Brasil, en contra de los 'sumillers de vacunas' que acuden a los ambulatorios a elegir marca
"¿Qué vacuna tienen?" La pregunta se repite en los ambulatorios de Brasil, donde muchas personas acuden en busca de su antígeno preferido.
9 julio, 2021 02:37Noticias relacionadas
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Brasil ha comenzado a rebelarse contra los 'sumillers de vacunas', como son conocidos los brasileños que tan solo están dispuestos a ser inoculados con una marca específica de vacuna anticovid pese al crítico momento que todavía vive el país, uno de los más afectados del mundo por la pandemia.
"¿Qué vacuna tienen?" La pregunta se repite a las puertas de los ambulatorios de Brasil, donde decenas de personas acuden diariamente en busca de su antígeno preferido, pese a los riesgos que acarrea para el proceso de inmunización contra el coronavirus.
"Supone un atraso de la logística, de todo el proceso (...). Hay prisa en vacunar y eso atrasa la vacunación de un grupo que está siendo convocado como prioritario", asegura en una entrevista telefónica con Efe el presidente de la Sociedad Brasileña de Inmunizaciones (SBIm), Renato Kfouri.
Brasil cuenta actualmente con cuatro vacunas disponibles -AstraZeneca, Coronavac (Sinovac), Janssen y Pfizer-, una variedad que ha ampliado las preferencias de los 'sumillers', especialmente entre las clases más instruidas de la población.
"Al principio, la mayoría buscaba AstraZeneca, pero cuando anunciaron posibles problemas de trombosis recurrieron a la Coronavac. Luego Pfizer, que tenía la mejor prensa mundo afuera, y ahora una de las más buscadas es Janssen, que tiene una dosis única", relata Kfouri.
A ello se suma la campaña realizada por el presidente, Jair Bolsonaro, contra la Coronavac, la cual califica despectivamente como "vacuna china" y que ha insistido en criticar en su directos semanales transmitidos en redes sociales.
A las puertas del ambulatorio del barrio Cambuci, en el centro de Sao Paulo, varios carteles advierten a los "sumillers" de los riesgos de elegir vacuna: "Covid-19 contamina indiscriminadamente. Independientemente del inmunizante, vacúnese ya!".
En la fila del centro de salud, Carla Silva no esconde su preferencia por la vacuna de Janssen, la cual está siendo distribuida en el día, aunque afirma que si no "hubiera otra alternativa", aceptaría cualquier otro inmunizante para protegerse contra el virus.
"La vacuna es una elección muy personal, hay que respetar la elección de cada individuo, respetar lo que cada uno siente. Si no hubiera alternativa, tomaría la que hubiera", señala.
Sanciones a los 'sumillers'
Para evitar la elección de vacunas y el atraso del proceso de inmunización, cada vez son más las ciudades de Brasil que se han alzado contra los 'sumillers' de vacunas.
Sao Bernardo do Campo, en el interior de Sao Paulo, fue una de las primeras en adoptar medidas contra los llamados catadores de vacunas. A comienzos de mes la Alcaldía editó un decreto mediante el cual manda al final de la fila de vacunación a quien rechace tomar el inmunizante disponible en el centro de salud.
"Quien está queriendo elegir marca está más preocupado en querer una vacuna que está autorizada en otros países, que con la protección del propio cuerpo y de su salud", declaró recientemente el alcalde de Sao Bernardo do Campo, Orlando Morando.
Recife, capital del estado de Pernambuco (nordeste), por su parte, se sumó a la lista y anunció esta semana el "bloqueo" por un periodo de 60 días de aquellos que rechacen una marca específica de vacuna anticovid.
En Río de Janeiro, el alcalde Eduardo Paes amenazó con acabar con la "repesca" para aquellos que atrasan la fecha de vacunación a la espera de la llegada de su vacuna predilecta.
Ello porque, de acuerdo con los especialistas, los 'sumillers' están atrasando el combate a la pandemia en un país donde ya han muerto más de 525.000 personas por coronavirus, una cifra que podría ser menor si el proceso de inmunización hubiera sido más rápido en los primeros seis meses del año.
Hasta el momento, alrededor del 35% de la población ha tomado al menos una dosis de la vacuna, mientras que la cifra cae al 12% entre aquellos que han recibido la pauta completa.
"Cada vez que se atrasa el proceso de vacunación, hay más muertes", subraya Kfouri, quien, sin embargo, considera que el camino que Brasil debe seguir no es el de la "penalización", sino el de la "concienciación" de sus ciudadanos.