El presidente de Argentina, Javier Milei, recorre las calles con una motosierra en sus manos.

El presidente de Argentina, Javier Milei, recorre las calles con una motosierra en sus manos. Reuters

América

Milei tilda de 'estafadores' a los senadores, mientras celebra su octavo superávit comercial

La polémica reactiva el conflicto del ultraliberal con su vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien se encarga de conversar con los legisladores.

22 agosto, 2024 02:32

Es la tercera vez desde que asumió el Gobierno de Javier Milei en Argentina, que estalla un escándalo en torno a los sueldos de los parlamentarios. El líder ultraliberal centra sus discursos en que es la 'casta' la gran responsable de la crisis económica que sufre la población. Esa 'casta', a la que alude, sería la representada por los diputados y senadores peronistas y la administración anterior, conducida por Alberto Fernández.

"No hay plata", es otro de los eslóganes con que el cabecilla de La Libertad Avanza (LLA) conduce al país. Poco importó eso en las Cortes. El pasado lunes, tanto diputados como senadores pactaron con los sindicatos estatales subir los salarios de los trabajadores parlamentarios en un 6,6%. Los senadores también acudirían al beneficio al conservarse una 'ley de enganche' que pone en sus bolsillos los aumentos aprobados. 

Es el privilegio hacia los miembros del Senado lo que encendió la rabia de Milei. "Una vez más, la casta política se niega a soltar sus privilegios mientras el pueblo sufre las consecuencias". Sobre la medida en particular, denunció un "despilfarro a favor de los políticos y en contra de los argentinos". A todos sus epítetos en contra de la clase política, esta vez sumó otro al listón: "Son unos estafadores". 

El Senado de Argentina, en medio de una de sus sesiones legislativas.

El Senado de Argentina, en medio de una de sus sesiones legislativas. France 24

La cifra a la que acudirían los parlamentarios equivale a 33 veces un sueldo mínimo (268.056 pesos). La ofensiva de una parte del oficialismo, así como un fuerte rechazo social, provocaron que los senadores desistieran de la idea y renunciaran al alza. Horas antes de eso, el líder de La Libertad Avanza (LLA) lanzó una última crítica: "Expreso mi máximo repudio al vergonzoso aumento de sueldo que acaba de ocurrir en la Cámara de Senadores. Hace poco se habían aumentado el sueldo a siete millones de pesos, pero parece que eso no les alcanza: hoy se lo aumentan a nueve".

Como expresó Milei, no es la primera vez que algo así ocurre. En febrero, todos los legisladores aprobaron un incremento del 30%. Pese al apoyo inicial de la mayoría de las fuerzas, de nuevo, la negativa ciudadana y de la opinión pública hizo que las autoridades se retracten y den marcha atrás a la operación. Poco después, a mitad de abril, los senadores, esta vez sí que sí, lograron subir su paga hasta seis millones de pesos brutos. El escándalo se repitió, pero la resistencia política se impuso. 

Milei vs Villarruel: crece la tensión en la Casa Rosada

La vicepresidenta y mano derecha (al menos en campaña) del presidente, Victoria Villarruel, es quien se encarga de sostener las relaciones con los senadores. Ha sido así desde un comienzo. Muchos creen que es su responsabilidad que se haya avanzado tanto en las negociaciones y el gobierno llegara tarde al debate. Se trata de una más de las muchas tensiones que ha tenido ella con su compañero de ruta.

Desde el triunfo electoral, la distancia entre ambos ha ido aumentado. Sin embargo, fue un tuit de la vicepresidenta en favor del futbolista argentino, Enzo Fernández, lo que produjo el primer choque. Fernández había subido a sus redes sociales un video entonando una canción de letra xenófoba y homofóbica aludiendo al plantel de Francia. Villarruel salió en defensa del jugador a través de su perfil de X y lo hizo a sólo días de una reunión entre Milei y su homólogo francés, Emmanuel Macron

El presidente argentino, Javier Milei, junto a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, en su toma de posesión.

El presidente argentino, Javier Milei, junto a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, en su toma de posesión. Reuters

La misma noche del tuit, Karina Milei, hermana y mayor confidente del jefe de Estado, asistió a la embajada de Francia para pedir disculpas. El presidente, poco después, señaló en un reportaje que el comentario de su socia "no fue feliz" y que se crearon "problemas diplomáticos" sólo por un "tema deportivo". La confianza se hizo trizas. 

La tensión subió como espuma y se ha hecho ver ahora, hace pocos días. Villarruel, quien es hija de un "héroe de Malvinas" (como suele recordar) y nieta de militares, fue excluida de uno de los actos castrenses más importantes del año: la entrega de sables a las nuevas conducciones militares.

Ahora, con la disputa con el Senado en la retina, la dirigente ha vuelto a estar en el ojo del huracán. "Si la doctora Villarruel podría haber hablado o no con los 72 senadores con quienes convive todos los días de su vida, es un tema que le tienen que preguntar a ella", dijo Manuel Adorni, vocero del presidente, con un evidente toque de ironía.

Ocho meses seguidos de superávit comercial 

Pese a los conflictos, Argentina sigue sumando buenas noticias en el plano económico. La promesa de Milei de ordenar las cuentas, por el momento, tiene su reflejo en la realidad. Es el octavo mes consecutivo en que el país logra un superávit comercial. Ésta vez, en el mes de julio, fue de 1.575 millones de dólares, lo que contrasta con el saldo negativo de 700 millones de dólares en el mismo mes de 2023. 

Si bien el último superávit supone una bajada de 16,6% en relación con el mes de junio, eso se debería a la disminución estacional en la oferta exportable de productos primarios y de manufacturas de origen agropecuario. También, por otra parte, a un aumento en las importaciones de energía en el invierno austral.

En los primeros siete meses del año, la nación sudamericana acumula un superávit en la balanza comercial de 12.262 millones de dólares. Eso es producto de un ascenso de las exportaciones a 45.398.000 y de las importaciones a 33.135.000. El año pasado, en el mismo rango temporal, Argentina registró un déficit de 6.925 millones de dólares.

El estilo del presidente continúa sumando enemigos. Sus disputas internas, como la que mantiene con Villarruel, siembran desconfianza en su gestión. Sin embargo, él se defiende con sus números.