El canario Juan Verde es un veterano de la política estadounidense. Ha pasado por las campañas de Bill Clinton, Al Gore y Barack Obama. En la actual campaña colabora con la candidata demócrata, Hillary Clinton, como miembro de su Comité Nacional de Finanzas y espera que la ex primera dama vuelva a la Casa Blanca como presidenta.
También ha ocupado cargos en el Departamento de Comercio de Estados Unidos, como subsecretario adjunto para Europa y Eurasia o asesor de comercio internacional, e impulsó la vertiente española del Proyecto contra el Cambio Climático del exvicepresidente Al Gore.
Verde ha atendido a EL ESPAÑOL desde el otro lado del charco en la recta final de la campaña para abordar la estrategia electoral de Clinton, su figura política o los planes económicos que piensa desarrollar de salir electa. Verde ha declinado hacer comentarios, sin embargo, acerca de la decisión del FBI del viernes de reabrir la investigación sobre los correos electrónicos de la ex secretaria de Estado, ya que no es portavoz de la candidata.
¿Cuál es la estrategia de la campaña de Hillary Clinton a poco más de una semana para el 8 de noviembre y cuando buena parte de Estados Unidos está ya votando por adelantado?
Hillary y todo el equipo de campaña -pero también gente que está colaborando como [el vicepresidente, Joe] Biden, Michelle Obama, el presidente Obama- todos están volcados ahora en lo que llamamos la movilización. La clave de estas elecciones va a ser un alto índice de participación. Se espera un alto índice de participación, particularmente en los estados clave, que determinan al final la balanza. Si vas ahora a Nueva York, la sede está prácticamente vacía: está todo el mundo en la calle.
Así y todo, nos sentimos muy optimistas sobre la victoria de Hillary, pero lo que no queremos es que pueda ocurrir un brexit o lo que pasó en Colombia con el referéndum [sobre la paz con las guerrillas FARC], que al final la gente asumió que íbamos a ganar y no salieron a la calle.
Entonces, ¿centran sus esfuerzos en lograr que la gente vote por adelantado y no espere al 8 de noviembre?
Sí, efectivamente. Y, de hecho, hemos visto en las últimas tres elecciones un aumento significativo en esta modalidad de voto. Las últimas elecciones fue un 32-34% del voto y esperamos que en éstas pueda llegar a un 37%; a lo mejor, si todo sale bien, un 40%. Y esto es muy importante, porque cuando una persona ya vota te permite centrar los recursos el día de las elecciones en los que no han votado. En sitios como Florida hemos aumentado un 99% la participación de los hispanos [en el voto por adelantado]. Esos son indicadores que nos hacen pensar que lo que vaticinamos va a cumplirse.
¿Y cómo abordan el voto hispano?
Hay gente que dice que los hispanos no votan. Yo te diría que la victoria de Obama en 2008 fue en gran medida gracias al voto hispano. En 2012, sin lugar a dudas, fue el voto hispano. Pero en este caso, ha sido un segmento del voto crítico y determinante para Hillary y para Trump. Para Trump, porque va a perder por no haber captado lo mínimo que necesitaba. Y para nosotros, porque le va a dar a Hillary el margen de victoria.
De esos estados indecisos, nosotros ganando Florida ya ganamos las elecciones. Y en Florida se han inscrito más hispanos que en ningún otro momento y creemos que van a ser la diferencia. Y este candidato [Trump] ha logrado hacer todo lo posible para no sólo enemistar al voto hispano, sino para que nosotros logremos inyectar ilusión y entusiasmo en este segmento para que salga a votar en números récord.
La gran diferencia con Obama es que Hillary no es tan fácil de vender como candidata
Usted estuvo también en las campañas de Barack Obama. ¿Qué diferencia la campaña de Hillary Clinton de las del presidente?
Yo diría que hay similitudes y diferencias. El 2008 fue una campaña que se basó en la ilusión, en la esperanza, en un sentimiento de un mundo mejor que se creaba con este hecho histórico [la elección de un presidente afroamericano]. En 2012, sorprendentemente, la movilización ciudadana fue mayor: todos los segmentos base del Partido Demócrata -las mujeres, los jóvenes, los hispanos, los estudiantes…- participaron más que en ningún momento de la historia de Estados Unidos.
La estrategia para 2016 ha sido muy similar a la de 2012 y es apostar, utilizando la tecnología, por la mayor movilización ciudadana en la historia de las campañas políticas. La gran diferencia es que Hillary no es tan fácil de vender como candidata. Es, desafortunadamente, una persona amada y odiada, polarizada su figura, y eso ha dificultado esta labor. Pero, por otro lado, el partido está apostando y sigue en esa línea de utilizar la tecnología, el big data, la movilización para que la gente se ilusione y hacerlo de manera muy estratégica.
¿Por qué Hillary Clinton no despierta tanta ilusión entre los votantes como Barack Obama?
Ninguna otra figura política en la historia de Estados Unidos ha sido tan atacada durante tanto tiempo por tanta gente. Esta mujer lleva en el panorama político toda una vida, más de 40 años: desde que empezó como activista, posteriormente como primera dama, el papel que jugó en el Senado, como ministra de Asuntos Exteriores... Se la ha atacado por todo.
Por darte un ejemplo: la investigación que se hizo de Bengasi [donde fallecieron dos estadounidenses en 2012 durante un asalto al complejo diplomático de EEUU] ha sido la más cara y más larga que se haya hecho por parte del Congreso de Estados Unidos y la conclusión fue que no había habido nada ilegal.
Ese proceso de desgaste por parte del Partido Republicano pasa factura. Hace que hayan logrado dibujar un perfil de ella como una persona fría y lejana. Lo cierto es que aquellos que la conocemos, sabemos, primero, que no es verdad, que es una persona con una gran sensibilidad por los temas importantes que afectan a este país, y, en segundo lugar, estoy convencidísimo de que va a ser la persona más cualificada en la historia de Estados Unidos [que ocupe la presidencia], hombre o mujer.
Estoy convencidísimo de que va a ser la persona más cualificada en la historia de Estados Unidos que ocupe la presidencia
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable estima que bajo el plan económico de Hillary Clinton la deuda de Estados Unidos pasaría de 14 billones de dólares a casi 24 billones en 2026 (bajo el de Trump subiría a más de 35 billones). ¿Qué opina al respecto?
Creo que es una lectura poco objetiva, porque hace un análisis de dónde sube, pero no de dónde ahorra. Y al final gobernar es definir prioridades de presupuesto, políticas y económicas. Lo importante no es siempre dónde vas a gastar el dinero, lo importante es cómo lo vas a gastar.
Por consiguiente, creo que el plan de Hillary da solución a grandes prioridades y problemas para Estados Unidos: llevar a cabo el mayor plan de inversión en infraestructuras desde la Segunda Guerra Mundial, que genera empleo de calidad, actividad económica y que fomenta un plan de estabilización para la clase media; significa apostar por las energías renovables, por la eficiencia energética; apostar por una reforma del sistema educativo; y, sobre todo, la mayor inversión en I+D+I en la historia de Estados Unidos. Son el tipo de soluciones para que Estados Unidos siga creciendo. Y hay una política de continuidad en lo que ya es una Administración con muchísimo éxito, la de Obama.
Y si Hillary Clinton sale elegida, ¿qué ocurrirá con el TTIP (el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y EEUU)?
Si sale Hillary, va a haber quizás unos ajustes para mejorarlo o sustituirlo, pero nunca para abandonarlo. Yo creo que Hillary Clinton es consciente, y así lo ha manifestado en numerosas ocasiones, de la necesidad de que Europa y Estados Unidos colaboren, de fomentar una mayor integración económica. Tenemos mucho que ganar si colaboramos y mucho que perder si nos aislamos. Somos aliados históricos y ese va a ser el hilo conductor de esa relación bilateral.
Hillary Clinton es consciente, y así lo ha manifestado en numerosas ocasiones, de la necesidad de que Europa y Estados Unidos colaboren
Usted ya formó parte de una Administración demócrata. ¿Le espera algún cargo si Hillary Clinton gana las elecciones o le gustaría ocupar alguno?
Yo ahora mismo no estoy pensando en eso. Estoy pensando en que gane Hillary. Para mí, eso es lo importante y luego ya se verá. Desde luego, creo que es ilusionante para cualquier persona pensar que se vuelva a hacer historia en Estados Unidos, que después del primer afroamericano vaya a gobernar la primera mujer. Es algo que nos debería llenar a todos de optimismo. Ya se verá si hay cabida o si deseo volver a la Administración.
¿Qué es lo que más le gustaría que Hillary Clinton hiciera de llegar a la presidencia? ¿Cuál le gustaría que fuese su prioridad como dirigente?
Para mí un tema que es extremadamente importante -y mi apellido lo dice- es el tema del cambio climático. Hillary Clinton quiere que la energía verde se convierta en la ventaja competitiva de la economía norteamericana y creo que tiene todo el sentido del mundo. Es una apuesta no sólo brillante, sino valiente. Significa apostar por la economía del conocimiento, por el espíritu emprendedor. Si bien hay muchísimas prioridades, para mí, en lo personal, creo que es uno de los temas que más nos debe preocupar como ciudadanos del mundo.
Tengo entendido que usted ayudó a recaudar fondos para la Fundación Clinton (la organización caritativa de la familia Clinton). Por eso, quisiera preguntarle acerca de los documentos filtrados por Wikileaks, que sugieren que Bill Clinton recibió honorarios de empresas que donaban a la fundación. ¿Tiene usted conocimiento de que esto sucediera?
Yo estuve colaborando con ellos en sus iniciativas de recaudación de fondos, pero nunca he hecho la recaudación para la fundación. Independientemente, creo que la fundación es una de las mejores ONG y han recaudado más de 2.000 millones de dólares que han ido destinados en un 90% a causas importantísimas como la pobreza, la salud pública, en todo el mundo.
Si lo comparas a Donald Trump, [él] tiene una fundación que, primero, no es de carácter público y que ha gastado su dinero en cosas como bustos, cuadros y que está bajo investigación porque ni siquiera tenía licencia para operar como ONG. Sin embargo, ha sido él la persona que más ha atacado a la fundación de los Clinton. Es una señal más de su hipocresía y de su falta de seriedad.
Insisto, yo no soy portavoz de la campaña, no hablo por los Clinton. Yo te doy mis opiniones personales. Sí estoy absolutamente convencido de que los ataques a la Fundación Clinton obedecen a un criterio político y oportunista y no hay nada detrás.
Que una multinacional done a numerosas causas benéficas yo creo que no es una señal de nada ilegal y que no sea ético. Que una compañía como Citibank, que es uno de los mayores filántropos de Estados Unidos, le haya pagado a Hillary por una conferencia y a su vez le haya dado dinero a la fundación, si se quiere se pueden crear conexiones de conspiración, pero yo no lo veo así. Lo importante es que no se ha roto la ley, no ha habido favoritismos de ningún tipo -ni se ha demostrado ni se va a demostrar- y todo esto pasará en el momento en que las elecciones pasen. Es un intento desesperado del Partido Republicano por crear fantasmas que no existen.
Los ataques a la Fundación Clinton obedecen a un criterio político y oportunista y no hay nada detrás
Finalmente, ¿cómo ve la situación política en España ahora que se resuelve el bloqueo político?
Desde aquí lo veo con ilusión y con alivio. Después de tanto tiempo con una situación de impasse, de incertidumbre, no era nada bueno para el país y con lo cual se cierra ese periodo de falta de sentido común y lógica, donde me atrevería a decir que muchos partidos actuaban sin pensar en lo que era mejor para el país.