Caryslia Rodríguez, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ)-

Caryslia Rodríguez, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ)- Europa Press

América

El Supremo se prepara para revalidar a Maduro: desacata a González e inicia el peritaje electoral

El régimen intenta blanquear su intento de fraude con una institución afín a sus ideas. La oposición decidió restarse de la instancia e insistir en sus vías.

13 agosto, 2024 02:05

El régimen de Nicolás Maduro ha observado en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela su nueva oportunidad de acción. De dominio chavista, el organismo encabezado por Caryslia Rodríguez, señaló que acabada la fase de recolección del material probatorio, se inicia el peritaje formal a los resultados electorales del 28J. El anuncio se da después de que el mandatario bolivariano haya solicitado un recurso de amparo. Lo que no anticipó es que son pocos los que creen en la independencia de la entidad. 

Después de varios días de movilización, presiones desde la comunidad internacional y denuncias de fraude hechas por la oposición, Maduro presentó un recurso al máximo órgano judicial en el país para hacer valer su versión de los hechos. Se trata de una herramienta "contenciosa", dicen algunos líderes opositores, que tiene como propósito dar legitimidad a su intento desesperado por aferrarse seis años más en el poder. 

No se tienen certezas sobre el tiempo que llevará el peritaje, pero sí que el plazo total es de máximo 15 días, según adelantó Rodríguez. "La sentencia que se emita tendrá carácter de cosa juzgada y será inapelable y de obligatorio acatamiento", señaló. Siguiendo la línea de Maduro, la presidenta del organismo dijo que el proceso lo conducirá un "personal altamente calificado e idóneo", el que trabajará con los "más altos estándares técnicos". "No les quepa la menor duda de que impartiremos justicia", añadió.

Es el "obligatorio acatamiento" lo que convenció a Edmundo González y al resto de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) de no asistir. Desde las filas de la oposición se resolvió no participar de lo que se cree un 'espectáculo montado' por el gobierno y aceptar cualquier consecuencia a raíz de su decisión. 

Desacato a Edmundo González, el único ausente

El primer costo asumido tuvo lugar pocas horas antes. "Se deja constancia de que el excandidato Edmundo González Urrutia no consignó las actas de escrutinio, listado de testigos y material alguno, y que si bien los representantes de los tres partidos que lo postularon atendieron la cita del Tribunal, tampoco aportaron material electoral alguno que pueda ser evaluado como prueba de sus denuncias de irregularidades".

Rodríguez constató, además, que la ausencia del contendor al régimen fue la única entre todos los que participaron en los anteriores comicios. "No cumplió con la orden de citación desacatando con su inacción el mandato de ésta". Con ello, el TSJ resolvió "desacatar" a Edmundo, aunque no ha anticipado por ahora más acciones en su contra.

De los 38 partidos políticos que compitieron, todos asistieron a la instancia con las citas que de la entidad se exigían. En cambio, la candidatura de González y María Corina Machado han sido enfáticos en impedir participar de cualquier espacio que le sirva al régimen como 'blanqueo'. En la PUD, sólo un reconocimiento de su victoria desde el Centro Nacional Electoral (CNE) figura como salida viable. Un reconocimiento, que admiten desde sus filas, iría acompañada de una suma de negociaciones y acuerdos en pos de una transición a la democracia.

Brasil y el Centro Carter se alejan del Supremo

El bloque opositor no es el único que se niega a seguir al régimen su ruta electoral. El Centro Carter, uno de los pocos organismos extranjeros independientes invitados por el gobierno a observar las elecciones, rechazó la independencia del Tribunal. Lo hizo a través de su analista para América Latina, K. Lincoln, quien dijo que lo hecho por la entidad no corresponde a "una evaluación independiente". 

Es la segunda postura firme que toma el Centro, después de que asegurara, a sólo días de los comicios, que la victoria autoproclamada por Maduro no era verificable y que el anuncio del CNE había sido sido con "ausencia de transparencia".

Otro actor que ha salido a rechazar la táctica del régimen es Brasil. Mientras Lula da Silva, su presidente, ejerce de mediador junto con sus homólogos en México y Colombia, fuentes cercanas a su gobierno han revelado su rechazo al rol del TSJ en esta controversia.

Así lo señala el periódico argentino Clarín, al que funcionarios desde la ciudad de Brasilia le han remarcado que "es enfático el pedido de que el régimen presente las actas". "Dijeron que Elvis Amoroso (titular del CNE) llevó las actas, pero claramente eso no parece haber sucedido. Llegó con una carpetita con tres papeles, nada más", agregó.

Además de su insistencia en exigirle a Maduro su promesa de revelar las actas, desde el Palacio de Panalto piden que sea el Consejo Nacional Electoral la institución que determine el ganador de la elección. No el Tribunal Supremo de Justicia. Y que lo haga, por supuesto, revelando al detalle lo que dictaminó la soberanía popular. "Nosotros seguimos en la demanda de que se presenten las actas, mesa por mesa y urna por urna y la palabra definitoria la tiene el CNE, no el TSJ".