haber acordado la medida, tiene ese control de la Fuerza Armada?
En mi opinión, no hay nadie que pueda atribuirse el control total de la FAN. La Fuerza Armada está dividida en grupos de poder, y estos grupos obedecen a una lógica, a un statu quo, a una diversidad de intereses.
El ministro de la Defensa viene actuando como un operador político del Psuv, del oficialismo, en el seno de la Fuerza Armada Nacional (FAN). Nosotros medimos el discurso político partidista de los mandos militares en Venezuela desde hace seis años y puede observarse claramente cómo Padrino López ha asumido ese rol en primera persona, inclusive desplazando a otros mandos militares en este tipo de pronunciamiento.
Esto claramente demuestra la intromisión indebida de los militares en la política, pero más allá de eso significa, una vez más, una violación de las normas constitucionales que prohíben a los militares estar al servicio de personas o parcialidades políticas.
Justamente cuando mencionó el artículo 328 se detuvo en el punto en el que se señala que la Fuerza Armada está al servicio de la nación sin mencionar la prohibición expresa de militancia política, de estar al servicio de personas o parcialidades políticas. Exactamente es ir a dos bandas.
Es una fórmula que descaradamente ha sido utilizada desde el poder. Declarativamente, o como premisa general, se señalan las normas constitucionales o legales y, acto seguido, se viola flagrantemente. Eso ocurre una y otra vez tanto en la vocería [portavocía] del presidente de la república, como del vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello, o incluso por gobernadores oficialistas. El discurso a dos bandas es una modalidad cívica discursiva que ha empleado el poder en Venezuela.
¿Ese mensaje a quién iba dirigido?
Va dirigido a lo interno de la Fuerza Armada Nacional, donde hay enorme preocupación, enorme desasosiego. Vimos a generales y almirantes con el uniforme de campaña, el patriota, que los coloca en un patrón homogéneo o igual al del soldado. Decidieron esa indumentaria antes que “la guerrera”, que los distingue por componentes y resalta los soles o los galones de ese almirantazgo y generalato. Se prefirió igualarse a los subalternos para darles un mensaje.
Durante el discurso de Padrino, él señala que constituye un delito todas estas invitaciones que se están haciendo a la Fuerza Armada Nacional para que omita "sus deberes". Considera Padrino que eso es una convocatoria a la rebelión, a sublevarse. Y teme, seguramente, a esta corriente en la cual nos hemos inscrito algunos de pedir a los militares que bajen los brazos en los actos de represión y de violaciones a los derechos humanos.
Padrino López advierte que todo acto de esta naturaleza será considerado insubordinación y probablemente un delito de rebelión militar. Eso denota preocupación en Padrino frente a la tesis más normal en este momento: la posibilidad de que los cuadros medios y subalternos, ante la población en la calle, unilateralmente decidan no reprimir.
En la Fuerza Armada Nacional hay enorme preocupación, enorme desasosiego
Durante la marcha del miércoles en Caracas -y ciudades por todo el país- que la oposición denominó "la toma de Venezuela” hubo represión, con un balance de la oposición de un policía muerto, 120 heridos y 147 detenidos. El Gobierno no ha dado cifras. Pero parece que el peso recayó en los policías municipales estatales y no tanto en los militares.
Hay lamentablemente actos indebidos de efectivos de la Guardia Nacional que dispararon contra personas durante las manifestaciones, pero ciertamente ha sido menor con respecto a otras marchas y otras convocatorias. Yo no me confiaría definitivamente. En este momento hay una diatriba en el seno de la Fuerza Armada Nacional, porque la familia militar venezolana, no el generalato y el almirantazgo, está pasando trabajo como el resto de los venezolanos. Incluso muchos pelotones y destacamentos están pasando hambre. Por eso el temor de estos mandos militares respecto a la reacción de los cuadros medios y subalternos.
Muchos pelotones y destacamentos están pasando hambre. Por eso el temor de estos mandos militares respecto a la reacción de los cuadros medios y subalternos
¿Cómo están los cuarteles por dentro? ¿Hay descontento?
Históricamente la situación interna es similar a la de todo el país. Es generalizada la crisis social en Venezuela y la Fuerza Armada Nacional no escapa a ello. La FAN no es una casta aparte. La casta solamente la conforman los privilegiados, el resto se homologa al de las necesidades de la población. Sí hay sinsabores, desasosiego, preocupación, inquietud y con toda seguridad dentro de la familia militar venezolana se aspira a una salida democrática, constitucional, pacífica y electoral.
Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional venezolana y miembro de la oposición, se ha enfrentado públicamente al ministro de Defensa: “Lo reto a un debate público, en cadena nacional de radio y televisión a ver si ronca como ronca cuando está armado”. ¿Qué le parece el enfrentamiento entre ambos?
Se ha profundizado en el contenido del mensaje a la Fuerza Armada en estas últimas dos semanas. Creo que eso es fundamental. El centro de gravedad del poder en el país se mide en razón del apoyo o no que dé la Fuerza Armada a la situación actual. Es decir, tiene que medirse el apoyo que va a dar a la represión ordenada desde Miraflores y el apoyo que va a dar al cierre de la salida electoral, si definitivamente no se da el referendo revocatorio.
De allí la importancia del tema militar y la densidad del contenido que han venido desarrollando individuos políticos como Henry Ramos. El tema militar está en la palestra, es un tema indiscutible en el país y es necesario, además, sacarlo de esos epítetos tan manidos como el de la “unión cívico militar” instrumentalizada permanentemente por el gobierno para introducir a la Fuerza Armada en política. Creo que la oposición hace bien al colocarlo en la palestra y colocar los acentos correspondientes, sobre todo en los mandos militares.
Dentro de la familia militar venezolana se aspira a una salida democrática, constitucional, pacífica y electoral, [aunque] la Fuerza Armada se ha adiestrado en estos últimos tres años para reprimir
¿Cuántas corrientes claramente definidas hay dentro de las Fuerzas Armadas?
Obedecen a muchas lógicas distintas: económicas, en algunos casos, lamentablemente, delictivas, al poder político regional, etcétera.
¿Cree que la Fuerza Armada está dispuesta a asumir el coste del camino de la represión que parece haber escogido el Gobierno?
Lo ha asumido en otras épocas. La Fuerza Armada se ha adiestrado en estos últimos tres años para reprimir y para controlar el orden público. Está por verse si continuará haciéndolo con la sensación de estar en el ojo del huracán. La visibilidad de la situación venezolana es cada vez mayor y, sin duda alguna, se plantean permanentemente los problemas de asumir ese costo político. Son variables determinantes. Sin duda esto genera un debate interno en los mandos con poder de fuego en el seno de la Fuerza Armada.
La Fuerza Armada se ha adiestrado en estos últimos tres años para reprimir y para controlar el orden público. Está por verse si continuará haciéndolo estando en el ojo del huracán
La directiva del Parlamento ha denunciado una serie de actos hostiles en contra de la sede de la Asamblea. El pasado domingo un grupo de personas irrumpió en plena sesión, ahora han impedido los accesos y cortaron la energía eléctrica. ¿No son los militares encargados de proteger a los diputados?
Existe una unidad especial del Palacio Legislativo a cargo de un coronel [Bladimir Humberto Lugo Armas] de la Guardia Nacional. Él es el responsable por los actos de hostilidad que está permitiendo contra la institución. El asalto al Parlamento ocurrido el pasado domingo incurre este coronel en responsabilidad por omisión en el cumplimiento del deber. Ese coronel debería estar actuando en contra de cualquier evento que atente contra el funcionamiento de la Asamblea y no lo está haciendo. Sabemos que él ha tenido una actitud político partidista, ha protagonizado actos hostiles visibles contra opositores. Es un radical que ha sido seleccionado para cumplir con esa función, pero eso no lo excluye de las responsabilidades penales del caso.
Ante este panorama llama la atención que la oposición convoque a la gente a marchar hasta el palacio presidencial de Miraflores el próximo 3 de noviembre. Imagino que habrá un dispositivo de seguridad importante para impedirlo…
Tanto la oposición como el Gobierno están pulsando las posiciones en el tablero y está por definirse qué reconducción tendrá esta crisis. Hay tres escenarios en la mesa: la Asamblea Nacional, la calle y la mesa de negociación. Creo que los tres son importantes y van a definir la ruta entre ganadores y perdedores de este nuevo capítulo de la crisis política venezolana.
¿Qué papel juega la Fuerza Armada ante el escenario de un posible diálogo entre las partes?
La FAN tiene un relevo generacional muy rápido. Creo que podría pensar en los términos del pragmatismo y el corporativismo que la caracteriza para encontrar un lugar en la transición política venezolana. Debe haber un pensamiento que se está desarrollando en ese sentido. Ojalá que esa sea la ruta, porque la otra puede ser muy peligrosa: la Fuerza Armada Nacional puede partirse en apoyar la represión en la calle y la posibilidad de que exista un sector que no esté de acuerdo con esa línea.
Hay una ruta que puede ser muy peligrosa: la Fuerza Armada Nacional puede partirse en apoyar la represión en la calle y la posibilidad de que exista un sector que no esté de acuerdo con esa línea
Tras estos 18 años de “revolución bolivariana”, ¿usted imagina a un ministro de la Defensa cuadrándosele a un presidente que no sea chavista, de oposición?
Los venezolanos y los latinoamericanos venimos del mundo de Macondo donde todo es posible. En política todo es posible.