Los venezolanos viven con incertidumbre, expectativa y temor las 48 horas anteriores a la investidura presidencial
- En medio de amenazas, promesas y una ansiada jura presidencial, los venezolanos están atentos a lo qué ocurre dentro y fuera del territorio nacional.
- Más información: Edmundo denuncia que unos "hombres encapuchados" han secuestrado a su yerno cuando dejaba a sus hijos en el colegio
"¿Qué va a pasar el 10 de enero?". Esa es la pregunta que todo el mundo se hace hoy en Venezuela. En conversaciones en los bares, pero también en los grupos de Whatsapp. Nadie lo sabe, pero todo el mundo intenta averiguarlo. Quedan apenas 48 horas para que -según marca la Constitución- se celebre la toma de posesión del nuevo presidente. El problema es que la incertidumbre es tal, que es imposible adivinar quién se pondrá finalmente la banda presidencial en el pecho. Si será Nicolás Maduro o Edmundo González. Si será o no el fin del régimen chavista. Si todo seguirá o no como hasta ahora.
Periodistas, analistas políticos y opinadores recrean los "posibles" escenarios que se plantean de cara al viernes. Otros, utilizan el dicho venezolano que reza: "amanecerá y veremos". Los más creyentes se encomiendan a Dios mientras hay quien se aferra a que "no pasará nada porque la oposición no tiene el control de las Fuerzas Armadas, ni de las armas". Toca, en cualquier caso, esperar.
El 28 de julio de 2024 los venezolanos salieron a votar y, según las actas que imprimen las máquinas del mismo Consejo Nacional Electoral (CNE), el candidato opositor Edmundo González Urrutia ganó (cifra actualizada en enero de 2025) con 7.443.584 votos mientras que Nicolás Maduro Moros obtuvo 3.385.155 votos. Es decir, más del doble.
El problema es que el CNE, órgano oficialista, y Maduro aseguran sin mostrar las pruebas, haber ganado las elecciones con 51,95% de los votos. Una cifra que no ha podido ser verificada, ni en la página web del ente electoral -sigue caída después de cinco meses- ni en las tan famosas actas que son del dominio de oficialistas, opositores y hasta miembros de las mesas.
Pese a esto, las "pruebas de la victoria", como las llama María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, llevan desde el año pasado de gira. Ya han llegado al Parlamento Europeo, a la Organización de Estados Americanos (OEA) y más reciente a la Casa Blanca, donde González, el candidato oficial, se reunió con el presidente saliente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Es por esto por lo que existe tanta incertidumbre en los venezolanos sobre lo que pasará el 10 de enero; porque hay quienes creen que Maduro prestará juramento en medio de un contexto de fuerza y control institucional en Venezuela. En la sede de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista y presidida por Jorge Rodríguez, uno de los dirigentes más importantes del chavismo. Mientras que otros eligen creer a González que, desde el exilio forzado, ha asegurado en diferentes ocasiones que llegará al país y jurará como mandatario, acompañado de expresidentes y presidentes de la región, miembros del grupo IDEA. Sin embargo, nadie sabe la estrategia; ni cómo, ni cuándo lo hará.
"¿Pero cómo va a entrar? ¿Por qué vía? Apenas entre al país lo van a meter preso", se escucha en las calles de Caracas y se lee en las redes sociales. Es precisamente ese el discurso que agita el oficialismo. En sus últimas declaraciones, Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia, ha mostrado las esposas con las que detendría a Edmundo González si intentara entrar al país.
"Gustosamente lo recibiré. Sabe el señor González Urrutia que apenas ponga un dedo en Venezuela será detenido (...) los cuarteles están en tranquilidad. A ellos (grupo IDEA) nadie los está invitando, su presencia aquí indica una acción de invasión a un país y los estamos esperando como invasores, y van a ser detenidos", dijo Cabello.
Temor y tensión en las calles
En los últimos días, Controles policiales, registros, traslado de hombres armados en camionetas y sin mostrar sus rostros es lo que se ha visto en los últimos días. También, carteles y panfletos con una foto de González y una recompensa de 100.000 dólares para quien dé información del exembajador se ven en puertos, aeropuertos y puntos de control.
Hasta el mismo Cabello, junto a su equipo de funcionarios armados, han salido en la televisión nacional y en redes sociales patrullando las calles de Caracas de noche. Según sus declaraciones lo hacen para "supervisar" y vigilar que todo esté en calma. Además, aseguró que se trata de movimientos policiales "normales" en los primeros días de enero.
"Si ustedes (oposición) se atreven, se arrepentirán toda su vida. Nosotros vamos a salir a defender el Palacio (Miraflores) pero luego vamos a pasar al contraataque. Hagan lo que quieran, pero vamos a salir a defender esta patria", aseguró Cabello mientras que González denunciaba en sus redes sociales que unos hombres encapuchados habían secuestrado a su yerno en Caracas mientras llevaba a sus hijos al colegio.