Una protesta de jubilados, apoyada por hinchas de fútbol, desata la mayor represión policial del Gobierno de Milei

"Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados. Estoy con ellos a muerte", dijo públicamente una vez el astro del fútbol Diego Armando Maradona (1960-2020) al toparse en una plaza de Buenos Aires con pensionistas que protestaban por sus flacos ingresos.

Corrían los años 90 y soplaban vientos de economía neoliberal desde la Casa Rosada donde gobernaba el Presidente Carlos Menem (1989-1999). Menem había privatizado la seguridad social entregándola a la banca. Por tanto, las pensiones se desplomaron y los jubilados saltaron a las calles.

Aquella postal de la Argentina decadente con vejetes de ropas raídas y comidas saltadas revive en el Gobierno del Presidente Javier Milei. El poder adquisitivo de las pensiones ha quedado pulverizado entre el recorte de la motosierra en la seguridad social (reestatizada en 2008) y la inflación de 117,8% el año pasado.

Grupos de jubilados se enfrentan a la Policía en Buenos Aires. E. E.

120 detenidos y decenas de heridos

En reacción a ello, este miércoles centenares de jubilados salieron a las calles en Buenos Aires y se congregaron frente al Congreso nacional con sus reclamos por el malvivir al que se los condena, inspirados en los ejemplos de otros movimientos de pensionistas, como los de Bilbao, Madrid o Valencia. 

Pero a diferencia de lo ocurrido en España, aquí los abueletes de cabellos canos son reprimidos por policías antidisturbios. En las marchas de las últimas semanas algunos terminaron sobre el asfalto con sus cabezas ensangrentadas o medio asfixiados, asistidos a veces por jóvenes solidarios. Hay más de una veintena de heridos, entre ellos un periodista en estado grave, y más de 120 de detenidos. 

Indignados con tamaña cacería yrecordando aquellas palabras de "D10S" –así llaman muchos argentinos a Maradona-, decenas de hinchadas de los equipos del fútbol profesional han reaccionado como si fueran el Séptimo de Caballería y se han convocado a marchar en defensa de los ancianos.

Este miércoles, forofos vestidos con las camisetas de sus clubes, incluidos algunos barrabravas (ultras), escoltaron a los jubilados descontentos frente al parlamento desafiando a los represores de uniforme de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, responsable de la mano dura contra las personas de la tercera edad.

Previamente las fuerzas de seguridad militarizaron la zona del congreso y montaron un cerco para ahuyentar a los manifestantes. De pronto, sin que hubiera incidentes, los uniformados la emprendieron contra la gente desatando una lluvia de balas de goma, botes de gases lacrimógenos y chorros de agua coloreada.

“¡Che Peluca (apodo de Milei), botón (policía)/Che peluca, botón/A vos te queda poco/ ¡La p..a madre que te parió!” entonaron primero los hinchas. Y también hicieron gala del ingenio como ‘letristas' de cánticos, algo usual en los estadios: “¡Policía, policía, ay qué risa que me das, si tocas a los viejos qué quilombo se va a armar!”.

En medio del caos y el humo,  los jubilados atinaron a retirarse de la zona mientras que los fanáticos del balompié resistieron arrojando piedras a los uniformados. También incendiaron un coche patrulla de la policía y cubos de residuos. Las fuerzas de seguridad, por fin, despejaron las calles y detuvieron al menos a 150 hinchas.

Un periodista en estado grave

El periodista-reportero gráfico Pablo Grillo se agachó para disparar su cámara y recibió el impacto de un gas lacrimógeno en la cabeza. Cayó inconsciente sobre el asfalto y otros colegas lo evacuaron del lugar. Fue ingresado en el hospital público Ramos Mejía y los médicos diagnosticaron fractura de cráneo. Su estado de salud era muy delicado a la noche del miércoles, se debatía entre la vida y la muerte.

La ministra Bullrich, en entrevista con el canal de tevé LN+, cometió un grave error al declarar que Grillo "es uno de los que está preso" y hasta puso en duda su oficio de informador: "Dicen que es periodista", añadió, "es un militante kirchnerista y trabaja en la municipalidad de Lanús". Nada dijo del disparo del bote de gas ni de la herida en la cabeza.

"Venían a tomar el Congreso", intentó justificar la alta funcionaria y aseguró sin exhibir pruebas o documentación que los manifestantes estaban "preparados para matar". 

Entre los personajes públicos vinculados al balompié que respaldaron la marcha figuraron Dalma Maradona, primogénita del fallecido futbolista; Héctor ‘Negro’ Enrique –exRiver Plate-; Angel Cappa –exentrenador Real Madrid y Barcelona FC-, y el preparador físico Fernando Signorini –expreparador físico Barcelona FC-.

"Seis millones de jubilados se mueren de hambre"

En Argentina se calcula que seis millones de pensionistas viven hundidos en la pobreza pues sus ingresos rondan unos 350 mil pesos (301 euros), una cifra que ni siquiera alcanza al valor de la cesta básica de la compra para la gente de la tercera edad, estimada en 1,2 millón de pesos (1033 euros), según datos oficiales.

Una jubilada herida en la manifestación. E. E.

Además de ese recorte monetario, recientemente Milei vetó una ley de subida de las pensiones que había aprobado la oposición en el parlamento y cortó con su célebre motosierra el suministro de medicamentos gratuitos o a menor precio que la Seguridad Social entregaba antes a los ancianos enfermos.

Eugenio Semino, Defensor Püblico de la Tercera Edad, alertó que “los jubilados pagan el ajuste literalmente con su vida. Nadie puede vivir con 350.000 pesos. Esta sociedad ha naturalizado que seis millones de jubilados se mueren de hambre, no pueden comprar medicamentos ni pagar un alquiler”, advirtió, “es una crisis humanitaria”.

Después de varias horas de represión y disturbios, ya entrada la noche, estallaron caceroladas de protesta en los barrios bonaerenses de Almagro, Caballito, Villa Urquiza, Congreso, y otros más. Mientras que en las redes sociales el lema #RenunciaBullrich escalaba hasta la segunda posición en las tendencias de posteos.