Atrapados en el espacio: los astronautas que la NASA no sabe cómo bajar a tierra tras fallar su nave
La misión de Barry Wilmore y Sunita Williams iba a durar ocho días, pero podrían estar en la Estación Espacial Internacional hasta febrero de 2025.
16 agosto, 2024 02:05Iban a ser ocho días y ahora podrían ser ocho meses, un año o incluso más. Cuando los astronautas Barry Wilmore, de 61 años, y Sunita Williams, de 58, salieron de la Tierra a inicios de junio, pensaban volver a ver a sus familias muy pronto. Sin embargo, de camino a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), la nave en la que viajaban y cuyo funcionamiento estaban testeando, la Boeing Starliner, comenzó a dar problemas.
Hoy, más de dos meses después, los dos estadounidenses, conocidos cariñosamente como Butch y Suni, siguen en la base, la NASA no sabe aún qué hacer y ellos desconocen cuándo van a poder regresar. Están, literalmente, atrapados en el espacio.
La agencia espacial estadounidense ha señalado esta misma semana que todavía "está llevando a cabo una importante discusión" sobre "las opciones de regreso". Y es que al parecer, existen desacuerdos dentro de los trabajadores de la misión sobre si los aeronautas deben volver o no a bordo de la Starliner, que durante el trayecto presentó fallos en el sistema de propulsión y fugas de helio (el gas que se utiliza para controlar los propulsores).
"Tenemos tiempo antes de traer a Starliner a casa, y queremos utilizarlo sabiamente", señaló en una rueda de prensa Ken Bowersox, administrador asociado de la dirección de misiones de operaciones espaciales de la NASA. No obstante, reconoció que no se podía postergar la decisión indefinidamente y que la última semana de agosto, "si no antes", deberían haber escogido.
El pasado 7 de agosto, la NASA reveló que estaban evaluando la posibilidad de traer de vuelta a los dos astronautas a bordo de una cápsula Dragón 8 de SpaceX (principal competidor de Boeing) en febrero de 2025.
No obstante, esta alternativa también conlleva sus riesgos, ya que "los trajes de los astronautas no son intercambiables", según explicó en una rueda de prensa Joel Montalbano, administrador asociado adjunto de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la NASA. "No se puede tener un traje de Boeing en un SpaceX, o un traje de SpaceX en un vehículo Boeing", detalló. Eso implicaría enviar los trajes a tiempo al laboratorio espacial, donde permanecen los dos astronautas.
Además, en caso de que se tomase esa decisión, Wilmore y Willians deberán permanecer ocho meses más de lo que se planeaba, exponiéndose así a la radiación por un tiempo prolongado. Según recoge la BBC, la NASA ha repetido en varias ocasiones que tiene "confianza" en Starliner y que la máquina podría usarse para devolver a los dos miembros de la agencia casa en caso de emergencia.
En la misma línea, en un comunicado Boeing ha afirmado que estaba lista para "apoyar a la NASA en el regreso de Starliner, con o sin los astronautas" y que su prioridad era "garantizar la seguridad de la tripulación".
Una misión imperfecta
La misión en la que participaban Butch y Suni era un vuelo de prueba de la nave espacial de Boeing, que iba a estar en órbita por primera vez durante ocho días. El objetivo era identificar y solucionar los problemas de la Starliner antes de que comience con misiones regulares el próximo año transportando a miembros de la NASA hacia y desde la ISS.
En este sentido, Jose Acaba, jefe de astronautas de la NASA, hizo hincapié en que "esta misión es un vuelo de prueba" y todos, incluidos los astronautas, "sabían que podría no ser perfecta". "Los viajes espaciales son un riesgo y lo aceptaron como parte de su trabajo", añadió en declaraciones recogidas por el New York Times.
Por eso, la agencia estadounidense descarta calificar de fracaso la operación, incluso si los astronautas vuelven finalmente en otro vehículo. "Si la NASA interviene y dice, 'oye, ahora queremos que nuestra tripulación vuelve a casa en otro vehículo', eso, en sí mismo, no debería clasificarse como un accidente", dijo Russ DeLoach, el jefe de seguridad y garantía de la misión de la NASA, en una conferencia telemática.