Queman vivos a dos presuntos ladrones de coches en Bolivia
Un grupo de policías y un fiscal intentaron impedir el linchamiento, pero la turba los desalojó del lugar y los persiguió hasta un puesto militar cercano.
28 noviembre, 2017 02:30Una turba quemó vivos en Bolivia a dos presuntos ladrones de vehículos, en un poblado del norte del departamento de La Paz, cerca de la frontera con Perú, según el fiscal Marco Vargas.
El suceso ocurrió este pasado fin de semana en la localidad de Antaquilla, en la provincia paceña de Franz Tamayo, explicó el fiscal, en declaraciones a la radio boliviana Fides.
"Los pobladores en cabildo determinaron quemar a dos presuntos ladrones de autos en la plaza del pueblo de acuerdo a una sentencia de su 'justicia comunitaria'. También quemaron el automotor en que se trasladaban los presuntos delincuentes", señaló Vargas.
Un grupo de policías y un fiscal intentaron impedir el linchamiento, pero la turba los desalojó del lugar y los persiguió hasta un puesto militar cercano, donde buscaron refugio, según la versión de Vargas.
El fiscal informante agregó que solamente cuentan con el testimonio del encargado del puesto militar, ya que hay un "pacto de silencio entre los pobladores de Antaquilla", que rechazan la presencia policial o del Ministerio Público en el lugar.
Los linchamientos son relativamente habituales en áreas rurales y en algunos barrios periurbanos de Bolivia.
En ocasiones, quienes los cometen se justifican invocando la "justicia comunitaria", reconocida en la Constitución boliviana de 2009, pero las autoridades han explicado de forma reiterada que ese sistema judicial no admite castigos brutales ni la pena de muerte.
Tanto el Gobierno boliviano como organismos internacionales, entre ellos la ONU, han mostrado su preocupación por estos actos que la Policía no ha logrado frenar, ya que muchos tienen lugar en zonas rurales en las que apenas hay agentes del orden que puedan enfrentarse a las muchedumbres furiosas.
La mayoría de estos casos quedan en la impunidad o tardan mucho en aclararse debido al silencio pactado entre quienes perpetran los linchamientos.