El presidente Donald Trump reacciona cuando se reúne con el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte (no en la foto), en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, D.C., 13 de marzo de 2025.

El presidente Donald Trump reacciona cuando se reúne con el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte (no en la foto), en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, D.C., 13 de marzo de 2025. REUTERS/Evelyn Hockstein

América

Trump insta a Putin a "hacer lo correcto" y aceptar una tregua temporal en Ucrania a la que Rusia ya no se cierra

El presidente estadounidense se ha mostrado dispuesto a hablar con su homólogo ruso, pero "deprisa" porque "cada día muere gente". 

Más información: Putin se viste de militar y dice estar en Kursk en la que sería su primera visita a esta región rusa desde que la tomó Ucrania

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"Una tregua, sí, pero con matices". Esa fue la primera valoración de Vladímir Putin sobre la propuesta de un alto el fuego de 30 días pactada entre Estados Unidos y Ucrania. Lo hizo la tarde del jueves, sentado ante una imponente mesa de conferencias en el palacio del Kremlin, en el corazón de Moscú. A su lado, su hierático socio bielorruso, Alexandr Lukashenko. "Rusia está de acuerdo con las propuestas para poner fin a las hostilidades, pero estas deben conducir a una paz duradera y abordar las causas profundas del conflicto", afirmó durante una rueda de prensa en la que aseguró que intentaría discutir los detalles directamente con su homólogo estadounidense, Donald Trump. "Igual tengo que llamarle por teléfono", anunció.

La respuesta del líder ruso probablemente tomó por sorpresa a Trump, quien confiaba en que Putin, a quien ha rescatado del ostracismo internacional, aceptara la propuesta. O quizá esperaba que se sintiera lo suficientemente presionado por sus amenazas —imprecisas, pero amenazas al fin y al cabo— de "ahogar financieramente" a Moscú. No obstante, lejos de mostrarse decepcionado, en su primera reacción Trump se declaró dispuesto a dialogar con Putin, quien, a su juicio, ha emitido "una declaración muy prometedora, pero aún incompleta".

Días atrás, al ser preguntado sobre una posible conversación con el líder ruso, el republicano respondió que para bailar tango hacen falta dos. Ahora ya tiene compañero de pista, pero parece que no quiere que la música se alargue. "Me encantaría hablar con Putin, pero esto tiene que ir deprisa; cada día muere gente. No debería ser complicado", afirmó posteriormente en el Despacho Oval tras reunirse con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a quien calificó de "gran amigo". 

Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, y Vladímir Putin, este jueves en Moscú.

Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, y Vladímir Putin, este jueves en Moscú. Maxim Shemetov Reuters

Por el momento, se desconocen las condiciones exactas que quiere discutir Putin, que tras su discurso se reunió a puerta cerrada con el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff. No obstante, deslizó algunas de sus "dudas" durante la intervención. "Las tropas rusas están avanzando en casi todas las áreas del frente. Entonces, ¿cómo se usarán estos 30 días? ¿Servirán para que la movilización forzada continúe en Ucrania, para que sigan llegando armas, para que las unidades recién movilizadas sean entrenadas? ¿Cómo se nos garantizará que nada de eso sucederá? ¿Quién controlará la tregua si el frente tiene 2.000 kilómetros?", preguntó.

Para muchos analistas, estos movimientos —primero el silencio y luego la ambigüedad— apuntan a que la propuesta de paz será, con toda probabilidad, rechazada por Rusia. Entre otras razones, porque el cese de las hostilidades coincidiría con uno de los mayores avances rusos en meses. En concreto, en la región rusa de Kursk, tomada por las fuerzas ucranianas en un asalto sorpresa el pasado verano y donde, según Moscú, sus tropas están ahora recuperando territorio. Por su parte, el Ejército ucraniano se limitan a afirmar que los combates continúan en la zona. 

En cualquier caso, Trump desveló durante su comparecencia que, con la intención de "no perder el tiempo con un alto el fuego", ya se han discutido asuntos como "las tierras que ganarán y perderán los ucranianos" o quién se quedará "con una planta de energía", en referencia a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y bajo control ruso desde el inicio de la invasión a gran escala. "Muchos de los detalles de un acuerdo final ya se han discutido. Ahora veremos si Rusia está dispuesta o no, y si no lo está, será muy decepcionante para el mundo", declaró.

Putin busca concesiones

El problema es que Rusia podría estar tratando de ganar tiempo para avanzar en el campo de batalla, pero también para intentar sacar las máximas concesiones posibles en esta primera fase de las negociaciones. Este mismo jueves el Washington Post sacaba a la luz un informe elaborado en febrero por un influyente grupo de expertos con sede en Moscú cerca del Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB), en el que se exponían las demandas maximalistas de Rusia para poner fin al conflicto en Ucrania. Unas demandas que serían difíciles de aceptar por los ucranianos y sus aliados europeos.

 Entre ellas se encuentra "el desmantelamiento completo" del actual Gobierno ucraniano de Volodímir Zelenski y el desarme de Kiev. También incluye, según el documento, la renuncia de Ucrania a entrar en la OTAN y el reconocimiento de Crimea (anexionada ilegalmente en 2014) y otros territorios ucranianos ocupados en 2022 (Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk) como parte de Rusia.

Estos reclamos, como el de oponerse totalmente a cualquier despliegue de soldados extranjeros en Ucrania, incluso si se trata de fuerzas de paz, no son nuevos. Son, de hecho, las exigencias que el Kremlin ha repetido desde el principio y que presuponen que las negociaciones serán, a partir de ahora, cuando menos, complicadas.

En esta línea, Putin aprovechó su comparecencia para intentar mantener la buena sintonía con Trump ofreciéndole lo que más le gusta: hacer negocios. "Estamos negociando con algunos socios occidentales sobre su posible regreso al mercado ruso", declaró el líder del Kremlin. "Sería beneficioso para ambas partes", concluyó.