El Banco Central de Bolivia se queda sin dinero: miedo a una devaluación y a un corralito 'a la argentina'
La retirada masiva de efectivo amenaza la estabilidad económica de Bolivia después de que se agotarse las reservas de dólares del Banco Central.
30 marzo, 2023 02:34Un nuevo "ataque especulativo" sacude Bolivia, después de que el aumento de precios internacionales, la caída de las exportaciones y el incremento del gasto público hayan hecho sonar las alarmas de los ahorristas, ya sujetos a restricciones de retiro que encaminan la situación a un corralito como el que se vivió hace dos décadas en Argentina, o más recientemente en Grecia.
El pánico ha llevado a los bolivianos en masa a los bancos del país en las últimas semanas para cambiar sus pesos a dólares. Esta conducta ha acabado ya con la liquidez de moneda estadounidense y otras divisas extranjeras en la banca privada.
El Banco Central respondió hace unas semanas habilitando la venta directa de dólares con tipo de cambio oficial y libre para agilizar las operaciones y dar tiempo a los bancos privados a conseguir liquidez, pero la retirada masiva de efectivo parece demandar más dólares de los que tiene el Estado.
Así, las reservas internacionales de la autoridad monetaria están en peligro. En febrero, estas eran un 73,6% inferiores a las reservas del Banco Central en 2015. Además, de los 3.538 millones de dólares actuales, sólo 302 están en divisas.
Para dosificar el despacho de efectivo, Bolivia ha establecido una lista de espera para comprar dólares estadounidenses. Los ciudadanos que acudieron este martes al Banco Central recibieron, en lugar de sus dólares, fichas que los citaban en los meses de abril y mayo, según el medio local Página Siete.
La zozobra que se ha extendido entre los bolivianos responde a una crisis del sistema cambiario que se remonta a las últimas dos décadas. Bolivia, que pese a su actividad económica informal y precaria había logrado cierto equilibrio, perdió gran parte de las reservas internacionales netas tras el descenso de ventas de gas a Argentina y Brasil.
Esta corrida del dólar —así se conoce el fenómeno localmente— parece estar ahora en un momento crítico, especialmente debido a la caída de las exportaciones y el aumento de los precios internacionales. A estos factores se suman el contexto inflacionario internacional y el coste de asegurar la paridad de la moneda.
El gobierno responde
Para afrontar la situación, la administración del presidente boliviano Luis Arce pretende sancionar un proyecto de ley que permita a la autoridad monetaria del país adquirir más oro. Además de esta medida inmediata, se ha anunciado la intención de reducir la subvención a los hidrocarburos a largo plazo.
El pasado viernes 24 de marzo, la agencia de calificación de riesgo Moody's asignó una rebaja de la evaluación de la deuda sénior no garantizada de Bolivia de B2 a Caa1, y la colocó en revisión a la baja.
Según la calificadora, estas apreciaciones se deben a la débil gobernabilidad de Arce y su defensa insostenible de la paridad del tipo de cambio del peso con el dólar americano. Moody's consideró que estos factores han acabado por socavar la estabilidad macrofinanciera de Bolivia, y llevado a un punto de difícil reversión.
"La decisión de rebajar la calificación refleja la evaluación de Moody’s de que una serie de factores relacionado con una gobernabilidad muy débil han contribuido a disminuir la disponibilidad de moneda fuerte y elevaron las presiones de liquidez externa hasta un punto que amenaza la estabilidad macroeconómica", indica la agencia de rating en un comunicado.
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Otra entidad similar, Fitch Ratings, ha reflejado las mismas apreciaciones que Moody's al bajar la calificación de Bolivia de B a B-, y las dudas de que las autoridades puedan reconducir la situación ha motivado un cambio de nota de estable a negativa.
El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia, liderado por Marcelo Montenegro, ha respondido a las evaluaciones de Moody's y Fitch Ratings con un comunicado en el que expresa que "no comparte la calificación de Moody's y la considera apresurada porque no toma en cuenta todas las variables macroeconómicas que contribuyen a la estabilidad económica de Bolivia".
Montenegro espera "que se dé un descenso de este brote especulativo y de sobredemanda, provocado por un simple rumor", dice el ministro, que aborda la situación como el resultado de conjeturas que no derivan de problemas econñomicos reales.
Sin embargo, el portavoz presidencial, Jorge Richter, ha reconocido que "Bolivia está enfrentando, en estos momentos, una iliquidez de dólares, de divisas para las operaciones de importación y exportación".